ABC De La Oración ... Para Principiantes.

Que El Mundo Crea

Gracia en Tu Historia

ABC De La Biblia Para Principiantes

Testigos Del Milagro: La Primera Navidad

Y Ahora… ¿Cómo Afrontaremos El Futuro?

Creer Y Descansar, Para Su Herencia Alcanzar

1 Tesalonicenses: Modelos a imitar

El Dios Que Adoramos 2

Marcas De Un Discípulo

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 <div class="book bkGAL">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="GAL.1">
 <div class="label">1</div><div class="ms2">Introducci&#243;n (1,1-10)</div><div class="s1">Saludo</div><div class="p"> 1Pablo, ap&#243;stol no por disposici&#243;n ni intervenci&#243;n humana alguna, sino por encargo de Jesucristo y de Dios Padre que lo resucit&#243; de la muerte,#Hch 20,24; Rm 1,1; 1 Co 1,1. 2junto con todos los hermanos que est&#225;n conmigo, a las iglesias de Galacia. 3Que Dios Padre y Jesucristo, el Se&#241;or, os concedan gracia y paz. 4Jesucristo ha entregado su vida por nuestros pecados y nos ha liberado de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre,#2,20; 1 Tm 2,6; Tt 2,14; Hch 2,40; 1 Jn 5,19. 5a quien pertenece la gloria por siempre. Am&#233;n.</div><div class="s1">Solo hay un mensaje de salvaci&#243;n</div><div class="p"> 6&#161;No salgo de mi asombro! &#161;Hay que ver con qu&#233; rapidez hab&#233;is desertado de aquel que os llam&#243; mediante la gracia de Cristo y os hab&#233;is pasado a otro evangelio!#1,15; 5,8; Rm 1,6. 7&#191;Qu&#233; digo otro? Lo que pasa es que algunos os desconciertan intentando deformar el evangelio de Cristo. 8Pero sea quien sea &#8212;yo mismo o incluso un &#225;ngel venido del cielo&#8212; el que os anuncie un evangelio diferente del que yo os anunci&#233;, &#161;caiga sobre &#233;l la maldici&#243;n!#2 Co 11,4. 9Os lo dije en otra ocasi&#243;n y os lo repito ahora: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que hab&#233;is recibido, &#161;caiga sobre &#233;l la maldici&#243;n! 10&#191;A qui&#233;n pretendo yo ahora ganarme? &#191;A qui&#233;n busco agradar? &#191;A Dios o a la gente? Si todav&#237;a tratase de seguir agradando a la gente, no ser&#237;a siervo de Cristo.</div><div class="ms1">I. Autoridad apost&#243;lica de Pablo (1,11&#8211;2,21)</div><div class="s1">La vocaci&#243;n de Pablo</div><div class="p"> 11Hermanos, quiero dejar bien claro que el evangelio proclamado por m&#237; no es ninguna invenci&#243;n humana. 12Ni lo recib&#237; ni lo aprend&#237; de nadie. Es Jesucristo mismo quien me lo ha revelado. 13Ya conoc&#233;is mi antigua conducta, cuando a&#250;n militaba en las filas del juda&#237;smo: con qu&#233; sa&#241;a persegu&#237;a a la Iglesia de Dios intentando aniquilarla.#Hch 8,3; 22,4-5; 26,9-11; 1 Co 15,9; Flp 3,6. 14Incluso sobresal&#237; dentro del juda&#237;smo por encima de muchos de mis compatriotas como fan&#225;tico defensor de las tradiciones de mis antepasados.#Hch 22,3; Flp 3,5-6. 15Pero Dios, que me hab&#237;a elegido ya desde antes de mi nacimiento, me llam&#243; por pura benevolencia#Is 49,1; Jr 1,5. 16para revelarme a su Hijo y darme el encargo de que lo anunciara a los que no son jud&#237;os. No solicit&#233; entonces ning&#250;n consejo humano;#2,7; Hch 9,3-6; 22,21; 1 Co 9,1. 17ni siquiera fui a Jerusal&#233;n para hablar con quienes eran ap&#243;stoles antes que yo, sino que me fui a la regi&#243;n de Arabia, de donde volv&#237; otra vez a Damasco. 18Tres a&#241;os m&#225;s tarde, fui a Jerusal&#233;n para conocer a Pedro y estuve con &#233;l quince d&#237;as.#Hch 9,26-30. 19A ning&#250;n otro ap&#243;stol vi, aparte de Santiago, el hermano del Se&#241;or. 20Dios es testigo de que no miento en nada de lo que os escribo. 21Despu&#233;s fui a las regiones de Siria y Cilicia.#Hch 9,20. 22A todo esto, las iglesias cristianas de Judea segu&#237;an sin conocerme en persona. 23&#218;nicamente hab&#237;an o&#237;do decir: &#171;El que en otro tiempo nos persegu&#237;a, ahora anuncia la fe que antes pretend&#237;a aniquilar&#187;. 24Y alababan a Dios por causa m&#237;a.</div>
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 <div class="book bkGAL">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="GAL.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">Pablo y los otros ap&#243;stoles</div><div class="p"> 1Al cabo de catorce a&#241;os volv&#237; a Jerusal&#233;n junto con Bernab&#233;. Me acompa&#241;aba tambi&#233;n Tito.#Hch 4,36; 2 Co 2,13. 2Fui all&#225; a impulsos de una revelaci&#243;n divina, y en privado comuniqu&#233; a los dirigentes principales el evangelio que anuncio entre los no jud&#237;os. Lo hice para que no resultara que tanto ahora como antes estuviera afan&#225;ndome in&#250;tilmente. 3Pues bien, ni siquiera Tito, mi acompa&#241;ante, que no era jud&#237;o, fue obligado a circuncidarse. 4[El problema lo crearon] esos intrusos, esos falsos hermanos que se infiltraron entre nosotros con la intenci&#243;n de arrebatarnos la libertad que tenemos en Cristo Jes&#250;s y hacer de nosotros unos esclavos. 5Mas ni por un instante me doblegu&#233; a sus pretensiones; era preciso que la verdad del evangelio se mantuviera intacta entre vosotros.#2,14; 5,7; Ef 1,13. 6En cuanto a los que eran tenidos por dirigentes &#8212;no me interesa lo que cada uno de ellos fuera antes, pues Dios no se fija en las apariencias&#8212;, esos dirigentes, digo, nada adicional me impusieron.#Dt 10,17; Hch 10,34; Rm 2,11; Ef 6,9; Col 3,25; 1 Pe 1,17. 7Al contrario, ellos vieron que Dios me hab&#237;a confiado la misi&#243;n de proclamar el evangelio a los no jud&#237;os, as&#237; como a Pedro le hab&#237;a confiado la de proclamarlo a los jud&#237;os.#1,16; Hch 9,15; Rm 1,5-6; 15,15-19. 8El mismo Dios que ha hecho a Pedro ap&#243;stol para los jud&#237;os, me ha hecho a m&#237; ap&#243;stol para los no jud&#237;os. 9As&#237; que Santiago, Pedro y Juan, considerados como columnas de la Iglesia, reconocieron que Dios me hab&#237;a confiado esta misi&#243;n, y nos tendieron la mano a Bernab&#233; y a m&#237; en se&#241;al de acuerdo: ellos ir&#237;an a los jud&#237;os y nosotros a los no jud&#237;os. 10&#218;nicamente nos pidieron que nos acord&#225;semos de ayudar a los pobres, cosa que he procurado cumplir con todo esmero.#ver Hch 11,29-30.</div><div class="s1">Enfrentamiento con Pedro en Antioqu&#237;a</div><div class="p"> 11Pero cuando Pedro vino a Antioqu&#237;a, me encar&#233; abiertamente con &#233;l, porque no proced&#237;a como es debido. 12El caso es que al principio no ten&#237;a reparo en comer con los no jud&#237;os. Pero llegaron algunos pertenecientes al c&#237;rculo de Santiago, y entonces Pedro comenz&#243; a distanciarse y a evitar el trato con los no jud&#237;os, como si tuviera miedo a los partidarios de la circuncisi&#243;n.#Hch 10,28; 11,3. 13Semejante actitud de fingimiento arrastr&#243; tras s&#237; a los dem&#225;s jud&#237;os e incluso al mismo Bernab&#233;. 14Viendo, pues, que su proceder no se ajustaba a la verdad del evangelio, ech&#233; en cara a Pedro delante de todos: &#171;T&#250;, que eres jud&#237;o, te has comportado como si no lo fueras adapt&#225;ndote a los no jud&#237;os; &#191;c&#243;mo quieres ahora obligar a los no jud&#237;os a comportarse como jud&#237;os?&#187;.</div><div class="s1">Pablo resume su evangelio</div><div class="p"> 15Nosotros somos jud&#237;os de nacimiento, no pecadores venidos del paganismo. 16Estamos convencidos, sin embargo, de que Dios justifica#2,16: justifica: Con este vocablo se ha traducido en este pasaje, y en general en toda la carta, los t&#233;rminos griegos dikaio, dikaiosine, que aparecen varias veces en este pasaje y en el cap. siguiente (2,16-17.21 y 3,6.8.11.21). Unos t&#233;rminos que, seg&#250;n se explica en la nota a Rm 1,17, deben entenderse no en el &#225;mbito de la justicia vindicativa, sino en el &#225;mbito de la salvaci&#243;n. Por ello, otra posible traducci&#243;n: absuelto de culpa y restablecido en la amistad con Dios. al ser humano por medio de la fe en Jesucristo y no por el mero cumplimiento de la ley. As&#237; que hemos puesto nuestra fe en Cristo Jes&#250;s, a fin de que Dios nos justifique por medio de esa fe y no por cumplir la ley. Pues, por el mero cumplimiento de la ley, nadie ser&#225; justificado.#3,11; Rm 1,17; 3,20.28; 4,5; 9,30; 11,6. 17Por otra parte, si, al buscar que Cristo nos justifique, nosotros resultamos ser pecadores, &#191;significar&#225; esto que Cristo est&#225; al servicio del pecado? &#161;De ning&#250;n modo! 18Lo que s&#237; es cierto es que si lo que un d&#237;a demol&#237;, ahora lo reconstruyo, estoy con ello demostrando que entonces fui culpable. 19Fue la misma ley la que me condujo a romper con ella a fin de vivir para Dios, crucificado juntamente con Cristo.#6,14; Rm 6,10-11; 7,4-6. 20Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en m&#237;. Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me am&#243; y se entreg&#243; por m&#237;.#1,4; Jn 13,1; 17,23; 1 Jn 3,16. 21No quiero hacer in&#250;til la bondad de Dios; ahora bien, si la justificaci&#243;n fuera por medio de la ley, Cristo habr&#237;a muerto in&#250;tilmente.</div>
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 <div class="book bkGAL">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="GAL.3">
 <div class="label">3</div><div class="ms1">II. Salvados por la gracia y la fe (3&#8211;4)</div><div class="s1">Salvados por la fe</div><div class="p"> 1G&#225;latas, &#191;c&#243;mo sois tan insensatos? &#191;Qui&#233;n os fascin&#243;? &#161;Y pensar que os puse ante los ojos a Jesucristo crucificado!#6,14; 1 Co 1,18-23; 2,2. 2Decidme solamente una cosa: &#191;en raz&#243;n de qu&#233; recibisteis el Esp&#237;ritu de Dios? &#191;Por cumplir la ley o por haber aceptado la fe?#4,6; 1 Co 2,12. 3Vuestra insensatez no tiene l&#237;mites. Si el Esp&#237;ritu estuvo en el origen de vuestra fe, &#191;vais a terminar confiando en lo humano? 4&#161;No puedo creer que tan magn&#237;ficas experiencias hayan sido bald&#237;as! 5Vamos a ver: cuando Dios os comunica el Esp&#237;ritu y realiza prodigios entre vosotros, &#191;lo hace porque sois cumplidores de la ley o porque hab&#233;is aceptado el mensaje de la fe?</div><div class="p"> 6Ah&#237; ten&#233;is el ejemplo de Abrah&#225;n: Crey&#243; a Dios y le fue contado como justicia.#3,6: le fue contado como justicia: Otra posible traducci&#243;n: le vali&#243; que Dios le concediera su amistad. Ver nota a 2,16, Gn 15,6 y Rm 1,17.#Gn 15,6 (ver Rm 4,3). 7Comprended de una vez que la verdadera descendencia de Abrah&#225;n son los creyentes. 8Y la Escritura misma, previendo que Dios justificar&#237;a#3,8: justificar&#237;a: Otra posible traducci&#243;n, absolver&#237;a de culpa y restablecer&#237;a en su amistad. Ver nota a Rm 1,17. a todas las naciones mediante la fe, anunci&#243; de antemano a Abrah&#225;n esta buena noticia: Todas las naciones ser&#225;n bendecidas por medio de ti.#Gn 12,13; 18,18 (ver Hch 3,25). 9As&#237; que todos los que creen ser&#225;n bendecidos junto con el creyente Abrah&#225;n.#Rm 4,16-17.</div><div class="p"> 10Por el contrario, cuantos viven pendientes de cumplir la ley est&#225;n bajo el peso de una maldici&#243;n. As&#237; lo dice la Escritura: Maldito sea quien no cumpla constantemente todo lo escrito en el libro de la ley.#Dt 27,26. 11Y es evidente que, por cumplir la ley, nadie ser&#225; justificado#3,11.21: nadie ser&#225; justificado: Otra posible traducci&#243;n: nadie ser&#225; absuelto de culpa y restablecido en la amistad con Dios. Ver nota a Rm 1,17. ante Dios, ya que tambi&#233;n dice la Escritura: El justo por la fe vivir&#225;#3,11: El justo por la fe vivir&#225;: Otra posible traducci&#243;n: Aquel a quien Dios restablece en su amistad por medio de la fe alanzar&#225; la vida. Ver nota a Rm 1,17..#Ha 2,4 (ver Rm 1,17; Heb 10,38). 12Pero la ley no se nutre de la fe, sino que: quien cumpla estos preceptos, por ellos vivir&#225;.#Lv 18,5 (ver Rm 10,5). 13Fue Cristo quien nos libr&#243; de la maldici&#243;n de la ley, haci&#233;ndose por nosotros maldito. Pues dice la Escritura: Maldito sea todo el que muera colgado de un madero.#4,5; Dt 21,23; Rm 5,8; 8,3; 2 Co 5,21. 14La bendici&#243;n de Abrah&#225;n alcanzar&#225; as&#237;, por medio de Cristo Jes&#250;s, a todas las naciones y nosotros recibiremos, mediante la fe, el Esp&#237;ritu prometido.</div><div class="s1">La ley y la promesa</div><div class="p"> 15Hermanos, voy a explicarme con un ejemplo tomado de la vida humana. Incluso seg&#250;n las normas humanas, nadie puede anular o modificar un testamento legalmente otorgado. 16Ahora bien, Dios hizo las promesas a Abrah&#225;n y a su descendencia. No se dice &#171;y a tus descendientes&#187;, como si fueran muchos, sino &#171;y a tu descendencia&#187;, refiri&#233;ndose a Cristo solamente.#Gn 12,7; 13,15; Rm 4,13-16 (ver Gn 12,2-3; 22,15-18). 17Y digo yo: un pacto debidamente confirmado por Dios no lo puede invalidar una ley dada cuatrocientos treinta a&#241;os m&#225;s tarde, cancelando de ese modo lo que Dios hab&#237;a prometido. 18Si la herencia dependiera del cumplimiento de la ley, ya no depender&#237;a de la promesa. Sin embargo, Dios otorg&#243; su favor a Abrah&#225;n en forma de promesa.</div><div class="p"> 19As&#237; las cosas, &#191;qu&#233; sentido tiene la ley de Mois&#233;s? Se a&#241;adi&#243; con el fin de se&#241;alar lo que era pecado hasta el momento en que llegara Cristo, el descendiente prometido. La ley fue promulgada por medio de &#225;ngeles y Mois&#233;s actu&#243; de intermediario;#Hch 7,38.53; Heb 2,2; Rm 5,13.20-21; 7,7-13. 20pero el intermediario est&#225; de m&#225;s cuando solo entra en juego una persona, y Dios es uno solo. 21La ley de Mois&#233;s y las promesas divinas, &#191;son, entonces, algo opuesto? &#161;De ning&#250;n modo! Si se hubiese promulgado una ley capaz de dar vida, en ese caso bastar&#237;a con cumplir esa ley para ser justificados.#Hch 13,38-39. 22Pero la Escritura presenta al mundo entero dominado por el pecado, precisamente para que se conceda a los creyentes la promesa que Dios les hizo por medio de la fe en Jesucristo.</div><div class="s1">No esclavos, sino hijos</div><div class="p"> 23Antes de llegar a la fe &#233;ramos prisioneros de la ley, esperando encarcelados que se revelara la fe. 24As&#237; fue como la ley nos condujo hasta Cristo para que recibi&#233;ramos la salvaci&#243;n por medio de la fe.#4,2. 25Pero ahora, una vez que la fe ha llegado, ya no estamos bajo el dominio de ning&#250;n acompa&#241;ante. 26En efecto, todos vosotros, los que cre&#233;is en Cristo Jes&#250;s, sois hijos de Dios,#4,5; Jn 1,12-14; Rm 8,15-16. 27pues todos los que hab&#233;is sido bautizados en Cristo, de Cristo hab&#233;is sido revestidos.#Rm 6,3-4; 13,14; Ef 4,24. 28Ya no hay distinci&#243;n entre jud&#237;o y no jud&#237;o, ni entre esclavo y libre, ni entre var&#243;n y mujer. En Cristo Jes&#250;s, todos sois uno.#Rm 10,12; 1 Co 13,12 (ver Col 3,11). 29Y si sois de Cristo, tambi&#233;n sois descendientes de Abrah&#225;n y herederos seg&#250;n la promesa.</div>
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 <div class="chapter ch4" data-usfm="GAL.4">
 <div class="label">4</div><div class="p"> 1Digo, pues, que, mientras el heredero es menor de edad, en nada se distingue de un esclavo. Cierto que es due&#241;o de todo, 2pero tiene que estar sometido a tutores y administradores hasta el momento fijado por el padre. 3Lo mismo sucede con nosotros: durante nuestra minor&#237;a de edad nos han esclavizado las realidades mundanas. 4Pero al llegar el momento cumbre de la historia, Dios envi&#243; a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el r&#233;gimen de la ley,#Ef 1,10 (ver Mc 1,15). 5para liberarnos del yugo de la ley y concedernos la condici&#243;n de hijos adoptivos de Dios.#3,13.26.</div><div class="p"> 6Y prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado el Esp&#237;ritu de su Hijo a vuestros corazones; y el Esp&#237;ritu clama: &#171;&#161;Abba!&#187;, es decir, &#171;&#161;Padre!&#187;. 7As&#237; que ya no eres esclavo, sino hijo. Y como hijo que eres, Dios te ha declarado tambi&#233;n heredero.</div><div class="s1">Inquietud de Pablo por la actitud de los G&#225;latas</div><div class="p"> 8En otro tiempo no conoc&#237;ais a Dios y estabais al servicio de falsos dioses.#2 Cr 13,8; Is 37,19; Jr 2,11; 1 Co 8,4-6. 9Pero ahora que ya conoc&#233;is a Dios o, mejor dicho, ahora que Dios os conoce, &#191;c&#243;mo es que volv&#233;is a dejaros esclavizar por esas realidades mundanas que no tienen fuerza ni valor?#1 Co 8,3. 10Todav&#237;a celebr&#225;is como fiestas religiosas ciertos d&#237;as, meses, estaciones y a&#241;os.#Rm 14,5; Col 2,16-23. 11Mucho me temo que mis sudores entre vosotros hayan sido bald&#237;os.</div><div class="p"> 12Por favor, hermanos, comportaos como yo, pues tambi&#233;n yo me he adaptado a vosotros. Ninguna ofensa sufr&#237; de vosotros entonces.#1 Co 4,16; 9,20-22. 13Ya sab&#233;is que fue una enfermedad la que me dio la oportunidad de anunciaros por vez primera el evangelio. 14Y aunque mi estado f&#237;sico debi&#243; de ser una dura prueba para vosotros, no me despreciasteis ni sentisteis asco de m&#237;. Al contrario, me acogisteis como a un mensajero de Dios, como si fuera el mismo Cristo Jes&#250;s.#Mt 10,40; Jn 13,20; 1 Co 2,3-5. 15&#191;Qu&#233; ha sido de aquel entusiasmo vuestro? Porque estoy seguro de que hasta los ojos os habr&#237;ais arrancado, a ser posible, para d&#225;rmelos a m&#237;. 16&#191;He pasado entonces a ser vuestro enemigo por haberos dicho la verdad?</div><div class="p"> 17Esa gente muestra mucho inter&#233;s por vosotros, pero no es un inter&#233;s de buena ley. Lo que buscan es aislaros de m&#237; para que no teng&#225;is m&#225;s remedio que seguirlos. 18Deber&#237;ais interesaros por hacer el bien en todo momento y no solo cuando yo me encuentro entre vosotros. 19Hijos m&#237;os, estoy sufriendo, como si de nuevo os estuviera dando a luz, hasta que Cristo tome forma definitiva en vosotros. 20Me gustar&#237;a estar ahora entre vosotros y emplear el tono adecuado, pues verdaderamente no s&#233; c&#243;mo abordaros.</div><div class="s1">Alegor&#237;a de Sara y Agar</div><div class="p"> 21Vosotros, los que os empe&#241;&#225;is en vivir bajo la ley de Mois&#233;s, decidme: &#191;hab&#233;is escuchado acaso lo que dice? 22Porque en ella est&#225; escrito que Abrah&#225;n tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su esposa, que era libre.#Gn 16,15; 21,2. 23El de la esclava naci&#243; siguiendo el curso normal de la naturaleza; el de la libre, en cambio, en virtud de una promesa divina.#Gn 17,16; Rm 9,7-9. 24Esto tiene un significado m&#225;s profundo: las dos mujeres representan dos alianzas. Una &#8212;simbolizada en Agar&#8212; proviene del monte Sina&#237;, y engendra esclavos. 25Notad, en efecto, que Agar hace referencia al monte Sina&#237;, el cual est&#225; en Arabia, y es figura de la actual Jerusal&#233;n, que sigue siendo esclava junto con sus hijos.#Jn 8,33-35. 26Pero la Jerusal&#233;n celestial es libre, y esa es nuestra madre.#Heb 12,22; Ap 3,12; 21,2.10. 27Pues dice la Escritura:</div><div class="b"></div><div class="q"> Al&#233;grate t&#250;, la est&#233;ril,</div><div class="q"> la que no tienes hijos;</div><div class="q"> salta de j&#250;bilo y clama,</div><div class="q"> t&#250; que no has experimentado</div><div class="q"> los dolores de parto.</div><div class="q"> Porque van a ser muchos m&#225;s</div><div class="q"> los hijos de la abandonada,</div><div class="q"> que los de aquella que tiene marido. # 
 Is 54,1. </div><div class="b"></div><div class="p"> 28Hermanos, vosotros, como Isaac, sois hijos en virtud de la promesa. 29Pero lo mismo que entonces el hijo que naci&#243; siguiendo el curso normal de la naturaleza no cesaba de hostigar al que naci&#243; en virtud del Esp&#237;ritu, as&#237; ocurre ahora. 30Y &#191;qu&#233; dice la Escritura?: Echa de casa a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no ha de compartir la herencia con el hijo de la libre.#Gn 21,10. 31En una palabra, hermanos: no somos hijos de la esclava, sino de la libre.</div>
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