Hablar con Dios en oraciónMuestra
ANHELA A DIOS
HABLA CON DIOS
Dale gracias a Dios por amarte y por querer que aprendas a hablar con Él a través de la oración. Pídele que te enseñe a orar.
PROFUNDIZA
Haz tres juegos de tarjetas y escribe en ellas los nombres de las siguientes personas: tu abuelo, tu mejor amigo, tu pastor, el cajero del supermercado y el primo de un vecino. Ordena el primer montón poniendo primero a la persona con la que más hablas y por último la persona con la que menos hablas. Ordena el segundo montón de la misma manera, poniendo arriba a la persona a la que te gustaría parecerte más. Coloca el tercer montón junto a los otros dos, poniendo arriba a la persona a quien eches más de menos. Compara lo parecidas que son tus listas.
PROFUNDIZA
La oración simplemente es hablar con Dios, quien te ama y quiere lo mejor para ti. Del mismo modo que puedes echar de menos a un ser amado cuando se va, tu espíritu echa de menos a Dios cuando no pasas tiempo hablando con Él. La Biblia a menudo dice que este anhelo de estar con Dios es como tener sed o hambre. Lee el Salmo 42:1-2: «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?». Puedes acudir a Dios en oración y encontrarte con Él, así como el ciervo encuentra agua en un arroyo cuando tiene sed.
DIALOGA
- ¿Qué piensas cuando tienes hambre o sed?
- ¿En qué se parece estar con Dios a estar con una persona a la que amas? ¿En qué se diferencia?
- ¿Cómo puedes saber que tu espíritu tiene sed de estar con Dios?
HABLA CON DIOS
Dale gracias a Dios por amarte y por querer que aprendas a hablar con Él a través de la oración. Pídele que te enseñe a orar.
PROFUNDIZA
Haz tres juegos de tarjetas y escribe en ellas los nombres de las siguientes personas: tu abuelo, tu mejor amigo, tu pastor, el cajero del supermercado y el primo de un vecino. Ordena el primer montón poniendo primero a la persona con la que más hablas y por último la persona con la que menos hablas. Ordena el segundo montón de la misma manera, poniendo arriba a la persona a la que te gustaría parecerte más. Coloca el tercer montón junto a los otros dos, poniendo arriba a la persona a quien eches más de menos. Compara lo parecidas que son tus listas.
PROFUNDIZA
La oración simplemente es hablar con Dios, quien te ama y quiere lo mejor para ti. Del mismo modo que puedes echar de menos a un ser amado cuando se va, tu espíritu echa de menos a Dios cuando no pasas tiempo hablando con Él. La Biblia a menudo dice que este anhelo de estar con Dios es como tener sed o hambre. Lee el Salmo 42:1-2: «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?». Puedes acudir a Dios en oración y encontrarte con Él, así como el ciervo encuentra agua en un arroyo cuando tiene sed.
DIALOGA
- ¿Qué piensas cuando tienes hambre o sed?
- ¿En qué se parece estar con Dios a estar con una persona a la que amas? ¿En qué se diferencia?
- ¿Cómo puedes saber que tu espíritu tiene sed de estar con Dios?
Escritura
Acerca de este Plan
La vida familiar puede ser ajetreada: puede que no siempre apartemos tiempo para orar, y mucho menos para acordarnos de ayudar a nuestros hijos a desarrollar el hábito de incluir a Dios en su día. Con este plan tu familia verá lo mucho que Dios quiere oír de nosotros y la manera en que la oración fortalece nuestra relación tanto con Él como entre nosotros. Cada día incluye un motivo de oración, una breve lectura bíblica con su correspondiente explicación, una actividad práctica y preguntas para debate.
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Nos gustaría dar las gracias a Enfoque en la Familia por proporcionar este plan. Para más información visita www.enfoquealafamilia.com