Mi Propia LuzMuestra
Ten una mirada radiante
“Una mirada radiante alegra el corazón, y las buenas noticias renuevan las fuerzas”.
-Proverbios 15:30
Una mirada radiante es una mirada llena de luz, una mirada llena de amor, compasión, ternura, comprensión. Este tipo de mirada alegra el corazón de quien es observado. Nos gusta ser vistos, que nos presten atención, desde niños reclamamos dicha atención y exigimos miradas. Que bonito es ver y ser vistos con una mirada radiante.
¿Cómo miras a los demás? ¿Está tu mirada llena de luz y vida? Cuida la forma en que miras, procura que en ti haya luz y puedas tener una mirada radiante. Recuerda que con nuestras miradas podemos comunicar muchas cosas, procura que tu mirada este llena de luz y vida para otros. Recuerda que muchas veces una mirada puede decir más que muchas palabras.
Hablemos por un momento de la luz y las sombras. Me parece interesante que el fuego no tiene sombra. Si prendes una vela e iluminas con una linterna la llama de fuego, esta no producirá sombra. ¿Por qué? Porque no puede impedir el paso de la luz, porque la llama de fuego es una fuente de luz. Trasladé esto a mi vida espiritual y fue como si el Espíritu Santo me dijera: Amneris, si no quieres que en tu vida haya sombras o manchas oscuras cuando la luz apunte hacia ti, tienes que ser como el fuego. Tienes que tener siempre tu llama encendida, no pares de brillar, ¡no dejes de ser luz! No siempre la llama será grande, quizás mengue y brille menos, pero no importa, porque aún tendrás algo de luz. En otras será tan grande como una fogata que da calor a muchas personas, lo importante que es la mantengas tu luz encendida en todo momento. Hay una luz en ti que no viene de ti, sino de quien está en ti. ¿Me estás entendiendo? Pon tu nombre aquí y repite: __________, si quieres que en tu vida no haya rastro de oscuridad… ¡tienes que brillar!
¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!
Isaías 60:1
Ahora, la realidad es que siempre habrá rincones en nuestro corazón que no queremos que sean descubiertos. Es como ese cajón que todas tenemos en la casa donde hay un desorden. En ese cajón encontramos de todo: llaves, baterías, agujas, tarjetas de presentaciones, botones, monedas, etc…
Para todos los miembros de la familia ese cajón es conocido, pero nos sentiríamos muy avergonzados si alguien que visita la casa viera tal reguero. Sería incómodo, porque a nadie le gusta que miren su lado oscuro, su desorden, su reguero.
Sin embargo, Dios quiere entrar en el rincón oscuro y desordenado que tienes en tu alma para trabajar. Dios quiere entrar donde todo es un caos y con su luz comenzar a organizar ese rincón oscuro. ¿Es incómodo?… sí, ¿doloroso?… tal vez… ¿estarás mejor cuando Él termine? ¡Definitivamente!
No temas abrir tu corazón a Dios, Él disipará toda la oscuridad en tu vida, si le das la oportunidad.
Medita en lo siguiente: ¿Qué área necesitas entregar? ¿Dónde hace falta luz y orden?
¿En tus emociones, pensamientos, relaciones amorosas, relaciones familiares, trabajo, iglesia, negocio, ministerio, adicciones, frustraciones, rencores?
Pero, si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:7
Él nos limpia de todo pecado. No hay nada en nosotros que sorprenda a Dios, Él lo conoce todo…solo quiere que lo expongas a la luz para limpiarte de todo pecado. Él entra a tu caos, si tú se lo permites.
Escritura
Acerca de este Plan
Dios nos puso como lumbreras para que podamos ser luz para otros, pero también para nosotras mismas. No podemos permitir que la oscuridad gobierne nuestras vidas. Mantén encendida la llama de Dios en ti y ¡brilla! En este devocional de tres días reflexionaremos en estos temas: -Sigue tu propia luz -Ten una mirada radiante -¡Brilla!Mi propia luz
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Nos gustaría agradecer a Amneris Meléndez por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.amnerismelendez.com/