Sin ofender Muestra

Viviendo sin ofensas

En esta vida siempre habrá algo que nos ofenda. Ya sea un titular conflictivo en las noticias, una opinión disidente, o un incidente automovilístico, probablemente tengamos un millón de motivos al día para ofendernos.

Pero como dice el Pastor Craig: “Ofenderse es inevitable, pero vivir ofendidos es una elección.”

Recuerda la última vez que te ofendiste por algo. ¿Sentiste que tu vida mejoraba o te hizo sentir amargado?

He aquí el detalle: Un corazón lleno de ira no producirá una vida llena de paz.

Como dijimos el primer día, a veces nuestra ira es simplemente producto de nuestro orgullo. Cuando eso sucede, necesitamos arrepentirnos y recordar que Jesús no nos llamó a tener la razón, sino a amar. Eso no significa que ignoremos la verdad de Dios o que evitemos tener opiniones, significa que seamos conocidos por nuestro amor y no por nuestras posturas.

Es fácil darse cuenta de que el mundo está más dividido que nunca, esto dificulta que vivamos sin sentirnos ofendidos. Sin embargo, siempre hubo motivos para ofenderse y los discípulos de Jesús no fueron la excepción.

Jesús escogió 12 discípulos con historiales, profesiones y posturas políticas completamente diferentes, y aun así, se amaban mutuamente. Seguramente tuvieron desacuerdos, como cuando discutieron sobre quién sería el mayor y más importante; pero se mantuvieron unidos en su misión a pesar de la diferencia de opiniones.

Incluso, Mateo lo resalta cuando describe a Jesús llamando a Sus discípulos. Se asegura de destacar su propio trabajo como recolector de impuestos y llama a Simón: “El Zelote”.

Simón, como zelote, pudo haber sido parte de un grupo que deseaba desesperadamente derrocar al gobierno romano, mientras que Mateo trabajaba para ellos. A pesar de esas posiciones tan diferentes, eran amigos, servían, comían y vivian juntos.

Nosotros podemos aprender de su ejemplo: no tenemos que estar de acuerdo en todo para amar. Escoger poner las diferencias a un lado nos permite hacer la diferencia.

Entonces, ¿de qué resentimientos necesitas despojarte?

¿Qué ofensas necesitas soltar?

¿A qué enojo debes renunciar?

Cada minuto que pasas molesto, es un minuto de gozo y paz que pierdes. Así que es hora de rendirse y es tiempo de vivir sin ofensas.

Ora: Dios, ayúdame a ver a los demás como tú los ves. Revélame cualquier ofensa o enojo que necesite soltar y ayúdame a rendirlos a ti por completo. No quiero cargar más con la ofensa, ira, rabia o amargura; en cambio lléname más de tu gozo, paz y amor. En el nombre de Jesús, amén.

Aprende más sobre cómo vencer las ofensas en los mensajes de la serie Sin Ofensas del Pastor Craig.