Biblia Anual (Mes 4)Muestra

Miembros de la familia de Dios

Este día el capítulo 2 de Efesios trae revelaciones muy importantes, como que nosotros los gentiles (quienes no pertenecemos al pueblo judío, el pueblo elegido por Dios) ya no somos advenedizos, sino que con la obra de Cristo en la cruz, nos reconciliamos (ambos pueblos, judíos y gentiles) para formar parte de un mismo pueblo.

¿Sabías que si tú aceptas a Cristo como tu único y suficiente salvador, formas parte de la familia de Dios? Sí, así es, “los pecadores redimidos no solo nos convertimos en ciudadanos celestiales, sino que formamos parte de la familia de Dios, pues nuestro Padre Celestial nos da a quienes creemos en el sacrificio de Jesús en la cruz, el mismo amor infinito que le dio a Su Hijo”. ¡Qué hermoso e invaluable privilegio! (BEM)

En el capítulo 3, Pablo nos habla del amor tan basto, tan grande, tan perfecto que Dios nos da y que desea depositar en nosotros para ser llenos de Su plenitud. Es el deseo de Pablo que seamos los recipientes de todo lo que Dios nos ofrece, todas las riquezas de Su gracia, Su poder, Su majestad, Su gracia, Su sabiduría, paciencia, misericordia y TODO LO QUE ÉL ES Y HACE.

Y el capítulo 4 nos habla de la madurez que debemos alcanzar todos los creyentes, para ya no ser como niños pequeños que se dejan llevar, sino que tengamos el discernimiento para evitar las falsas doctrinas. Tenemos que experimentar la nueva vida en Cristo, despojándonos, es decir, dejar por completo las cosas del pasado que hacíamos y pensábamos cuando estábamos alejados de la vida de Dios y éramos incrédulos.

Referencia:

Escritura marcada (BEM) es tomada de la Biblia de estudio MacArthur (2015)