Sanando Las RelacionesMuestra
Si sanar una relación fuera tan fácil como enviar un ramo de flores y una tarjeta romántica, pienso que muchas parejas escogerían este camino para resolver sus conflictos, aunque confieso que las flores y la tarjeta ayudan; en muchas oportunidades hay que hacer un mayor esfuerzo de ambas partes para que la relación se restaure.
Restaurar una relación bien sea sentimental, de amigos, familiares o hermanos en la fe, puede ser en algunas oportunidades un proceso largo, debido a que en el camino muchas piezas quedaron rotas y para protegerse del dolor, se genera un distanciamiento creando en oportunidades enormes brechas que, para sanar y empezar a tener puntos de encuentro o reconexión, el perdón sin recriminación debe ser el primer paso en la voluntad de cada persona, con el fin de decirse mutuamente con sinceridad y arrepentimiento: “Lo siento; perdóname.”
Las escrituras registran que cierto día Pedro le preguntó a Jesús: “Señor, ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? Y Jesús le respondió, —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces.” (Mt.18:21-22)
Aunque en la pregunta de Pedro hay un límite: “Si mi hermano me ofende, ¿Cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” No fue así, en la respuesta de Jesús, pues por su misericordia, se elimina todo posible límite al perdón; es decir el perdón en Dios es interminable.
Lo grandioso es descubrir que al igual que el amor, el perdón es una decisión y que puedes llegar a él a través de una serie de pasos y reflexiones que te permitirán procesar todas tus heridas y al final puedas determinar si la falta puede superarse o es tan fuerte e irreparable para ti, que decidas disolver cualquier relación.
Considera en las próximas reflexiones los pasos que puedes dar con el fin de buscar puntos de encuentro hacia la reconciliación y el perdón.
“En fin, vivan ustedes en armonía unos con otros. Compartan sus penas y alegrías, ámense como hermanos, tengan compasión y sean humildes. No le hagan mal al que les hizo mal ni insulten al que los insultó. Al contrario, bendíganlo, porque Dios los eligió a ustedes para que reciban bendición.”(1 P. 3:8-9)
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Escritura
Acerca de este Plan
Restaurar una relación bien sea sentimental, de amigos, familiares o hermanos en la fe, puede ser en algunas oportunidades un proceso largo, debido a que en el camino muchas piezas quedaron rotas y para protegerse del dolor, se genera un distanciamiento creando en oportunidades enormes brechas; el perdón sin recriminación debe ser el primer paso en la voluntad de cada persona, con el fin de decirse mutuamente “Lo siento; perdóname.”
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net/