Fe, Palabra y Oración

Compartiendo a Jesús después de la Navidad

Reinicio

Gobernando Bien Tu Casa

Dios en Medio de la Depresión

Compartir tu Fe con Amigos y Familia: Una Guía Práctica

¡Levántate! 7 Claves Para Levantarte Y Seguir.

Conquistar El Miedo a Compartir Tu Fe

Todos a La Mesa

La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkLUK">
 <div class="chapter ch18" data-usfm="LUK.18.31+LUK.18.32+LUK.18.33+LUK.18.34+LUK.18.35+LUK.18.36+LUK.18.37+LUK.18.38+LUK.18.39+LUK.18.40+LUK.18.41+LUK.18.42+LUK.18.43">
 <div class="p">31Jes&#250;s, tomando aparte a los Doce, les dijo:</div><div class="p">&#8212;Ya veis que estamos subiendo a Jerusal&#233;n, donde ha de cumplirse todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.#6,13; 24,25-27.44.46; Hch 3,18; 13,27-29. 32All&#237; ser&#225; entregado en manos de extranjeros que se burlar&#225;n de &#233;l, lo insultar&#225;n, le escupir&#225;n,#Mt 16,21 y par., 17,22-23 y par. (ver Lc 12,50; 13,32-33). 33lo golpear&#225;n y le dar&#225;n muerte. Pero al tercer d&#237;a resucitar&#225;.</div><div class="p"> 34Los ap&#243;stoles no comprend&#237;an nada. No pod&#237;an entender lo que Jes&#250;s les dec&#237;a, porque el sentido de sus palabras era un misterio para ellos.#9,45; Mc 4,13; 7,18; 8,17-21; 9,32.</div><div class="s1">Curaci&#243;n del ciego de Jeric&#243;</div><div class="r">(Mt 20,29-34; Mc 10,46-52)</div><div class="p"> 35Jes&#250;s iba acerc&#225;ndose a Jeric&#243;. Y un ciego que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna, 36al o&#237;r el alboroto de la gente que pasaba, pregunt&#243; qu&#233; era aquello. 37Le contestaron:</div><div class="p">&#8212;Es que est&#225; pasando por aqu&#237; Jes&#250;s de Nazaret.#17,13; Mt 1,1; 2,23; 9,27; 15,22; Hch 2,22; 3,6; 22,8; 26,9.</div><div class="p"> 38Entonces el ciego se puso a gritar:</div><div class="p">&#8212;&#161;Jes&#250;s, hijo de David, ten compasi&#243;n de m&#237;!</div><div class="p"> 39Los que iban delante le mandaban que callara, pero &#233;l gritaba cada vez m&#225;s:</div><div class="p">&#8212;&#161;Hijo de David, ten compasi&#243;n de m&#237;!</div><div class="p"> 40Jes&#250;s, entonces, se detuvo y mand&#243; que se lo trajeran. Cuando ya lo ten&#237;a cerca, le pregunt&#243;:</div><div class="p"> 41&#8212;&#191;Qu&#233; quieres que haga por ti?</div><div class="p">El ciego contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, que vuelva a ver.</div><div class="p"> 42Jes&#250;s le dijo:</div><div class="p">&#8212;Recobra la vista. Tu fe te ha sanado.#7,50; 8,48 y par.; 17,19.</div><div class="p"> 43En el mismo instante, el ciego recobr&#243; la vista y, dando gloria a Dios, se uni&#243; a los que segu&#237;an a Jes&#250;s. Y todo el pueblo que presenci&#243; lo sucedido alab&#243; tambi&#233;n a Dios.#2,20.28.</div>
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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch12" data-usfm="DEU.12">
 <div class="label">12</div><div class="ms1">III. El c&#243;digo deuteron&#243;mico (12,1&#8211;26,15)</div><div class="s1">El santuario &#250;nico</div><div class="p"> 1Estas son las normas y preceptos que deb&#233;is cumplir cuidadosamente todos los d&#237;as de vuestra vida, en la tierra que el Se&#241;or, el Dios de tus antepasados, os da en posesi&#243;n.</div><div class="p"> 2Destruid completamente todos los lugares en los que las naciones que vais a conquistar han dado culto a sus dioses, sea en lo alto de los montes, en las colinas y bajo cualquier &#225;rbol frondoso. 3Derribad sus altares, haced pedazos sus piedras votivas, quemad sus &#225;rboles sagrados, derribad las im&#225;genes de sus dioses y haced desaparecer su recuerdo de esos lugares.</div><div class="p"> 4Con el Se&#241;or vuestro Dios obrar&#233;is de modo diferente.#4,31. 5Tan solo ir&#233;is a buscar al Se&#241;or vuestro Dios al lugar que &#233;l escoja de entre todas vuestras tribus para convertirlo en su morada y hacer que all&#237; resida su nombre. 6All&#237; llevar&#233;is vuestros holocaustos y sacrificios, vuestros diezmos y contribuciones, vuestras ofrendas votivas y voluntarias, y tambi&#233;n las primeras cr&#237;as de tus vacas y ovejas.#14,22-29. 7All&#237;, en presencia del Se&#241;or vuestro Dios, vosotros y vuestras familias comer&#233;is y har&#233;is fiesta por los frutos de vuestro trabajo con que el Se&#241;or tu Dios te haya bendecido.</div><div class="p"> 8All&#237; no har&#233;is lo que ahora hacemos aqu&#237;, donde cada uno hace lo que mejor le parece,#Jue 17,6; 21,25. 9porque todav&#237;a no hab&#233;is llegado al lugar de descanso, a la herencia que el Se&#241;or tu Dios te da. 10Pero una vez que hay&#225;is cruzado el Jord&#225;n y viv&#225;is en la tierra que el Se&#241;or vuestro Dios os da en herencia, &#233;l os mantendr&#225; a salvo de los enemigos que os rodean, y vivir&#233;is tranquilos. 11Y al llegar al lugar que el Se&#241;or vuestro Dios escoja como morada de su nombre, llevar&#233;is all&#237; todo lo que os he ordenado: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y vuestras contribuciones, junto con las ofrendas m&#225;s selectas de vuestras posesiones que le hay&#225;is prometido al Se&#241;or. 12Y har&#233;is fiesta en presencia del Se&#241;or vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos e hijas, vuestros siervos y siervas, y tambi&#233;n el levita que vive en vuestras ciudades, ya que &#233;l no recibi&#243; parte o herencia con vosotros.</div><div class="p"> 13Ten cuidado de no ofrecer sacrificios all&#225; donde te apetezca. 14Tus holocaustos los ofrecer&#225;s &#250;nicamente en el lugar escogido por el Se&#241;or en una de las tribus. Solo all&#237; har&#225;s todo lo que yo te ordeno.</div><div class="p"> 15Sin embargo, eres libre de matar animales y comer carne en cualquiera de tus ciudades, en la medida de los bienes que el Se&#241;or tu Dios te haya dado. Podr&#225;n comerla el puro y el impuro, como si se tratase de gacela o ciervo. 16Pero no comer&#233;is la sangre,#15,23; Gn 9,4; Lv 7,26-27; 17,10-14; 19,26. sino que la derramar&#225;s en la tierra, como el agua.</div><div class="p"> 17No podr&#225;s comer en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, ni las primeras cr&#237;as de tus vacas y de tus ovejas, ni lo que hayas prometido con voto, ni tus ofrendas voluntarias ni tus contribuciones, 18sino que lo comer&#225;s en presencia del Se&#241;or tu Dios, en el lugar que &#233;l escoja. As&#237; tambi&#233;n lo har&#225;n tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que vive en tus ciudades. Te regocijar&#225;s ante el Se&#241;or tu Dios por el fruto de tu trabajo. 19Ten cuidado de no desamparar jam&#225;s al levita mientras vivas en tu tierra.</div><div class="p"> 20Cuando el Se&#241;or tu Dios ensanche tu territorio, como te ha prometido, si sientes deseos de comer carne, podr&#225;s comerla siempre que te apetezca. 21Si el lugar que el Se&#241;or tu Dios escogi&#243; como morada de su nombre queda demasiado lejos de donde t&#250; resides, podr&#225;s matar tanto vacas como ovejas de las que te d&#233; el Se&#241;or, y comer en tu ciudad toda la carne que te apetezca. Pero hazlo tal como &#233;l te ha prescrito. 22Lo mismo que se come la carne de gacela o ciervo, as&#237; la comer&#225;s. Podr&#225; comerla tanto el puro como el impuro. 23Pero de ninguna manera comas la sangre, porque la sangre es la vida, y no debes comer la vida al comer la carne. 24No comer&#225;s, pues, la sangre sino que debes derramarla en tierra como el agua.#Lv 1,5; 17,10-14. 25Si lo haces as&#237;, ser&#233;is dichosos t&#250; y tus hijos despu&#233;s de ti, porque habr&#233;is actuado del modo que agrada al Se&#241;or. 26Al lugar que el Se&#241;or haya escogido, llevar&#225;s solo las cosas que hayas consagrado y las que ofrezcas como voto. 27All&#237; ofrecer&#225;s tus holocaustos: la carne y la sangre, sobre el altar del Se&#241;or tu Dios. Comer&#225;s la carne, pero la sangre la derramar&#225;s sobre el altar del Se&#241;or tu Dios.</div><div class="p"> 28Cumple escrupulosamente todo esto que te mando y haz aquello que agrada y place al Se&#241;or tu Dios. As&#237; ser&#233;is dichosos para siempre t&#250; y tus hijos despu&#233;s de ti.</div><div class="s1">Advertencia contra los cultos cananeos</div><div class="p"> 29Cuando el Se&#241;or tu Dios haya aniquilado ante ti las naciones que est&#225;s a punto de conquistar, cuando las hayas despojado y t&#250; ya est&#233;s asentado all&#237; 30despu&#233;s de haberlas aniquilado, ten mucho cuidado de no caer en la trampa de imitar su ejemplo e interesarte por sus dioses averiguando c&#243;mo les rend&#237;an culto para hacer t&#250; lo mismo. 31No los imites cuando rindas culto al Se&#241;or tu Dios. Nada hay m&#225;s odioso y abominable para el Se&#241;or que lo que hac&#237;an esos pueblos en los cultos a sus dioses, pues llegaban al extremo de sacrificar a sus hijos e hijas en el fuego.#Lv 18,21.</div>
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 <div class="chapter ch13" data-usfm="DEU.13">
 <div class="label">13</div><div class="nb"> 1Cumplir&#233;is cuidadosamente todo esto que yo os ordeno, sin a&#241;adir ni quitar nada.#4,2; Ap 22,18-19.</div><div class="s1">Advertencia contra la idolatr&#237;a</div><div class="p"> 2Puede que surja un profeta o un visionario en medio de ti que anuncie una se&#241;al o un prodigio, 3y que te diga: &#171;Vayamos tras otros dioses, que t&#250; no conoces, para rendirles culto&#187;. Aunque se cumplan la se&#241;al o el prodigio, 4no hagas caso de las palabras de ese profeta o de los sue&#241;os de ese visionario. Es que el Se&#241;or vuestro Dios os estar&#225; probando para saber si verdaderamente am&#225;is al Se&#241;or vuestro Dios con todo vuestro coraz&#243;n y con toda vuestra alma. 5Seguid &#250;nicamente al Se&#241;or vuestro Dios y respetadlo; cumplid sus mandamientos y obedecedlo. Rendidle culto y manteneos fieles a &#233;l. 6Y ese profeta o visionario deber&#225; morir, porque os ha predicado que os rebel&#233;is contra el Se&#241;or vuestro Dios que te sac&#243; de Egipto y te liber&#243; de la esclavitud. As&#237; extirpar&#225;s el mal de en medio de ti, pues ese profeta intentaba apartarte del camino que el Se&#241;or tu Dios te ha mandado seguir.#1 Co 5,13.</div><div class="s1">Castigo a los que instigan a la idolatr&#237;a</div><div class="p"> 7Si tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o la mujer de tu coraz&#243;n, o tu amigo del alma te insin&#250;a a escondidas dar culto a otros dioses, que ni t&#250; ni tus antepasados conocisteis, 8como son los dioses de los pueblos que, cercanos o lejanos, os rodean de uno al otro extremo de la tierra, 9no cedas a sus deseos ni le hagas caso. No te apiades ni tengas compasi&#243;n de &#233;l; no lo encubras. 10&#161;M&#225;talo! T&#250; mismo iniciar&#225;s el castigo contra &#233;l, y despu&#233;s de ti har&#225; lo mismo el resto del pueblo. 11Lo apedrear&#225;s hasta que muera, porque trat&#243; de apartarte del Se&#241;or tu Dios, que te liber&#243; de la esclavitud de Egipto. 12Todo Israel, cuando se entere, escarmentar&#225; y no volver&#225; a cometerse una infamia semejante en medio de ti.</div><div class="s1">Castigo de las ciudades ap&#243;statas</div><div class="p"> 13Si en alguna de las ciudades que el Se&#241;or tu Dios te va a dar para que habites en ellas, llega el rumor de que 14han surgido entre vosotros canallas que descarr&#237;an a sus conciudadanos instig&#225;ndoles a rendir culto a otros dioses desconocidos para vosotros, 15investiga e inf&#243;rmate a fondo de lo que pasa. Si resulta que realmente se ha producido esa aberraci&#243;n entre vosotros, 16entonces pasar&#225;s a espada a todos los habitantes de esa ciudad, y la consagrar&#225;s al exterminio con todo lo que haya en ella, incluido su ganado, que tambi&#233;n pasar&#225;s a espada.#20,16-18; Jos 6,17. 17Y en honor del Se&#241;or tu Dios amontonar&#225;s todo el bot&#237;n en medio de la plaza e incendiar&#225;s la ciudad con todo el bot&#237;n. Esa ciudad quedar&#225; convertida para siempre en un mont&#243;n de ruinas, y nunca m&#225;s ser&#225; reconstruida.</div><div class="p"> 18No te quedes con nada de lo destinado al exterminio, para que as&#237; el Se&#241;or aplaque el ardor de su ira, se apiade de ti y, compadecido, te haga prosperar, tal como prometi&#243; a tus antepasados. 19As&#237; ser&#225;, siempre y cuando obedezcas al Se&#241;or tu Dios, cumpliendo todos los mandamientos que hoy te prescribo y practicando lo que agrada al Se&#241;or tu Dios.</div>
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 <div class="chapter ch14" data-usfm="DEU.14">
 <div class="label">14</div><div class="s1">Ritos funerarios prohibidos</div><div class="p"> 1Vosotros sois hijos del Se&#241;or vuestro Dios. No os har&#233;is incisiones ni os rapar&#233;is la frente por un muerto,#1,31; 8,5; Ex 4,22; Sal 103,13; Os 11,1; ver Dt 32,5.19; Is 1,2-4; 30,1. 2porque t&#250; eres un pueblo consagrado al Se&#241;or tu Dios, y a ti te ha elegido el Se&#241;or de entre todos los pueblos de la tierra para que seas el pueblo de su propiedad.#7,6; 1 Pe 2,9.</div><div class="s1">Los animales puros e impuros</div><div class="r">(Lv 11,1-47)</div><div class="p"> 3No comer&#225;s nada abominable. 4Estos son los animales que podr&#233;is comer: el buey, el cordero, el cabrito, 5el ciervo, la gacela, el venado, la cabra mont&#233;s, el &#237;bice, el ant&#237;lope y el rebeco. 6Pod&#233;is, pues, comer cualquier animal rumiante que tenga la pezu&#241;a partida y hendida en dos partes. 7Sin embargo, aunque sean rumiantes o tengan la pezu&#241;a partida, no podr&#233;is comer el camello, la liebre y el conejo, porque aunque son rumiantes no tienen la pezu&#241;a partida. A estos consideradlos impuros; 8y lo mismo el cerdo que tiene la pezu&#241;a partida pero no es rumiante; no comer&#233;is su carne ni tocar&#233;is su cad&#225;ver.</div><div class="p"> 9De todos los animales que viven en el agua podr&#233;is comer los que tienen aletas y escamas; 10pero los que no tienen aletas ni escamas no los pod&#233;is comer; consideradlos impuros para vosotros.</div><div class="p"> 11Podr&#233;is comer cualquier ave que sea pura; 12pero no pod&#233;is comer el &#225;guila, el quebrantahuesos y el azor; 13tampoco el buitre, ni especie alguna de milanos, halcones 14o cuervos. 15No pod&#233;is comer el avestruz, la lechuza, la gaviota, ni especie alguna de gavilanes; 16tampoco el b&#250;ho, el ibis, el cisne, 17el pel&#237;cano, el calam&#243;n, el cormor&#225;n, 18la cig&#252;e&#241;a, la garza en cualquiera de sus especies, la abubilla y el murci&#233;lago.</div><div class="p"> 19A los insectos con alas consideradlos impuros; por tanto, no son comestibles. 20Pero s&#237; pod&#233;is comer cualquier animal volador que sea puro.</div><div class="p"> 21No comer&#233;is nada que encontr&#233;is ya muerto. Se lo podr&#225;s dar al inmigrante, que reside en tus ciudades, para que lo coma, o vend&#233;rselo al forastero. Pero t&#250; eres un pueblo consagrado al Se&#241;or tu Dios.</div><div class="p">No cocer&#225;s el cabrito en la leche de su madre.</div><div class="s1">Diezmos</div><div class="p"> 22Cada a&#241;o, puntualmente, apartar&#225;s el diezmo de lo que hayan producido tus campos. 23Y en presencia del Se&#241;or tu Dios, en el lugar que &#233;l escoja como morada de su nombre, comer&#225;s el diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite; tambi&#233;n las primeras cr&#237;as de tus vacas y ovejas, para que aprendas a respetar al Se&#241;or tu Dios toda tu vida. 24Si el lugar que el Se&#241;or tu Dios ha escogido como morada de su nombre se encuentra distante del lugar donde t&#250; vives y el camino es demasiado largo para transportar el diezmo de aquello con lo que el Se&#241;or tu Dios te ha bendecido, 25entonces lo vender&#225;s y llevar&#225;s el dinero al lugar escogido por el Se&#241;or tu Dios. 26Una vez all&#237;, con ese dinero podr&#225;s comprar lo que te parezca conveniente: vacas, ovejas, vino u otra bebida fermentada, cualquier cosa que te apetezca, y en presencia del Se&#241;or tu Dios comer&#225;s y lo festejar&#225;s con tu familia.#Lv 27,30-33; Nm 18,21; Ml 3,8-10. 27No desampares al levita que vive en tus ciudades, porque &#233;l no ha recibido parte o herencia como t&#250;.</div><div class="p"> 28Cada tres a&#241;os reunir&#225;s el diezmo de los productos de ese a&#241;o y lo depositar&#225;s a la puerta de tus ciudades, 29para que cuando venga bien el levita, que no recibi&#243; parte o herencia como t&#250;, bien el inmigrante, el hu&#233;rfano y la viuda que viven en tu ciudad, puedan comer hasta quedar satisfechos. Y el Se&#241;or tu Dios te bendecir&#225; en todo lo que hagas.</div>
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