Dios Lo Cura TodoMuestra
Heridas
Las experiencias que vivimos se quedan en la memoria de nuestra alma y nos generan emociones intensas de dolor, ira, tristeza, miedo, desesperanza, frustración e impotencia.
Estas emociones nos hacen perder el rumbo de nuestra vida, nos hacen vivir sin esencia y sin un motivo pues dejan cicatrices que se evidencian en la actitud y la personalidad de quien las padece.
¡No vivas atrapado en ellas!
Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. (Salmos 34:4)
No dejes que germinen raíces de amargura en tu corazón. (Hebreos 12:15)
Es necesario enfrentarte a lo que hay dentro de tu corazón, aunque duela, porque solo así JESÚS puede ayudarte a sanarlo. ÉL va a usar ese dolor para acercarte más a su presencia.
¡No temas!
Dios estará contigo en medio de todo el proceso.
Reconoce tus heridas, enfréntate a ellas y SUÉLTALAS.
Escritura
Acerca de este Plan
A mí me curó Dios porque el tiempo tarda mucho y por sí solo no cura nada, de hecho lo único que puede hacer es podrir, infectar y complicar las heridas. Si estas se reconocen a tiempo y se entregan a Dios, serán tan pequeñas como un raspón y no una bomba que haga estragos en tu corazón y en tu entorno. Suelta todo aquello que tenga potencial de infección en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Hentherlyng Fernández Villarroel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/hentherfv/