Sin miedo en la batalla Muestra

Jesús le explicó a sus discípulos el milagro de la higuera estéril. “Si tienes fe y no dudas ......si le dices a la montaña ......eso pasará” (énfasis, mío)

Hay poder en las palabras. No podemos subestimar su peso. Las palabras atraen consecuencias.  

La Biblia dice que la muerte y la vida están en poder de la lengua. (Proverbios 18: 21)

David, en lo profundo de la adversidad, declara en el Salmo 27:13, “Pero de una cosa estoy seguro: He de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes”.

Job, devastado por la enfermedad y traumatizado por sus pérdidas personales, dice, “Yo se que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte.”  Job 19:25 

Con la muerte mirándolos a la cara, Sadrac, Mesac y Abednego proclaman: "Sabemos que nuestro Dios puede salvarnos…” (Daniel 3:17)

Josué oró en voz alta para que el sol se detuviera y así fue. (Josué 10: 12-15)

¿Cuáles son tus palabras hoy? ¿Hablan miedo o fe? Pídele a Dios que te de palabras que testifiquen de Su bondad y gracia. Pídele a Dios que reemplace tus palabras de miedo por palabras de fe.  

Cíta las Escrituras a ti mismo. Hay poder en las palabras de Dios. Cuando experimenté la temida voz del miedo cuando mi hija estaba pasando por una cirugía, decidí anclarme en la Palabra de Dios. Aplasté el miedo con la mejor arma posible – la Palabra de Dios. Hablé palabras que dan y afirman vida. Descansé en el carácter de Dios y reclamé quien es Él – el Sanador, el Dador de vida, el Padre, el Dios Todopoderoso – en mis oraciones.  

Cuando camines por las aguas, recuerda que Dios está contigo. Habla vida. Habla las palabras de Dios.