La Ministra InfluencerMuestra

En el tiempo de los jueces, Israel había sido oprimido cruelmente durante 20 años en manos de Jabín, un rey caneneo. La situación era tan desesperante que los israelitas empezaron a clamar a Dios al observar que Jabín tenía 900 carros de hierro. Ahora bien, ¿quién iba a pensar que Dios estaba preparando a una mujer como jueza y profetisa? ¡Nadie lo hubiera imaginado! Tradicionalmente, porque en los tiempos veterotestamentarios, la figura de la mujer estaba escondida detrás de un hombre, y además, todos los jueces que Dios había levantando en la historia reciente eran del sexo masculino, es decir, Otoniel, Aod y Samgar. Pero así son las cosas que Dios hace. Siempre hay un elemento sorpresa por el que nos asombramos.

Las frases tradicionales con relación al menosprecio de la mujer son las siguientes:

“La mujer es inferior al hombre; una criatura maldita de quien se debe huir o a la que se debe excluir”.

“La mujer es un hombre deforme”.

“Dios, gracias porque no me has hecho gentil, esclavo ni mujer”.

A lo largo de la historia de la humanidad, el diablo ha estado tratando de rebajar, subestimar y anular a la mujer porque de la mujer iba a nacer el hijo de Dios, y esa enemistad se mantiene aun hoy día. A mi modo de ver las cosas, las increíbles coincidencias de la cultura machista alrededor del mundo que se han manifestado en conjunto a pesar de la diferencia de épocas y generaciones se deben a un tema estrictamente espiritual. “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15). De alguna manera, esto ha condicionado también a la Iglesia al no considerar a las mujeres en la activa participación en el ministerio.

Sucede que cuando una mujer se levanta en el nombre de Jesús, algo acontece. La condición de mujer no es ningún impedimento para que Dios Todopoderoso la use tal como Dios la creó. En síntesis, Dios estaba preparando la vida de la esposa de Lapidot para convertirla en la primera y única mujer jueza de Israel.

¡Mujer, ahora es tu turno!

Dios la ha preparado para un tiempo como éste, y esta nueva generación de ejército involucra a las mujeres.

Lee Isaías 60:1-3.