Y Ahora… ¿Cómo Afrontaremos El Futuro?

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ABC De La Biblia Para Principiantes

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El Dios Que Adoramos 2

Creer Y Descansar, Para Su Herencia Alcanzar

Que El Mundo Crea

1 Tesalonicenses: Modelos a imitar

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 <div class="book bk1TI">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="1TI.3">
 <div class="label">3</div><div class="s1">La funci&#243;n del obispo</div><div class="p"> 1Es esta una palabra digna de cr&#233;dito: quien aspira al episcopado, aspira a una noble tarea. 2Ahora bien, es preciso que el obispo sea un hombre sin tacha, marido de una sola mujer#3,2: marido de una sola mujer: Lit. hombre de una sola mujer.. Debe ser sobrio, equilibrado, cort&#233;s, hospitalario, con capacidad para ense&#241;ar.#3,12; 5,9; Tt 1,7-8 (ver Hch 20,17.28; Flp 1,1). 3No ha de ser borracho ni pendenciero, sino ecu&#225;nime, pac&#237;fico y desinteresado.#2 Tm 2,24-26; Tt 1,6-9. 4Que sepa gobernar bien su propia casa y educar a sus hijos con autoridad y pleno equilibrio, 5pues quien no sabe gobernar su propia casa, &#191;c&#243;mo cuidar&#225; de la Iglesia de Dios? 6Que no sea un reci&#233;n convertido para que no se le suba el cargo a la cabeza y se haga acreedor de la misma condenaci&#243;n que el diablo. 7Es necesario, finalmente, que goce tambi&#233;n de buena fama entre los no creyentes, para que no incurra en descr&#233;dito ni el diablo lo atrape en sus trampas.</div><div class="s1">Cualidades del di&#225;cono</div><div class="p"> 8Que los di&#225;conos sean igualmente personas responsables, hombres de palabra, no dados al vino ni a los negocios sucios;#Tt 1,7. 9que guarden las verdades de la fe con una conciencia limpia. 10Ante todo debe comprobarse su conducta y solo si son irreprochables podr&#225;n ejercer el diaconado.</div><div class="p"> 11Del mismo modo, que tambi&#233;n las mujeres sean responsables, no calumniadoras, sobrias y plenamente fieles.#Tt 2,3 (ver Rm 16,1). 12Los di&#225;conos, por su parte, deben ser maridos de una sola mujer,#3,12: una sola mujer: V&#233;ase nota a 1 Tm 3,2. que sepan gobernar a sus hijos y a sus propias casas,#3,2. 13pues los que desempe&#241;an bien la funci&#243;n de di&#225;conos se har&#225;n dignos de un puesto honor&#237;fico y alcanzar&#225;n una gran confianza en lo que respecta a la fe en Cristo Jes&#250;s.</div><div class="s1">Cristo en el plan de Dios</div><div class="p"> 14Te escribo estas cosas con la esperanza de ir a verte pronto. 15Por si me retraso, quiero que sepas c&#243;mo debes comportarte en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad.#Ef 2,20-22. 16Grande es, sin lugar a dudas, el misterio de nuestra religi&#243;n:</div><div class="b"></div><div class="q">Cristo#3,16: Cristo: Lit. &#201;l.As&#237; se ha traducido el relativo masculino que es la lectura m&#225;s atestiguada por la tradici&#243;n manuscrita. vino al mundo como ser mortal,</div><div class="q">el Esp&#237;ritu dio testimonio de &#233;l,</div><div class="q">lo contemplaron los &#225;ngeles,</div><div class="q">fue anunciado a las naciones,</div><div class="q">en el mundo le creyeron,</div><div class="q">Dios lo recibi&#243; en su gloria.#Rm 16,25; Ef 1,9; 3,3; 1 Pe 1,10-12.</div>
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 <div class="book bkEZR">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="EZR.3">
 <div class="label">3</div><div class="s1">Reanudaci&#243;n de los servicios del culto</div><div class="p"> 1El s&#233;ptimo mes, instalados ya los israelitas en sus ciudades, se reuni&#243; el pueblo, de com&#250;n acuerdo, en Jerusal&#233;n.#Ne 7,72; 8,1. 2Entonces Josu&#233;, hijo de Josadac, junto con sus hermanos sacerdotes y con Zorobabel, hijo de Salatiel, acompa&#241;ado tambi&#233;n de sus hermanos, se pusieron a construir el altar del Dios de Israel para ofrecer holocaustos en &#233;l como est&#225; escrito en la ley de Mois&#233;s, var&#243;n de Dios. 3Aunque tem&#237;an a las gentes del lugar, erigieron el altar en su emplazamiento original y ofrecieron sobre &#233;l holocaustos al Se&#241;or, los holocaustos de la ma&#241;ana y de la tarde.#Lv 23,33-36.39-43; Nm 28,3-8; 29,12-38. 4Celebraron la fiesta de las Tiendas seg&#250;n estaba prescrito, ofreciendo cada d&#237;a los holocaustos se&#241;alados en el ritual. 5A partir de ese momento ofrecieron tambi&#233;n el sacrificio perpetuo, los de la luna nueva, los de todas las solemnidades dedicadas al Se&#241;or y los de cualquiera que presentase espont&#225;neamente su ofrenda al Se&#241;or. 6Desde el primer d&#237;a del s&#233;ptimo mes comenzaron a ofrecer holocaustos al Se&#241;or, a pesar de que no se hab&#237;an echado los cimientos del Templo del Se&#241;or. 7Entregaron dinero a los canteros y a los carpinteros, y suministraron v&#237;veres, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios a cambio de que, desde el L&#237;bano, enviaran a Jope por v&#237;a mar&#237;tima maderas de cedro de acuerdo con la autorizaci&#243;n que hab&#237;a concedido Ciro, rey de Persia.#1 Re 5,20; 1 Cr 22,4; 2 Cr 2,12-15.</div><div class="s1">Comienza la reconstrucci&#243;n del Templo</div><div class="p"> 8En el mes segundo del segundo a&#241;o de su llegada a Jerusal&#233;n, Zorobabel, hijo de Salatiel y Josu&#233;, hijo de Josadac, junto con el resto de sus hermanos: sacerdotes, levitas y todos los que llegaron a Jerusal&#233;n desde el destierro, comenzaron la obra del Templo. Encomendaron a los levitas de m&#225;s de veinte a&#241;os la direcci&#243;n de los trabajos del Templo del Se&#241;or. 9Josu&#233; con sus hijos y hermanos se reunieron formando pi&#241;a con Cadmiel y sus hijos, descendientes de Jud&#225;, para dirigir a los que hac&#237;an los trabajos en el Templo de Dios. Estaban tambi&#233;n los hijos de Jenadad y sus hermanos levitas. 10Cuando los alba&#241;iles echaron los cimientos del Templo del Se&#241;or, los sacerdotes, ataviados con sus ropajes y provistos de trompetas, se pusieron en pie. Los levitas descendientes de Asaf llevaban c&#237;mbalos para alabar al Se&#241;or seg&#250;n lo dispuesto por David, rey de Israel. 11Cantaban as&#237;, alabando y dando gracias al Se&#241;or: &#171;Porque el Se&#241;or es bueno, porque su bondad perdura por siempre sobre Israel&#187;.</div><div class="p">Y todo el pueblo aclamaba al Se&#241;or y lo alababa lleno de j&#250;bilo porque se hab&#237;an echado los cimientos del Templo del Se&#241;or.#Jr 33,11; Sal 100,5; 106,1; 107,1; 118,1; 136; 1 Cr 16,34; 2 Cr 5,13; 7,3.</div><div class="p"> 12Muchos de los sacerdotes, levitas y cabezas de familia m&#225;s ancianos que hab&#237;an visto el primer Templo, al ver c&#243;mo se echaban los cimientos de este, lloraban a l&#225;grima viva. Otros, sin embargo, daban grandes gritos de alegr&#237;a.#Ag 2,3. 13No se pod&#237;a distinguir entre las manifestaciones de alegr&#237;a y de llanto porque el clamor popular era enorme, oy&#233;ndose a larga distancia el griter&#237;o.</div>
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 <div class="book bkEZR">
 <div class="chapter ch4" data-usfm="EZR.4">
 <div class="label">4</div><div class="s1">Los enemigos interrumpen el trabajo</div><div class="p"> 1Cuando los enemigos de Jud&#225; y Benjam&#237;n se enteraron de que los repatriados estaban construyendo un Templo al Se&#241;or, Dios de Israel, 2se acercaron a Zorobabel, a Josu&#233; y a los cabezas de familia y les dijeron:</div><div class="p">&#8212;Dejadnos que colaboremos con vosotros en la construcci&#243;n, porque tambi&#233;n nosotros hemos recurrido a vuestro Dios y le hemos ofrecido sacrificios desde los d&#237;as en que Asarad&#243;n, rey de Asiria, nos estableci&#243; aqu&#237;.</div><div class="p"> 3Zorobabel, Josu&#233; y el resto de los cabezas de familia de Israel les contestaron:</div><div class="p">&#8212;No podemos edificar un Templo a nuestro Dios junto con vosotros. Tan solo nosotros hemos de construirlo para el Se&#241;or, Dios de Israel, como nos ha ordenado Ciro, rey de Persia.</div><div class="p"> 4Sucedi&#243;, entonces, que las gentes del lugar desalentaron al pueblo de Jud&#225; y los atemorizaron para que no siguieran construyendo. 5Sobornaban a funcionarios del gobierno para hacer que fracasara su prop&#243;sito y continuaron as&#237; durante todo el tiempo en que Ciro fue rey de Persia y hasta el reinado de Dar&#237;o, rey de Persia.</div><div class="s1">Otras obstrucciones de los samaritanos</div><div class="p"> 6En el reinado de Asuero, al comienzo de su mandato, presentaron una acusaci&#243;n contra los habitantes de Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 7Y en tiempos de Artajerjes, rey de Persia, se dirigieron tambi&#233;n a &#233;l por escrito Bisl&#225;n, Mitr&#237;dates, Tabeel y el resto de sus colegas. La carta estaba escrita en caracteres arameos y traducida a dicha lengua. 8Por su parte, el vicegobernador Rej&#250;n y el secretario Simsay escribieron a Artajerjes una carta contra Jerusal&#233;n. 9La escribieron el vicegobernador Rej&#250;n y el secretario Simsay juntamente con sus colegas, los jueces, gobernadores y funcionarios persas de Erec, de Babilonia, de los elamitas de Susa 10y del resto de los pueblos que el grande y glorioso Asnapar deport&#243; e hizo habitar en las ciudades de Samar&#237;a y en el resto del territorio del otro lado del &#201;ufrates. 11Esta es la copia que enviaron:</div><div class="b"></div><div class="p">&#171;Al rey Artajerjes:</div><div class="p">Tus siervos del otro lado del r&#237;o te saludan. 12Con relaci&#243;n a los jud&#237;os que de parte tuya vinieron hasta nosotros y se instalaron en Jerusal&#233;n, sepa el rey que est&#225;n reconstruyendo esa ciudad rebelde y malvada: levantan las murallas y reparan los cimientos. 13Sepa, adem&#225;s, el rey que si es reconstruida la ciudad y son levantadas las murallas, no pagar&#225;n tributos, impuestos, ni peaje y el erario real vendr&#225; a menos. 14Y puesto que recibimos de palacio nuestro salario, no podemos permitir que el rey sea afrentado; remitimos, pues, al rey este informe 15con el fin de que se investigue en los archivos de sus antepasados. Por lo que se encuentra en esos archivos comprobar&#225;s que se trata de una ciudad rebelde, perniciosa para los reyes y las provincias, y que desde antiguo ha fomentado insurrecciones, raz&#243;n por la cual fue destruida.#ver 2 Re 24,10-16; Ez 17,12. 16Informamos al rey que, si se reedifica esta ciudad y se levantan sus murallas, el territorio del otro lado del &#201;ufrates dejar&#225; de ser suyo&#187;.</div><div class="b"></div><div class="p"> 17El rey envi&#243; esta respuesta:</div><div class="b"></div><div class="p">&#171;Al vicegobernador Rej&#250;n, al secretario Simsay y al resto de colegas que viven en Samar&#237;a y en las dem&#225;s regiones del otro lado del &#201;ufrates, salud y paz. 18La carta que nos remitisteis ha sido le&#237;da ante m&#237; debidamente traducida. 19Orden&#233; que se indagara y se comprob&#243; que esa ciudad ha sido desde hace tiempo un foco permanente de rebeliones y que en ella han proliferado los levantamientos y las insurrecciones. 20Adem&#225;s, en Jerusal&#233;n ha habido reyes poderosos que dominaron el territorio del otro lado del &#201;ufrates y a los que se les pagaba tributos, impuestos y peaje. 21As&#237; que mandad a esos hombres que desistan de reconstruir la ciudad hasta que os env&#237;e nueva orden. 22Y procurad no ser negligentes en esto para que no se incremente el da&#241;o en perjuicio del reino&#187;.</div><div class="b"></div><div class="p"> 23Apenas fue le&#237;da la copia de la carta de Artajerjes ante Rej&#250;n, el secretario Simsay y sus colegas, estos se pusieron r&#225;pidamente en marcha hacia Jerusal&#233;n donde, utilizando la violencia, forzaron a los jud&#237;os a suspender las obras.</div><div class="p"> 24De esta manera se detuvo la obra del Templo de Dios en Jerusal&#233;n y qued&#243; suspendida hasta el segundo a&#241;o del reinado de Dar&#237;o, rey de Persia.</div>
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