No te preocupes por nadaMuestra
Venciendo la preocupación
Jesús no nos abandonó con nuestra preocupación. Él sabía que la afrontaríamos y nos dió un proceso a seguir cuando llega a nuestras vidas. No estamos indefensos. La Biblia contiene gran sabiduría para tiempos de preocupación.
Detente y lee Filipenses 4:6-7.
¡Qué maravilla! ¡Literalmente tenemos una fórmula para la preocupación aquí en las Escrituras!
Preocupación + Oración (Necesidad + Acción de gracias) = Paz.
Cuando llegue la factura, ora. Agradece a Dios por tus ingresos y por lo que Él ya hizo en tu vida financiera.
Cuando no lleguen a casa, ora. Agradece a Dios por la relación y el amor que comparten.
Cuando tu hijo vaya al primer día de guardería, ora. Agradece a Dios por tu hijo y por tener cuidado infantil.
Y luego, una vez que hayas orado, agradeciendo y presentado tus necesidades, permite que la paz que solo Dios puede brindarte te invada.
Puede que no llegue inmediatamente, posiblemente necesites acercarte a Dios a través de la oración, pero llegará. Dios lo prometió.
Cuando estamos preocupados, puede ser tentador coger el teléfono o compartir nuestras preocupaciones con otros. En ciertas circunstancias puede ser lo indicado. Pero la mejor manera de superar la preocupación es acudir primero a Dios. Esto no sólo lo honra y lo bendice, sino que también evita que la preocupación aumente.
Dios se preocupa, amigo. Él quiere que acudamos a Él en vez de permanecer en el espacio infinito de la preocupación. (Lee 1 Pedro 5:7)
Lo maravilloso de la ecuación que hemos descubierto en las Escrituras es que podemos aplicarla en cualquier lugar y en cualquier momento. Cuando nuestra fe se basa en una relación y no en una religión, sabemos que siempre que surja una preocupación, tenemos acceso a Dios a través de la oración.
Preocupación + Oración (Necesidad + Acción de gracias) = Paz.
No permitas que el enemigo te robe el gozo del día de hoy. Lleva tus preocupaciones a Jesús y permite que Él te llene de paz.
Próximos pasos
Igual que el día 1, memorizaremos un versículo bíblico que nos ayudará a combatir la preocupación.
Lee Filipenses 4:6-7. Continúa hasta hacerlo sonar familiar.
Ahora, cuando sientas preocupación, podrás elegir un pasaje de las Escrituras que te ayude.
Escritura
Acerca de este Plan
La preocupación nos roba tiempo, energía y paz. Entonces, ¿por qué nos preocupamos? En este devocional de 3 días, revisaremos la preocupación, por qué nos preocupamos y cómo dejar de hacerlo.
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