Desarrollando una amistad con El Espíritu SantoMuestra

Día 3. Llévalo contigo a todos lados:

A mí me encanta cuando alguna de mis amigas me dice "vamos, yo invito"; de hecho, estoy segura de que a todos nos encanta; incluso, cuando solo nos preguntan ¿tienes algo que hacer hoy?, ya es indicio de que nos van a hacer una invitación y que es una oportunidad para pasar tiempo con nuestro amigo especial. 

Quizás te preguntarás: ¿Cómo voy a llevar al Espíritu Santo a todos lados? Sencillo. Así como lo hacemos cuando los amigos nos invitan. Ellos hacen la invitación y nosotros accionamos yendo al punto de encuentro. De hoy en adelante, vamos a invitar a nuestro amigo a todas partes a donde vayamos. Vamos a hacerlo parte de nuestro día a día y de cada actividad que ahí desarrollemos. 

He experimentado esto en mi vida y es, sin duda alguna, hermoso. Primero le hago la invitación y durante todo el camino le hablo en mi mente y también lo hago con palabras. Le pregunto dónde quiere que comamos, qué ropa debo escoger si estamos de compras, qué color de zapatos me va mejor. Le pregunto también dónde quiere que me haga el cabello y qué más quiere que hagamos, y puedo decir que, en ocasiones, me he inclinado por la opción contraria a la que me da y siempre, siempre algo ha pasado, por lo que me doy cuenta de que debí escuchar su opinión. Sin embargo, cuando a pesar de querer quizás algo distinto, me voy por la opción que Él me da siempre. También, a veces, ocurre algo que me hace ver que valió la pena preguntarle y escoger lo que Él me recomendó. 

Te comparto ciertos tips que a mí me han ayudado mucho:

• Invitalo a cada una de tus actividades y pídele que esté contigo en todo momento. 

• Háblale constantemente, así como si fuera uno de tus amigos. Dile qué colores de sudaderas te gustaron más y también pregúntale cuál se te ve mejor.

• Cuando vayas a comer, pon una silla para Él y dile que por favor se siente ahí, junto a ti. 

• Dale gracias por ser tan especial contigo. 

• Disfruta el momento con tu mejor amigo. 

Recuerda siempre que Él va contigo a donde quiera que vayas. Él quiere pasar tiempo contigo porque te ama como amigo. 

Mi oración para ti hoy es que sientas en tu corazón la gran necesidad de invitarlo a todos lados y que como Moisés le digas: Si tu presencia no va conmigo, mejor no saldré.