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¡Tú Sígueme!Muestra

¡Tú Sígueme!

DÍA 2 DE 3

Jesús es la buena noticia del amor incondicional de Dios, con Él llega su reino. Por lo tanto, es Jesús quien nos llama a seguirlo. Siempre el amor de Dios está primero, siempre el llamado de Jesús está primero. Es un llamado de la persona de Jesús hacia la de cada uno de nosotros. El llamado de Jesús es “Sígueme”: “Sígueme a Mí”. No nos llama a cumplir ciertas leyes o convenciones sociales preconcebidas, nos llama a seguirlo a Él. No nos llama a satisfacer algunos ideales sociales, nos llama a seguirlo a Él. No nos llama a adherir a un sistema de doctrina, inevitablemente precario, nos llama a seguirlo a Él. ¿A dónde nos llama? No lo sabemos, no hay un programa. Nos llama a oír su voz diariamente y seguir sus pisadas a cada paso de nuestra vida.

Hay una canción preciosa que dice: “Tú me has mirado a los ojos, sonriendo, has dicho mi nombre, en la arena, he dejado mi barca, junto a ti, buscaré otro mar”. La mirada de Jesús es tan penetrante que ve en cada uno de nosotros, no solo lo que somos, sino lo que podemos llegar a ser. No nos llama a seguirlo por nuestros méritos personales, ni por nuestra piedad. Nos llama a causa de su amor inmerecido y eterno. Nos llama con nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Nos llama tal como somos, porque Él quiere hacer una obra de gracia en nuestras vidas.

Recuerdo la profunda emoción que sentí a mis 17 años, sentado en un banco de la iglesia, cantando el himno que dice: “Donde tú necesites que vaya, iré, a los montes, los campos o el mar. Decir lo que quieras, Señor, diré. Lo que quieras que sea, seré”. Allí el Señor me llamó. Con lágrimas en los ojos, no dudé de obedecer el llamado. Luego vinieron las preguntas, las vacilaciones y las crisis; pero Dios ya había marcado a fuego mi alma.

Los pescadores y Leví respondieron “al instante”. Evidentemente, no era cualquiera el que llamaba: era un hombre lleno del poder de Dios, cuyo magnetismo subyugaba los corazones de quienes se cruzaban con Él. Pero la gracia de Dios, que nos llama a través de Jesús, se convierte en responsabilidad —habilidad de responder— para cada uno de nosotros. De modo que el amor y la gracia de Dios se hacen tarea y desafío para nosotros.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

¡Tú Sígueme!

En medio de las distracciones y desafíos cotidianos, las palabras de Jesús siguen llamándonos con fuerza: “¡Tú Sígueme!”. Este plan de lectura sobre el Evangelio de Marcos te ayudará a fortalecer la decisión más importante de todas: la de seguir a Jesús dondequiera que vaya. Está tomado del libro “Sermones actuales sobre el discipulado cristiano” de Daniel Tomasini.

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