Dedicación plena: IntroducciónMuestra

Quiénes somos gracias a Jesús

Antes de que tuviéramos una relación con Jesús, éramos cautivos del pecado y la muerte. Ahora, hemos sido liberados del pecado y hemos resucitado. Jesús desarmó los poderes del pecado y la muerte, marcando el camino para que podamos reunirnos con Dios. Por lo que ahora, todo aquel que está en Cristo se ha convertido en una nueva creación, no por hechos, sino por Su radical gracia y Su incesante amor. 

El apóstol Pablo lo dijo de una hermosa manera:

"Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica" Efesios 2:10 NVI.

Tú eres hechura de Dios. Algunas traducciones dicen: “Su obra maestra". Cuando Dios te ve, Él no ve la vergüenza que sientes, los pecados que has cometido, o las dudas que puedas tener. 

Él ve una obra de arte. Él ve a Su hijo. Él ve a alguien que ha sido creado con dignidad, propósito y valor. Él te ve como realmente eres, un ser humano hecho a Su imagen. ¿Qué significa esto? Significa que Dios ve más allá de las cicatrices que ha dejado el pecado en ti y el desorden que la vergüenza ha dejado en tu vida. 

Él ve a alguien precioso y lleno de potencial.

Como seres humanos, todos estamos buscando las respuestas a estas preguntas: ¿Quién soy? ¿A dónde pertenezco? ¿Qué diferencia hago yo? 

A través de nuestra relación con Jesús, descubrimos nuestra verdadera identidad: somos adoptados en la familia de Dios e invitados a cumplir nuestro rol en la misión de Dios para el mundo. 

Ser cristiano es ser un estudiante de Jesús. Eso es lo que la palabra "discípulo" significa. Viene de una palabra en latín que significa estudiante o aprendiz.

Estamos invitados a ser estudiantes de Aquel que creó los cielos y la tierra. Tenemos la oportunidad de servir con el Siervo Sufriente. Tenemos la oportunidad de ser pastoreados por el Buen Pastor. 

Y lo hermoso es que, gracias a Jesús, podemos vivir bajo Su gracia. Así que la vergüenza y la culpa que el mundo quiere poner sobre ti, o que tal vez tú mismo has puesto, ya no tiene derecho sobre ti. Eres libre. Y Dios continuará sanándote y restaurándote mientras se lo permitas. 

Gracias a Jesús, hemos sido renovados, hemos sido sanados y hemos sido llamados a marcar la diferencia. Esto es lo que somos. Nada ni nadie puede cambiarlo. 

¿Decidirás confiar en Dios y ser todo lo que Él te ha hecho ser?

Preguntas para reflexionar 

• Escribe uno de los versículos de la lectura de hoy. Cuando piensas acerca de tu identidad, ¿qué viene primero a tu mente? ¿Qué tan similar o diferente es eso a la nueva identidad que tienes en Cristo? 
• En un día normal, ¿qué tan bien vives como una persona llamada a representar a nuestro Santo Dios? ¿Qué puedes hacer hoy para vivir la identidad que Dios te ha dado?

Versículo para memorizar

“‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos”. Marcos 12:30-31 NVI.