Una Maternidad Que Honre a DiosMuestra

El deseo de tener hijos para entregárselos a Dios

Tenía 4 meses de embarazo, un pequeño bulto sobresalía en mi entonces joven cuerpo; y tenía conversaciones con mi pequeña bebé, conversaciones que sobresalían por encima de las oraciones en medio de mis caminatas matutinas.

En una de ellas oré: Señor te dedico mis hijos a ti, aunque solo tenia en ese momento 1 bebé en camino; oré con el deseo profundo de tener hijos para Dios.

Ana sin ningún bebé en su vientre oró con fe; porque entregar hijos que no tienes en tus brazos, ni siquiera en tu vientre es un acto de fe:

Si me das un hijo Señor, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.

Hubo una intención atrás de su petición, una intención en el corazón de Ana; la de honrar a Dios con el regalo de su maternidad. Y si hay algo que le toca el corazón de Dios es una oración no basada en probabilidades, sino una oración de fe. Lo que te puede parecer una fe pequeña y débil puede mover la mano de PROVISION A TU FAVOR DE UN DIOS FUERTE Y PODEROSO.

Y eso es lo que es la maternidad, un regalo al que el sistema ha querido menospreciar. Es el regalo que muchas tristemente han tenido por poca cosa; pero déjame afirmarte en tu identidad como mamá; para Dios tu maternidad es valiosa, más valioso de lo que puedas imaginar.

Y cuando nos entregan un regalo al principio somos cuidadosas con ello; como ese ramo de rosas que recibiste por primera vez, al que regaste y hasta conservaste hasta que ya no haya quedado nada de vida en ella.

Cuando tenemos el deseo profundo de honrar a Dios en nuestra maternidad seremos intencionales en dedicar a nuestros hijos a Dios. Cuidaremos el corazón de nuestros hijos sembrando la palabra de Dios en ellos. Seremos intercesoras a favor de nuestros hijos, para que al igual que Samuel nuestros hijos vivan una vida DEDICADA a Dios; a servirlo y amarlo todos los días de sus vidas.