Dia 5 - Arréglate

Una de las enseñanzas de vida que menciono y comparto en cada oportunidad que tengo, es esta: “Date el permiso de una buena lloradita con todo y drama. Pero mañana… ¡te pones los tacones y te pintas la 'bemba colorá'! Todo pasa y la vida continúa”.

Cuando una mujer sufre el dolor más fuerte durante el parto natural, no tiene más remedio que pujar. No tiene alternativa, ella está centrada en su labor y no en el dolor; no hay tiempo para llorar ni para rendirse hasta ver nacer al bebé. Tal vez en este momento estás “pariendo” un sueño, atravesando un camino difícil, pero verás cumplirse la promesa de Dios, así que ahora solo ¡puja! Cuando todo pase, nada más tendrás deseo de ver a tu bebé, tu sueño cumplido. Podrás sonreír y vas a olvidar el dolor.

Dios nos pasa por tormentas para llevarnos a la paz; nos pasa por escasez para llevarnos a su prosperidad; nos pasa por la soledad para llevarnos a su plenitud; permite las derrotas para llevarnos a su victoria; permite la cautividad para llevarnos a su gloriosa libertad. No trates de ser otra persona en lugar de ser tú misma; no ser aquello para lo que fuiste creada, es perderse lo mejor que Dios tiene para ti. Necesitas encontrar tu identidad y saber quién eres en Cristo Jesús.

Cuando una mujer está sometida a Dios, Él va a trabajar en ella y a través de ella, por su Espíritu. Tal vez tu esposo no puede proveerte un castillo ahora mismo, pero estoy segura de que tú puedes tomar lo que él te puede dar y hacer de esa casa tu hogar. Eso es ser asertiva. Trátate con respeto. Deja el pasado en el pasado; termina, cierra capítulos. Sé asertiva, contigo y con los demás.

Llegó el momento de arreglarte por dentro y por fuera, de recoger tus emociones y pensamientos, y decirles, a voz en cuello: “Tú no me dominas, tú no me controlas. ¡Yo le creo a Dios!”.

Este plan de lectura fue inspirado en el libro Desde el corazón de una amiga, parte de la serie Mujer Amiga. Obtén más información aquí: https://www.amazon.com/Dayna-Monteagudo/e/B07TKHWH32