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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch26" data-usfm="EXO.26">
 <div class="label">26</div><div class="s1">La Morada</div><div class="r">(Ex 36,8-38)</div><div class="p"> 1Har&#225;s la Morada con diez cortinas de lino trenzado con p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, y con querubines esmeradamente bordados. 2Cada cortina medir&#225; catorce metros de largo por dos de ancho; todas las cortinas tendr&#225;n las mismas medidas. 3Cinco cortinas estar&#225;n unidas una con otra, y las otras cinco ir&#225;n empalmadas de igual modo. 4En cada uno de los bordes de las dos series de cortinas har&#225;s unas presillas de p&#250;rpura violeta; igualmente har&#225;s en el borde de la &#250;ltima cortina del otro grupo. 5Pon cincuenta presillas en la primera cortina, y otras cincuenta en la &#250;ltima del segundo grupo. Las presillas se corresponder&#225;n entre s&#237;. 6Enlaza un cuerpo de cortinas con el otro mediante cincuenta corchetes de oro, de modo que la Morada forme un todo.</div><div class="p"> 7Despu&#233;s tejer&#225;s con pelo de cabra once cortinas que sirvan de cubierta para la Morada. 8Todas las cortinas deben medir lo mismo: quince metros de largo por dos de ancho. 9Empalma cinco cortinas por una parte y las seis restantes por la otra; une la sexta cortina de tal manera que pueda plegarse delante de la entrada de la Morada. 10Remata los bordes de cada serie de cortinas con cincuenta presillas. 11Y luego har&#225;s cincuenta pasadores de bronce, los meter&#225;s por las presillas y as&#237; cerrar&#225;s la Tienda, formando un todo. 12Como de las cortinas de la Tienda sobra una parte, la mitad de lo que sobra colgar&#225; por la parte posterior de la Morada; 13y el medio metro de cortina que sobra a ambos lados de la Tienda colgar&#225; sobre los costados de la Morada, cubri&#233;ndola. 14Tambi&#233;n har&#225;s para la Tienda una cubierta de pieles de carnero curtidas, y una sobrecubierta de pieles de marsopa.</div><div class="s1">Las vigas de madera</div><div class="p"> 15Har&#225;s unos tableros de madera de acacia, y los colocar&#225;s verticalmente para formar la Morada. 16Cada tablero tendr&#225; cinco metros de largo, por setenta y cinco cent&#237;metros de ancho; 17y tendr&#225;n dos espigas, para ensamblarlos uno con otro. As&#237; deber&#225;s hacer con todos los tableros de la Morada. 18Para el lado de la Morada que mira al sur, har&#225;s veinte tableros, 19y debajo de ellos, colocar&#225;s cuarenta basas de plata, dos por cada tablero, para sus dos espigas. 20Para el otro lado de la Morada, el que mira al norte, preparar&#225;s otros veinte tableros 21con sus cuarenta basas, dos por cada tablero. 22Y para la parte de la Morada que mira a poniente har&#225;s seis tableros, 23m&#225;s otros dos tableros para las esquinas posteriores de la Morada. 24Estar&#225;n unidos de abajo arriba hasta la primera argolla. As&#237; quedar&#225;n conformadas las dos esquinas de la Morada.</div><div class="p"> 25En total habr&#225; ocho tableros con sus correspondientes diecis&#233;is basas de plata, dos por tablero.</div><div class="p"> 26Preparar&#225;s tambi&#233;n cinco travesa&#241;os de madera de acacia para los tableros de un lado de la Morada, 27y cinco para los del otro lado y cinco m&#225;s para los tableros de la parte posterior, la que mira al poniente. 28El travesa&#241;o central pasar&#225; por entre los tableros, de una punta a otra. 29Revestir&#225;s de oro los tableros; forjar&#225;s, tambi&#233;n de oro, las argollas para pasar por ellas los travesa&#241;os, que estar&#225;n igualmente revestidos de oro.</div><div class="p"> 30Construye la Morada conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.</div><div class="s1">Velos de separaci&#243;n</div><div class="p"> 31Har&#225;s, asimismo, un velo de lino trenzado y p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;; todo ello esmeradamente realizado, y bordar&#225;s en &#233;l querubines. 32Despu&#233;s colgar&#225;s el velo sujet&#225;ndolo con ganchos de oro sobre cuatro columnas de madera de acacia, revestidas de oro, sostenidas por cuatro basas de plata. 33Colgar&#225;s el velo en los ganchos, y all&#237;, detr&#225;s del velo, colocar&#225;s el Arca del testimonio. El velo os servir&#225; de separaci&#243;n entre el lugar santo y el lugar sant&#237;simo. 34Y colocar&#225;s la cubierta sobre el Arca del testimonio en el lugar sant&#237;simo.#Heb 6,19; 9,3-5. 35Fuera del velo, situar&#225;s la mesa, en el lado norte de la Morada, y el candelabro en el lado sur, frente a la mesa.</div><div class="p"> 36Para la entrada de la Tienda har&#225;s una cortina de lino fino trenzado y p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;; esmeradamente recamada. 37Y para colgar esta cortina preparar&#225;s cinco columnas de madera de acacia revestidas de oro lo mismo que sus ganchos, y fundir&#225;s en bronce cinco basas para las columnas.</div>
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 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch27" data-usfm="EXO.27">
 <div class="label">27</div><div class="s1">El altar de los holocaustos</div><div class="r">(Ex 38,1-7)</div><div class="p"> 1Har&#225;s el altar de madera de acacia; ser&#225; cuadrado y medir&#225; dos metros y medio por cada lado, y metro y medio de alto.#38,1-7. 2En sus esquinas y formando una sola pieza con &#233;l, colocar&#225;s cuatro salientes en forma de cuernos que recubrir&#225;s de bronce. 3De este metal tambi&#233;n har&#225;s todos los utensilios del altar: recipientes para la ceniza, badiles, acetres, garfios y braseros. 4Le har&#225;s un enrejado de bronce, en forma de red, que tendr&#225; en cada esquina una argolla, igualmente de bronce. 5Luego colocar&#225;s el enrejado debajo del friso inferior, de manera que la red baje hasta la mitad del altar. 6Har&#225;s tambi&#233;n para el altar unos varales de madera de acacia, que revestir&#225;s de bronce. 7Y cuando haya que transportar el altar, los varales se pasar&#225;n por las argollas que tiene a ambos lados. 8El altar lo har&#225;s con tablas y ser&#225; hueco, conforme al que viste en el monte.</div><div class="s1">El atrio del santuario</div><div class="r">(Ex 38,9-20)</div><div class="p"> 9Har&#225;s de este modo el atrio de la Morada: por el lado sur, el que mira al N&#233;gueb, el atrio tendr&#225; cortinas de lino trenzado que medir&#225;n cincuenta metros de longitud. 10Las veinte columnas con sus correspondientes basas ser&#225;n de bronce, y de plata los ganchos y las molduras de las columnas. 11Por el lado norte har&#225;s lo mismo: las cortinas tendr&#225;n una longitud de cincuenta metros, las veinte columnas con sus basas ser&#225;n de bronce, y de plata los ganchos y las molduras de las columnas. 12A lo ancho del atrio, por el lado occidental, tendr&#225; cortinas de veinticinco metros de longitud, con diez columnas y diez basas. 13Por el lado que mira al oriente, el ancho del atrio ser&#225; de veinticinco metros. 14A un lado de la entrada habr&#225; tres columnas con sus basas y cortinas de siete metros y medio de longitud. 15Al otro lado, asimismo, habr&#225; tres columnas con sus correspondientes basas y las cortinas medir&#225;n tambi&#233;n siete metros y medio. 16Una cortina de diez metros de longitud, hecha de lino trenzado con p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, recamada art&#237;sticamente, har&#225; las veces de puerta del atrio. Esta cortina colgar&#225; de cuatro columnas apoyadas sobre sus correspondientes basas. 17Todas las columnas que rodean el atrio estar&#225;n adornadas con basas de bronce, y molduras y ganchos de plata. 18El atrio tendr&#225; cincuenta metros de longitud, por veinticinco de ancho y dos y medio de alto. Todas sus cortinas ser&#225;n de lino trenzado y sus basas de bronce. 19Todos los utensilios del servicio de la Morada, todos sus clavos, y todas las columnas del atrio, ser&#225;n de bronce.</div><div class="s1">Aceite de las l&#225;mparas</div><div class="r">(Lv 24,1-4)</div><div class="p"> 20Mandar&#225;s a los israelitas que te traigan aceite de oliva puro y refinado para mantener la l&#225;mpara continuamente encendida. 21Aar&#243;n y sus hijos se encargar&#225;n de su mantenimiento; lo har&#225;n dentro de la Tienda del encuentro, al otro lado del velo que oculta el Arca del testimonio. La l&#225;mpara debe arder ante el Se&#241;or desde la tarde hasta el amanecer. Esta es una norma perpetua para todas las generaciones de israelitas.</div>
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 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch28" data-usfm="EXO.28">
 <div class="label">28</div><div class="s1">Ornamentos sacerdotales</div><div class="r">(Ex 39,1-31)</div><div class="p"> 1De entre todos los israelitas, elige a tu hermano Aar&#243;n y a sus hijos Nadab, Abih&#250;, Eleazar e Itamar para que sean mis sacerdotes.#6,23. 2Har&#225;s vestiduras sagradas para Aar&#243;n, tu hermano, que muestren el honor y la dignidad de su funci&#243;n sacerdotal. 3Recurre a los artesanos m&#225;s competentes, a los que yo he dotado de especial habilidad, para que confeccionen las vestiduras que Aar&#243;n llevar&#225; cuando sea consagrado como sacerdote m&#237;o. 4Confeccionar&#225;n las siguientes vestiduras: un pectoral, un efod, un manto, una t&#250;nica bordada, un turbante y una faja. Estas vestiduras sagradas se confeccionar&#225;n para cuando tu hermano Aar&#243;n y sus hijos oficien como sacerdotes m&#237;os; 5para elaborarlas usar&#225;n oro, p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, y lino trenzado.</div><div class="s1">El efod</div><div class="p"> 6El efod ser&#225; realizado por manos expertas que usar&#225;n oro, p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, y lino fino trenzado. 7Llevar&#225; dos tirantes, quedando unido por sus dos extremos. 8El faj&#237;n para ajustar el efod formar&#225; una sola pieza con &#233;l y estar&#225; confeccionado de la misma forma y con los mismos materiales: oro, p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, y lino fino trenzado.</div><div class="p"> 9Sobre dos piedras de &#243;nice grabar&#225;s los nombres de las tribus israelitas, 10en el orden en que nacieron: seis nombres en una piedra y los seis restantes en la otra. 11El grabado de los nombres de las tribus israelitas sobre las dos piedras se har&#225; como se graban los sellos. Despu&#233;s las engastar&#225;s en oro. 12Y las pondr&#225;s sobre los tirantes del efod, como piedras que recuerden a los israelitas. As&#237;, cada vez que Aar&#243;n se presente ante el Se&#241;or, llevar&#225; sus nombres sobre los tirantes como un recordatorio. 13Har&#225;s, asimismo, unos engarces de oro 14y tambi&#233;n dos cadenas de oro puro, trenzadas como cordones, y las sujetar&#225;s a los engarces.</div><div class="s1">El pectoral</div><div class="r">(Ex 39,8-21)</div><div class="p"> 15El pectoral del dictamen ser&#225; tambi&#233;n realizado por manos expertas; ser&#225; confeccionado con los mismos materiales que el efod: oro, p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, y lino fino trenzado. 16Ser&#225; cuadrado y de pa&#241;o doble, de veintid&#243;s cent&#237;metros por cada lado. 17Le engastar&#225;s una guarnici&#243;n de piedras dispuestas en cuatro hileras: en la primera fila colocar&#225;s un rub&#237;, un topacio y una esmeralda; 18en la segunda, una turquesa, un zafiro y un diamante; 19en la tercera, un jacinto, una &#225;gata y una amatista; 20y en la cuarta, un cris&#243;lito, un &#243;nice y un jaspe. Las piedras ir&#225;n engastadas en oro; 21en total ser&#225;n doce, como el n&#250;mero de las tribus israelitas. En cada piedra se grabar&#225;, a la manera en que se hace en un sello, el nombre de una de las doce tribus.</div><div class="p"> 22Har&#225;s tambi&#233;n para el pectoral unas cadenas de oro puro, trenzadas como cordones, 23y dos argollas de oro que sujetar&#225;s en sus dos extremos. 24Pasar&#225;s los extremos de los dos cordones de oro por las dos argollas superiores del pectoral, 25y los otros dos extremos de los cordones los enganchar&#225;s en los dos engarces que fijar&#225;s en la parte delantera de los tirantes del efod. 26Har&#225;s, asimismo, dos argollas de oro y las sujetar&#225;s en los dos extremos inferiores del pectoral, sobre el borde interior, el que queda junto al efod. 27Y har&#225;s otras dos argollas de oro, que fijar&#225;s en los tirantes del efod, por la parte inferior y delantera, o sea, cerca de la costura y encima del faj&#237;n del efod. 28As&#237; el pectoral se podr&#225; sujetar haciendo pasar, entre sus argollas y las argollas del efod, un cord&#243;n de p&#250;rpura violeta para que el pectoral quede fijo sobre el faj&#237;n del efod y no se desprenda de &#233;l. 29Cada vez que Aar&#243;n entre en el santuario, llevar&#225; sobre su pecho, en el pectoral del dictamen, los nombres de las tribus israelitas para mantener siempre vivo su recuerdo en presencia del Se&#241;or. 30En el pectoral del dictamen pondr&#225;s tambi&#233;n los Ur&#237;n y los Tum&#237;n, para que est&#233;n sobre el pecho de Aar&#243;n cuando se presente delante del Se&#241;or. As&#237; Aar&#243;n llevar&#225; constantemente sobre su pecho, en presencia del Se&#241;or, el dictamen de Dios acerca de los israelitas.</div><div class="s1">El manto</div><div class="r">(Ex 39,22-26)</div><div class="p"> 31Tejer&#225;s el manto del efod todo de p&#250;rpura violeta. 32En el centro tendr&#225; una abertura, como el cuello de un coselete, para que pueda pasar la cabeza; y alrededor de esa abertura tendr&#225; un dobladillo para que no se rasgue. 33El borde inferior del manto ir&#225; adornado con granadas de p&#250;rpura violeta, escarlata y carmes&#237;, y alternando con ellas, cascabeles de oro:#39,24-26. 34un cascabel de oro y una granada; otro cascabel de oro y otra granada; as&#237; todo el borde inferior del manto. 35Aar&#243;n vestir&#225; el manto cuando oficie como sacerdote, y el tintineo de los cascabeles se escuchar&#225; cuando entre en el santuario ante el Se&#241;or, y cuando salga; de no llevarlo, morir&#237;a.</div><div class="s1">El turbante</div><div class="r">(Ex 39,30-31)</div><div class="p"> 36Adem&#225;s har&#225;s una placa de oro puro y, como se hace en los sellos, grabar&#225;s en ella las palabras: &#171;Consagrado al Se&#241;or&#187;. 37La sujetar&#225;s con un cord&#243;n de p&#250;rpura violeta a la parte delantera del turbante. 38As&#237; estar&#225; sobre la frente de Aar&#243;n, y este se responsabilizar&#225; de cualquier falta que cometan los israelitas contra las cosas santas, al presentar sus ofrendas sagradas. La placa estar&#225; siempre sobre su frente para que sus ofrendas sean aceptadas por el Se&#241;or. 39La t&#250;nica y el turbante ser&#225;n tejidos de lino fino, y la faja estar&#225; art&#237;sticamente bordada.</div><div class="s1">El resto de las vestiduras</div><div class="r">(Ex 29,27)</div><div class="p"> 40Har&#225;s a los hijos de Aar&#243;n t&#250;nicas, fajas y turbantes que muestren el honor y la dignidad de su funci&#243;n sacerdotal.</div><div class="p"> 41Una vez revestidos, ungir&#225;s a tu hermano Aar&#243;n y a sus hijos, les conferir&#225;s autoridad y los consagrar&#225;s para que ejerzan mi sacerdocio. 42Les har&#225;s tambi&#233;n unos calzones de lino que los cubran de la cintura a los muslos, tapando as&#237; sus partes. 43Aar&#243;n y sus hijos deber&#225;n usarlos cuando entren en la Tienda del encuentro o se acerquen al altar para oficiar como sacerdotes en el santuario. De no hacerlo incurrir&#225;n en culpa y morir&#225;n. Esta es una norma perpetua para Aar&#243;n y sus descendientes.</div>
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 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch29" data-usfm="EXO.29">
 <div class="label">29</div><div class="s1">Consagraci&#243;n de Aar&#243;n y sus hijos#Lv 8,1-36.</div><div class="p"> 1Este es el ritual que seguir&#225;s con ellos para consagrarlos a m&#237; como sacerdotes: tomar&#225;s un novillo y dos carneros sin defecto, 2panes sin levadura, tortas sin levadura amasadas con aceite y obleas sin levadura untadas en aceite, elaboradas con harina de excelente calidad. 3Colocar&#225;s todo ello en un canastillo y lo presentar&#225;s junto con un novillo y dos carneros. 4Despu&#233;s conducir&#225;s a Aar&#243;n y a sus hijos a la entrada de la Tienda del encuentro y los lavar&#225;s con agua. 5Seguidamente tomar&#225;s las vestiduras y le pondr&#225;s a Aar&#243;n la t&#250;nica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ce&#241;ir&#225;s con el faj&#237;n del efod; 6colocar&#225;s sobre su cabeza el turbante y sobre este pondr&#225;s la diadema de la consagraci&#243;n. 7A continuaci&#243;n, lo ungir&#225;s derramando sobre su cabeza el aceite de la unci&#243;n. 8Despu&#233;s har&#225;s que se acerquen sus hijos: les pondr&#225;s las t&#250;nicas, 9ajustar&#225;s los turbantes sobre la cabeza de Aar&#243;n y sus hijos y les ce&#241;ir&#225;s los fajines. A ellos les corresponder&#225; el sacerdocio por derecho perpetuo. As&#237; es como consagrar&#225;s a Aar&#243;n y a sus hijos.</div><div class="s1">Las ofrendas</div><div class="p"> 10Traer&#225;s el novillo hasta la Tienda del encuentro; Aar&#243;n y sus hijos pondr&#225;n sus manos sobre la cabeza del animal, 11y all&#237;, a la entrada de la Tienda del encuentro, en presencia del Se&#241;or, lo degollar&#225;s. 12Con el dedo tomar&#225;s un poco de la sangre del novillo y untar&#225;s con ella los salientes del altar; con el resto de la sangre rociar&#225;s la base del altar. 13Tomar&#225;s la grasa que recubre las v&#237;sceras, el l&#243;bulo del h&#237;gado, los dos ri&#241;ones con su grasa y lo quemar&#225;s en el altar; 14sin embargo, la carne del novillo, su piel y sus intestinos, los quemar&#225;s fuera del campamento, pues es un sacrificio por el pecado.#Lv 4.</div><div class="p"> 15Despu&#233;s tomar&#225;s uno de los carneros sobre cuya cabeza pondr&#225;n sus manos Aar&#243;n y sus hijos. 16Lo degollar&#225;s y derramar&#225;s su sangre alrededor del altar. 17Luego lo descuartizar&#225;s, lavar&#225;s sus v&#237;sceras y patas, coloc&#225;ndolas sobre los trozos de carne y sobre la cabeza, 18y dejar&#225;s que todo se queme completamente sobre el altar. Este es un holocausto para el Se&#241;or, una ofrenda quemada cuyo olor le agrada.#Lv 1.</div><div class="p"> 19Tomar&#225;s seguidamente el segundo carnero sobre cuya cabeza pondr&#225;n sus manos Aar&#243;n y sus hijos. 20T&#250; lo degollar&#225;s y, tomando un poco de la sangre, untar&#225;s el l&#243;bulo de la oreja derecha de Aar&#243;n y de sus hijos y los pulgares de sus manos y pies derechos; el resto de la sangre lo derramar&#225;s alrededor del altar. 21Tomar&#225;s un poco de la sangre que est&#225; sobre el altar y del aceite de la unci&#243;n, y con ellos rociar&#225;s a Aar&#243;n y sus vestiduras, y a sus hijos y sus vestiduras. De este modo quedar&#225;n consagrados Aar&#243;n, sus hijos y las vestiduras de todos ellos.</div><div class="p"> 22A este carnero sacrificado en el rito de consagraci&#243;n del sacerdote le quitar&#225;s el rabo y las partes adiposas: la grasa que cubre las v&#237;sceras, el l&#243;bulo del h&#237;gado, los dos ri&#241;ones, la grasa que los recubre y tambi&#233;n la pata derecha; 23y del cestillo de los panes sin levadura presentados al Se&#241;or tomar&#225;s una rosca de pan, una torta amasada con aceite y una oblea; 24depositar&#225;s todo esto en las manos de Aar&#243;n y de sus hijos y lo ofrecer&#225;s delante del Se&#241;or haciendo el gesto ritual de presentaci&#243;n. 25Despu&#233;s, volver&#225;s a tomarlo de sus manos y lo quemar&#225;s en el altar, sobre los restos del anterior holocausto, como fragancia apaciguadora delante del Se&#241;or. Es una ofrenda que se quema en honor del Se&#241;or.</div><div class="p"> 26Tomar&#225;s tambi&#233;n el pecho del carnero que se utiliz&#243; para la consagraci&#243;n de Aar&#243;n y realizar&#225;s con &#233;l el ritual de presentaci&#243;n delante del Se&#241;or. Es la porci&#243;n que te corresponde. 27Apartar&#225;s el pecho presentado ritualmente y la pata de la ofrenda, es decir, las partes reservadas y ofrecidas del carnero que sirvieron para el gesto ritual de presentaci&#243;n de Aar&#243;n y sus hijos. 28Es la parte que Aar&#243;n y sus hijos recibir&#225;n de los israelitas, seg&#250;n un decreto perpetuo. Ser&#225; una ofrenda que los israelitas deber&#225;n seguir aportando en sus sacrificios de comuni&#243;n, algo reservado como ofrenda en honor del Se&#241;or.#Lv 3.</div><div class="p"> 29Las vestiduras sagradas de Aar&#243;n las heredar&#225;n sus descendientes al ser ungidos y consagrados con ellas. 30El hijo de Aar&#243;n que le suceda en el sacerdocio, las vestir&#225; durante siete d&#237;as, cada vez que entre en la Tienda del encuentro para oficiar en el santuario.</div><div class="s1">El banquete sagrado</div><div class="p"> 31En cuanto al carnero sacrificado en el rito de consagraci&#243;n, cuece su carne en lugar sagrado; 32Aar&#243;n y sus hijos la comer&#225;n con el pan del cestillo, a la entrada de la Tienda del encuentro. 33De este modo comer&#225;n todo aquello que sirvi&#243; para su expiaci&#243;n cuando fueron investidos como sacerdotes y consagrados a m&#237;. Ning&#250;n extra&#241;o deber&#225; comer de estas cosas, porque son ofrendas sagradas. 34Si sobra algo para el d&#237;a siguiente del pan o de la carne del rito de consagraci&#243;n, qu&#233;malo; que nadie lo coma, porque es parte de la ofrenda sagrada.</div><div class="p"> 35Esto es lo que har&#225;s con Aar&#243;n y sus hijos, de acuerdo con todas mis instrucciones. La ceremonia de su consagraci&#243;n durar&#225; siete d&#237;as. 36Cada uno de esos d&#237;as ofrecer&#225;s un novillo como sacrificio de expiaci&#243;n por el pecado; purificar&#225;s el altar ofreciendo sobre &#233;l un sacrificio por el pecado, y lo consagrar&#225;s derramando aceite sobre &#233;l. 37Durante siete d&#237;as har&#225;s expiaci&#243;n por el altar y lo consagrar&#225;s. As&#237; el altar quedar&#225; tan santificado que todo lo que entre en contacto con &#233;l quedar&#225; consagrado.</div><div class="s1">Las ofrendas diarias</div><div class="p"> 38Esta es la ofrenda que cada d&#237;a, perpetuamente, ofrecer&#225;s sobre el altar: dos corderos de un a&#241;o. 39Ofrecer&#225;s uno de ellos al despuntar el d&#237;a, y el otro al caer la tarde. 40Con el primer cordero ofrecer&#225;s dos kilos de harina de excelente calidad amasada con un litro de aceite y, como libaci&#243;n, un litro de vino. 41A la ca&#237;da de la tarde ofrecer&#225;s el otro cordero, con una ofrenda y una libaci&#243;n iguales a las de la ma&#241;ana, como una ofrenda quemada cuyo olor le agrada al Se&#241;or. 42Las generaciones futuras deber&#225;n ofrecer perpetuamente este holocausto, que tendr&#225; lugar a la entrada de la Tienda del encuentro, porque es all&#237; donde yo me encontrar&#233; contigo para hablarte. 43All&#237; me encontrar&#233; con los israelitas, y el lugar quedar&#225; consagrado por mi gloriosa presencia. 44Consagrar&#233; la Tienda del encuentro y el altar; a Aar&#243;n y a sus hijos los consagrar&#233; como sacerdotes a mi servicio. 45Yo habitar&#233; en medio de los israelitas y ser&#233; su Dios. 46As&#237; reconocer&#225;n que yo soy el Se&#241;or su Dios, el que los sac&#243; de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Se&#241;or su Dios.</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch30" data-usfm="EXO.30">
 <div class="label">30</div><div class="s1">El altar del incienso</div><div class="r">(Ex 37,25-28)</div><div class="p"> 1Har&#225;s con madera de acacia un altar para quemar incienso. 2Su forma ser&#225; cuadrada y medir&#225; medio metro de largo, por medio metro de ancho, y un metro de alto. Sus salientes en forma de cuernos formar&#225;n una pieza con &#233;l. 3Recubrir&#225;s de oro puro su parte superior, todos sus lados y sus salientes en forma de cuernos, y le pondr&#225;s una moldura de oro alrededor. 4Fijar&#225;s unas argollas de oro debajo de la moldura, dos en un lado y dos en el otro; por ellas pasar&#225;s los dos varales que servir&#225;n para transportarlo. 5Los varales los har&#225;s de madera de acacia y los recubrir&#225;s de oro. 6Colocar&#225;s el altar delante del velo que oculta el Arca del testimonio, frente a la cubierta que lo recubre, all&#237; donde yo me encontrar&#233; contigo. 7Cada ma&#241;ana, al preparar las l&#225;mparas, Aar&#243;n quemar&#225; incienso arom&#225;tico sobre &#233;l; 8y a la ca&#237;da de la tarde, cuando Aar&#243;n vuelva a preparar las l&#225;mparas, quemar&#225; incienso de nuevo. Las generaciones venideras deber&#225;n ofrecer perpetuamente esta ofrenda perfumada delante del Se&#241;or. 9Sobre este altar no se debe quemar otro incienso, ni holocaustos, ni ofrendas, ni derramar libaci&#243;n alguna. 10Una vez al a&#241;o, Aar&#243;n realizar&#225; el ritual de la expiaci&#243;n. Lo har&#225; derramando sobre los salientes en forma de cuernos del altar la sangre del sacrificio expiatorio. Este rito ser&#225; repetido cada a&#241;o, generaci&#243;n tras generaci&#243;n. El altar ser&#225; considerado sant&#237;simo, porque est&#225; consagrado al Se&#241;or.</div><div class="s1">El impuesto para la Tienda del encuentro#Nm 1,2-24.</div><div class="r">(Ex 38,25-26)</div><div class="p"> 11El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 12&#8212;Cuando hagas el recuento de los israelitas, con el fin de censarlos, cada uno deber&#225; dar una contribuci&#243;n al Se&#241;or a modo de rescate de su vida; as&#237; no recaer&#225; sobre ellos ninguna calamidad al ser empadronados. 13Cada uno de los censados dar&#225; como contribuci&#243;n al Se&#241;or seis gramos de plata, seg&#250;n la tasaci&#243;n oficial del santuario: la ofrenda al Se&#241;or ser&#225; de seis gramos de plata.#38,25-26; Mt 17,24. 14Todos los censados, siempre que tengan veinte a&#241;os o m&#225;s, entregar&#225;n esta contribuci&#243;n al Se&#241;or. 15Al entregar cada uno al Se&#241;or su contribuci&#243;n para rescatar su vida, ni el rico dar&#225; m&#225;s de seis gramos de plata, ni el pobre menos de seis. 16T&#250; recibir&#225;s el dinero del rescate de los israelitas y lo destinar&#225;s al servicio de la Tienda del encuentro. As&#237; el Se&#241;or tendr&#225; siempre presente que los israelitas han pagado por el rescate de sus vidas.</div><div class="s1">La pila de bronce</div><div class="r">(Ex 38,8)</div><div class="p"> 17El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 18&#8212;Har&#225;s una pila de bronce, con su base del mismo metal, para realizar las purificaciones. La colocar&#225;s entre la Tienda del encuentro y el altar, y la llenar&#225;s de agua#38,8. 19para que en ella se laven las manos y los pies Aar&#243;n y sus hijos. 20Si no quieren morir, se lavar&#225;n con esta agua antes de entrar en la Tienda del encuentro y tambi&#233;n antes de acercarse al altar para oficiar y presentar la ofrenda que se quema para el Se&#241;or. 21Se lavar&#225;n las manos y los pies; de no hacerlo as&#237;, morir&#225;n. Esta es una norma que Aar&#243;n y sus descendientes deber&#225;n observar perpetuamente.</div><div class="s1">El aceite de la unci&#243;n</div><div class="r">(Ex 37,29; 40,9-15)</div><div class="p"> 22El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 23&#8212;Prov&#233;ete de las plantas arom&#225;ticas m&#225;s preciadas: seis kilos de mirra en grano, la mitad, o sea tres kilos, de cinamomo oloroso, tres kilos de ca&#241;a arom&#225;tica, 24seis kilos de casia &#8212;pesados seg&#250;n el peso oficial del santuario&#8212; y siete litros de aceite de oliva. 25Estos son los ingredientes para elaborar el aceite sagrado de la unci&#243;n. Usando el arte de los perfumistas preparar&#225;s con ellos el ung&#252;ento arom&#225;tico, 26con el cual ungir&#225;s la Tienda del encuentro, el Arca del testimonio, 27la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus accesorios, el altar del incienso, 28el altar de los holocaustos con todos sus utensilios y la pila con su base. 29As&#237; los consagrar&#225;s y quedar&#225;n tan santificados que, todo cuanto entre en contacto con ellos, quedar&#225; consagrado. 30Tambi&#233;n ungir&#225;s a Aar&#243;n y a sus hijos y los consagrar&#225;s como sacerdotes a mi servicio.#Sal 133,2. 31A los israelitas dir&#225;s: &#171;Este es el aceite que deb&#233;is usar para la unci&#243;n sagrada de ahora en adelante&#187;. 32Pero que nadie lo use para perfumarse, ni imite su receta. Es un aceite sagrado, y como tal deb&#233;is considerarlo. 33Si alguien prepara un ung&#252;ento semejante o lo usa con una persona no adecuada, ser&#225; expulsado de la comunidad.</div><div class="p"> 34El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Toma en cantidades iguales las siguientes especias olorosas: resina, u&#241;a arom&#225;tica, incienso puro y g&#225;lbano arom&#225;tico; 35con el arte de los perfumistas, elabora un incienso arom&#225;tico y a&#241;&#225;dele sal para que sea puro y santo. 36Una parte del incienso mu&#233;lelo muy fino y espolvor&#233;alo ante el Arca del testimonio, en la Tienda del encuentro, es decir, en el lugar donde yo me encontrar&#233; contigo. Considerad este incienso como una cosa sant&#237;sima; 37por tanto, que nadie imite la receta para uso personal. Consideradlo como algo sagrado y exclusivo del Se&#241;or. 38Si alguno prepara una mezcla semejante para disfrutar de su fragancia, ser&#225; expulsado de la comunidad.</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch31" data-usfm="EXO.31">
 <div class="label">31</div><div class="p"> 1El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 2&#8212;Mira, he elegido a Besalel, hijo de Ur&#237;, hijo de Jur, de la tribu de Jud&#225;,#1 Cr 2,18-20. 3y lo he dotado de habilidades extraordinarias, de destreza, talento y pericia en toda clase de trabajos; 4podr&#225; as&#237; idear proyectos y realizarlos en oro, plata y bronce, 5tallar y engastar piedras preciosas, trabajar la madera y realizar cualquier otra labor. 6Le he asignado como ayudante a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. Tambi&#233;n he dotado de una habilidad especial a todos los artesanos competentes para que puedan realizar todo lo que he mandado construir, 7a saber, la Tienda del encuentro, el Arca del testimonio, la cubierta que va sobre el Arca y todos los utensilios de la Tienda: 8la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro puro y todos sus accesorios, el altar del incienso, 9el altar de los holocaustos y todos sus utensilios, la pila de bronce con su base; 10las vestiduras de ceremonia, tanto las vestiduras sagradas del sacerdote Aar&#243;n como las de sus hijos para cuando oficien como sacerdotes; 11el aceite de la unci&#243;n y el incienso arom&#225;tico para el santuario. Todo lo har&#225;n seg&#250;n las instrucciones que te he dado.</div><div class="s1">Descanso sab&#225;tico#28,8-11+; 35,1-3; Dt 5,12-14.</div><div class="p"> 12El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 13&#8212;Di a los israelitas: Pero sobre todo, observar&#233;is mis s&#225;bados, pues esta es la se&#241;al de la alianza sellada entre vosotros y yo durante todas vuestras generaciones. As&#237; se conocer&#225; que he sido yo, el Se&#241;or, quien os ha consagrado. 14El s&#225;bado ser&#225; para vosotros un d&#237;a sagrado; observadlo. Quien lo profane, morir&#225; sin remedio. Todo aquel que realice cualquier trabajo en ese d&#237;a ser&#225; expulsado de su pueblo. 15Durante seis d&#237;as pod&#233;is trabajar, pero el s&#233;ptimo d&#237;a es s&#225;bado, d&#237;a de descanso solemne consagrado a m&#237;. Si alguien trabaja, morir&#225; sin remedio. 16Los israelitas y sus descendientes observar&#225;n el s&#225;bado como se&#241;al de alianza eterna. 17Para siempre este d&#237;a ser&#225; una se&#241;al de la alianza sellada entre los israelitas y yo, porque el Se&#241;or hizo el cielo y la tierra en seis d&#237;as y el s&#233;ptimo dej&#243; de trabajar y descans&#243;.#20,11.</div><div class="ms2">Ruptura y renovaci&#243;n de la Alianza (31,18&#8211;34,35)</div><div class="s1">El becerro de oro</div><div class="p"> 18Cuando el Se&#241;or termin&#243; de hablar con Mois&#233;s en el monte Sina&#237;, le dio las dos tablas del testimonio: tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.#24,18.</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch32" data-usfm="EXO.32">
 <div class="label">32</div><div class="p"> 1Viendo el pueblo que Mois&#233;s tardaba en bajar del monte, se presentaron en masa ante Aar&#243;n y le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Anda, haznos un dios que nos gu&#237;e pues no sabemos qu&#233; le habr&#225; pasado a ese Mois&#233;s, el hombre que nos sac&#243; de Egipto.#Hch 7,40-41.</div><div class="p"> 2Aar&#243;n les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Quitad los pendientes de oro que llevan en las orejas vuestras mujeres, hijos e hijas, y tra&#233;dmelos.</div><div class="p"> 3Todos se quitaron los pendientes de oro de las orejas y se los llevaron a Aar&#243;n; 4este los recibi&#243; de sus manos e hizo con el oro fundido un becerro modelado a cincel. Entonces ellos exclamaron:</div><div class="p">&#8212;&#161;Israel, este es tu dios, el que te sac&#243; de Egipto!</div><div class="p"> 5Cuando Aar&#243;n vio esto, construy&#243; un altar delante del becerro y proclam&#243;:</div><div class="p">&#8212;Ma&#241;ana ser&#225; un d&#237;a de fiesta en honor del Se&#241;or.</div><div class="p"> 6Al d&#237;a siguiente madrugaron y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comuni&#243;n. Despu&#233;s se sentaron a comer y beber y, al finalizar, se levantaron a divertirse. 7El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Desciende del monte, porque tu pueblo, el que t&#250; sacaste de Egipto, se ha pervertido. 8Muy pronto se han apartado del camino que yo les hab&#237;a indicado. Se han fabricado un becerro de metal al que adoran y ofrecen sacrificios al tiempo que proclaman: &#171;&#161;Israel, este es tu dios, el que te sac&#243; de Egipto!&#187;.#Dt 9,10-11.</div><div class="p"> 9El Se&#241;or continu&#243; diciendo:</div><div class="p">&#8212;Me estoy dando cuenta de que este pueblo es muy testarudo. 10D&#233;jame, pues, que descargue mi ira contra ellos y los aniquile. Y t&#250; ser&#225;s el que d&#233; origen a una gran naci&#243;n.#Gn 12,2; Dt 9,13-14.</div><div class="p"> 11Entonces Mois&#233;s intent&#243; aplacar el furor del Se&#241;or, su Dios, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, &#191;por qu&#233; vas a descargar tu ira contra tu pueblo, el mismo en favor del que hiciste uso de tu gran fuerza y poder para sacarlo de Egipto? 12&#191;Acaso vas a permitir que los egipcios digan: &#171;Con malos fines los sac&#243; Dios; lo hizo para matarlos en las monta&#241;as y borrarlos de la faz de la tierra&#187;? No te dejes llevar por la ira y renuncia al castigo que pensabas para tu pueblo. 13Acu&#233;rdate de tus siervos Abrah&#225;n, Isaac e Israel, a quienes hiciste solemne promesa diciendo: &#171;Multiplicar&#233; vuestra descendencia como las estrellas del cielo y dar&#233; a vuestros descendientes como herencia perpetua la tierra de la que os he hablado&#187;.#Gn 22,16-17; 26,3-4.</div><div class="p"> 14Entonces el Se&#241;or renunci&#243; a aplicar el castigo con que hab&#237;a amenazado a su pueblo.</div><div class="p"> 15Mois&#233;s se volvi&#243; y descendi&#243; del monte trayendo en sus manos las dos tablas del testimonio. Estaban escritas por ambos lados, por delante y por detr&#225;s.#Dt 9,15. 16Las tablas y la escritura que hab&#237;a grabada en ellas eran obra de Dios.</div><div class="p"> 17Cuando Josu&#233; escuch&#243; el griter&#237;o del pueblo, dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Se escuchan gritos de guerra en el campamento.</div><div class="p"> 18Y Mois&#233;s respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;No son gritos de victoria ni de derrota; lo que estoy oyendo son cantos festivos.</div><div class="p"> 19Cuando lleg&#243; Mois&#233;s al campamento y vio el becerro y las danzas, se enfureci&#243; y arroj&#243; al pie del monte las tablas que llevaba en sus manos, haci&#233;ndolas a&#241;icos. 20Agarr&#243; el becerro que hab&#237;an fabricado, lo arroj&#243; al fuego y, una vez convertido en ceniza, lo disolvi&#243; en agua y oblig&#243; a los israelitas a que bebieran esa agua.#Dt 9,21; Nm 5,11-31.</div><div class="p"> 21Y dijo a Aar&#243;n:</div><div class="p">&#8212;&#191;Se puede saber qu&#233; te hizo este pueblo para que le indujeras a cometer un acto tan aberrante?</div><div class="p"> 22Aar&#243;n respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or m&#237;o, no te enfades contra m&#237;; t&#250; sabes que este pueblo es proclive al mal. 23Me dijeron: &#171;Haznos un dios que nos gu&#237;e, pues no sabemos qu&#233; le habr&#225; pasado a ese Mois&#233;s, el hombre que nos sac&#243; de Egipto&#187;. 24Yo les contest&#233;: &#171;El que tenga oro, que se desprenda de &#233;l&#187;. Ellos me lo entregaron, yo lo ech&#233; al fuego &#161;y sali&#243; este becerro!</div><div class="p"> 25Se percat&#243; Mois&#233;s de que el pueblo estaba descontrolado, pues Aar&#243;n no le hab&#237;a puesto freno, y ahora el pueblo estaba expuesto a las burlas de sus enemigos. 26Entonces Mois&#233;s se plant&#243; en la puerta del campamento y grit&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#161;Que se pongan a mi lado los que est&#225;n de parte del Se&#241;or!</div><div class="p">Y todos los levitas se le unieron.</div><div class="p"> 27&#201;l les dijo:</div><div class="p">&#8212;As&#237; ha dicho el Se&#241;or, el Dios de Israel: Que cada uno se ci&#241;a su espada al muslo, recorra el campamento y vaya de puerta en puerta matando a los culpables sin tener en cuenta si es su hermano, su amigo o su vecino.#Ez 9,5-6.</div><div class="p"> 28Los levitas cumplieron la orden de Mois&#233;s y aquel d&#237;a murieron unos tres mil hombres del pueblo. 29Mois&#233;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;Hoy el Se&#241;or os bendice y os constituye sus sacerdotes, pues lo hab&#233;is preferido a vuestros propios hijos y hermanos.#Dt 33,9.</div><div class="s1">Intercesi&#243;n de Mois&#233;s</div><div class="p"> 30Al d&#237;a siguiente Mois&#233;s dijo al pueblo:</div><div class="p">&#8212;Hab&#233;is cometido un pecado grav&#237;simo; no obstante voy a subir adonde est&#225; el Se&#241;or, a ver si logro que os perdone.</div><div class="p"> 31Volvi&#243; Mois&#233;s adonde estaba el Se&#241;or, y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Sin duda que este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro. 32Pero te ruego que les perdones su pecado; si no lo haces, b&#243;rrame del libro donde nos tienes inscritos.#Rm 9,3.</div><div class="p"> 33Pero el Se&#241;or le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Al que haya pecado contra m&#237;, lo borrar&#233; del libro. 34T&#250; lleva al pueblo al lugar que te dije. Mi &#225;ngel te ir&#225; guiando. Y llegado el momento les pedir&#233; cuentas por su pecado.#23,20.</div><div class="p"> 35Y el Se&#241;or castig&#243; al pueblo por haber adorado al becerro de oro fabricado por Aar&#243;n.</div>
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