Dedicación plena: IntroducciónMuestra

¿Cuál es la historia de la Biblia?

La Biblia es una historia que nos lleva a Jesús y luego nos transforma para ser más como Él. Es el plan redentor de Dios para rescatar a la humanidad y restaurar la creación a través de Jesús. 

La historia de la Biblia comienza con Génesis y termina en Apocalipsis, y todo lo demás es parte de esa narrativa mayor. Algunas partes hacen avanzar muy claramente esta narrativa, mientras que otras partes nos ayudan a ver a Dios, a nosotros y al mundo de una nueva manera, una que refleja más fielmente la verdad. 

Se desarrolla a lo largo de seis grandes actos.

 La Creación — La Caída — Israel — Jesús — La Iglesia — Nueva Creación

La Creación (Génesis 1-2): Este es el principio de la historia de Dios. Él crea todo y lo llama bueno. Después, crea a los seres humanos a Su imagen. Esto significa que en la primera página de la Biblia, somos creados con dignidad, valor y propósito. 

Dios creó a los seres humanos para que vivieran en relación con Él y se asociaran con Él para gobernar su creación. Esta parte de la historia termina con la hermosa verdad de que los primeros seres humanos eran completamente vulnerables y no sentían vergüenza. 

La Caída (Génesis 3-11): Esta parte de la historia es donde todo sale mal. Los primeros humanos son tentados en el Jardín y ceden ante sus deseos. Dios quería colaborar con ellos, pero ellos querían reinar sobre Él. 

Este momento de rebelión hace estragos en la buena creación de Dios a medida que el pecado invade, infectándolo todo. El cielo y la tierra se desgarran. Vemos la naturaleza destructiva del pecado y cómo nuestra rebelión fue una violación de la forma en que se supone que deben ser las cosas. 

Israel (Génesis 12-Malaquías): El resto de la Biblia Hebrea (el Antiguo Testamento) es la historia de Dios estableciendo un reino de colaboradores humanos que trabajan con Él para comenzar a restablecer la paz en el mundo. Comienza con un hombre llamado Abraham, a quien Dios usa para formar una familia que eventualmente se convierte en una gran nación. 

Mientras la historia se desarrolla, vemos qué tan profunda es la corrupción del pecado. Cada vez que las cosas parecen ir muy bien, alguien es tentado por el estatus, riqueza o poder. 

Pero Dios nunca abandona a Su pueblo. Él permanece fiel. Él ofrece gracia y perdón sin importar cuantas veces Su pueblo tropiece. A lo largo de esta parte de la historia, Dios continúa diciendo a Su pueblo que vendrá un día cuando el pecado será vencido, la paz será restaurada y todas las naciones reconocerán que el Dios de Israel es el único Dios verdadero. Pero la pregunta permanece: ¿Cuándo se harán realidad estas promesas? 

Jesús (Mateo–Juan): Las promesas de Dios se cumplen cuando Jesús, el Dios de los cielos y la tierra, entra a la historia en forma humana. Y Él trae buenas noticias: ¡El reino de Dios está cerca! 

Esas buenas noticias es a lo que llamamos el Evangelio—el anuncio de que a través de Jesús, nuestro Dios una vez más se ha convertido en Rey; Su reino viene a la tierra como en el cielo; y todos tenemos una invitación a este reino.

Este es el corazón de la historia bíblica: Jesús vivió, murió y resucitó. Por ello, todo es diferente, el pecado, la muerte y el infierno han sido desarmados. Gracias a Jesús, hemos sido llenos por el Espíritu de Dios y restaurados a nuestro lugar como Sus colaboradores.

La Iglesia (Hechos–Judas): Antes de que Jesús ascendiera al cielo, encargó a Sus discípulos que continuaran con lo que Él comenzó: colaborar con Dios para rescatar a la humanidad del pecado. En la cruz, Jesús ganó la batalla en contra del pecado, la muerte y el infierno, pero aún hay trabajo por hacer. El reino de Dios está aquí en parte, pero no completamente. Hemos sido llamados a servir a Jesús fielmente, hasta el día en que Él regrese a terminar lo que comenzó. 

Nuestro rol es presentar un avance de lo que va a venir, cuando el cielo y la tierra sean uno. Cuando esto suceda, Dios hará todo nuevo, el mal será erradicado y el cáncer del pecado será finalmente removido. 

Mientras esperamos expectantes ese día, amemos a nuestros semejantes, hagamos lo correcto y caminemos humildemente con Dios, sabiendo que nada de lo que hagamos por Jesús será en vano. 

Nueva Creación (Apocalipsis): El final de la historia bíblica no es Dios desechando lo viejo y trayendo lo nuevo. Sino, Dios haciendo todo nuevo. 

La historia termina donde inició, con un jardín llamado Edén donde el cielo y la tierra son uno y Dios mora con Su pueblo. Pero esta vez, el Edén no es solo un jardín. Esta vez, el Edén será una gran ciudad que gente de toda lengua, tribu y nación llamará hogar. 

Ya que el final es solo el inicio, la nueva creación será libre del poder corruptor del pecado y en su lugar será llena con la adoración de Dios. Los autores bíblicos nos dicen que será tan bueno que ningún ojo ha visto, ningún oído ha oído y ningún corazón ha imaginado las cosas que Dios tiene reservadas para los que le aman. 

La historia de la Biblia es la historia del plan redentor de Dios para rescatar a la humanidad del pecado y restaurar la creación. Es una historia que inicia y termina en el Edén. Es la historia de Dios, nosotros y el mundo. Es una historia de la cual todos somos parte y es una historia en la que todos tenemos un rol. 

Preguntas para reflexionar

• Basado en la lectura de hoy, escribe en tus propias palabras qué es el Evangelio.
• Este entendimiento de la Biblia y el Evangelio, ¿difieren de lo que pensabas antes? ¿Cómo? 
• ¿Cómo entiendes tu rol en la historia de las Escrituras?

Versículo para memorizar

"Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros" Juan 13:34-35 NVI.