Un Camino MejorMuestra

Atención indivisa

Todos hemos estado allí antes. Te sientas con un amigo cercano, describiendo algún problema que tengas o que necesites algún consejo. Tu amigo asiente, pero sigue mirando su teléfono, lo que sugiere que su atención está en cualquier lugar menos en ti.

Esa situación es frustrante, ¿verdad? Pero seamos honestos. También hemos estado del otro lado de esa conversación. Incluso con las mejores intenciones, a veces es difícil prestar toda nuestra atención a los demás.

También hacemos esto en oración. Nos sentamos a orar y, de repente, nuestros pensamientos se han desviado y ni siquiera recordamos cómo llegamos allí.

¿Puedes identificarte?

Afortunadamente, Jesús nuevamente nos trae una mejor manera. Jesús fue interrumpido constantemente, pero su atención nunca se dividió.

¿Cómo pueden ambas cosas ser ciertas? ¿Cómo podría considerar las interrupciones sin romper Su enfoque?

Jesús no permitió que los objetivos a corto plazo le impidieran pensar en su misión a largo plazo.

Piensa en lo diferente que veríamos a Jesús si se apresurara, apartando a cualquiera que se interpusiera en su camino. Por ejemplo, imaginemos que en Marcos 8, después de que algunas personas se acercan a Jesús y le suplican que sane a un hombre ciego, Él responde: “Lo siento, tengo que ir a Cesarea de Filipo porque tengo un trabajo importante que hacer para Dios. allí.”

Estarías frustrado y preocupado, ¿verdad? Te preguntarás por qué Jesús usó el trabajo para Dios como una excusa para perder la oportunidad de mostrar el amor de Dios.

Es por eso que la respuesta de Jesús es tan notable. Lo que realmente sucede en Marcos 8 es un hermoso momento en el que Jesús le da toda su atención a un ciego.

Lleva al hombre lejos de la multitud, le pone las manos encima y lo sana dos veces. Jesús tomó tiempo no solo para curar el problema físico del hombre sino también para desarrollar su salud espiritual.

Y este no era un fenómeno nuevo para Jesús. Su ministerio estuvo marcado por interrupciones, y Él manejó cada una con gracia, misericordia, verdad y amor.

Entonces, ¿qué hay de nosotros?

Cuando ves a alguien necesitado, ¿lo pasas de largo y te apresuras a cumplir tu próximo compromiso? Cuando hablas con un amigo o un ser querido, ¿les prestas atención o sigues desplazándote por el teléfono?

Seguir a Jesús significa vivir en el camino de Jesús, así que seamos personas que presten toda nuestra atención a quienes nos rodean, sabiendo que cuando lo hacemos, nos estamos volviendo más como Cristo.

Ora: Dios, me doy cuenta de que me cuesta prestar toda mi atención a ti y a los demás. Gracias por siempre prestarme Tu atención y por la forma paciente y persistente en que me amas. Ayúdame a mostrar ese tipo de amor a todas las personas con las que me encuentre esta semana y ayúdame a comenzar a ver las interrupciones como invitaciones para mostrar Tu amor. En el nombre de Jesús, amén.

Práctica: Da el regalo de tu presencia a alguien hoy. Deja tu teléfono de manera regular e intencional y escucha a Dios y a los demás a lo largo del día.