Sí, ¡Acepto!Muestra

La comunicación es la clave

“La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla; los que no paran de hablar sufren las consecuencias”. (Prov. 18.21)

No hay nada más saludable al interior del hogar que una sana comunicación. Con el paso de los años, junto con mi esposa, todavía podemos disfrutar largas horas conversando de diferentes temas acompañados de una copa de vino tinto.

Puede que las parejas sean muy efectivas en diferentes aspectos como la administración de los recursos, la productividad, la diversión y los deportes al aire libre; pero si no logran comunicarse de manera efectiva, de forma tal que se respeten las diferencias y los espacios de cada uno, al interior del hogar, no se logrará con el tiempo desarrollar una relación de calidad y profundidad.

"Desarrollar una relación sin comunicación, es como intentar hacer sopa de verduras, sin verduras: Es imposible". La Biblia, en el libro de Santiago, nos da tres metáforas con relación al poder de la lengua y sus efectos en la comunicación (Sgto. 3:1-11).

El caballo no pierde su fuerza, su ímpetu, su brío, pero es controlado con un pequeño freno que se le pone en su boca. Un barco por más grande que este sea puede girar y sortear todo tipo de obstáculos debido a un pequeño timón. De igual modo, si nosotros tenemos control sobre nuestra lengua, es un indicio de que tenemos control sobre nosotros mismos y estamos un paso más cerca a la felicidad y a la armonía.

En oportunidades un mensaje, en un tono no indicado, puede encender la chispa que quema toda la casa. La sátira, la crítica, el minimizar al otro a través de comentarios de superioridad o descalificantes, pueden generar heridas duraderas en el corazón de nuestro cónyuge.

En Filipenses 4:8, en Su misericordia, Dios nos da la clave o el secreto para tener un matrimonio en armonía y con una buena comunicación: “Piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado” – ¡Este es el enfoque que marca la diferencia!

La forma en que nos hablamos, afirmamos, bendecimos, celebramos, corregimos los unos a los otros al interior del hogar, creará un espacio “Saludable” donde valga la pena vivir y pasar la mayor cantidad de tiempo juntos.

Esto significa que cada vez que te comuniques con tu cónyuge, procurarás pensar antes de hablar. Procurarás expresar tus comentarios e ideas de manera positiva, constructiva y no negativa.

Recuerda, no hay nada que pueda erosionar más la autoestima de tu cónyuge que una palabra destructiva o fuera de tono; de igual forma no hay nada más edificante y saludable que hablar con amor.

Queremos darte las gracias, querido lector, por completar este plan devocional. Oramos por ti y nuestro deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida.

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Con amor en Cristo,

Pr. Juan Carlos Calle y Equipo Conectar Global.