SIEMPRE SOBRE LA TABLA

¿Cuál es tu playa favorita? ¿Cuántas veces la has surfeado?

Responder parece fácil, pero si pensamos en Heráclito, un antiguo griego, diría “uno nunca corre la misma playa dos veces, pues la playa cambia y uno mismo también cambia”. Por su parte, otro griego, Parménides, diría que “la ola es una sola y es por eso que podemos reconocer nuestra playa favorita”. Con sus diferencias, creían que de alguna forma todo estaba unido en armonía por lo que llamaban logos, aunque no supieran bien qué era.

Lo que sí está claro es que hemos cambiado. ¿Recuerdas cómo eras de niño(a) o cómo ha evolucionado tu surfing desde que aprendiste a surfear? ¡A veces, no nos reconocemos!

Ahora se habla mucho de cambiar, de ser ‘agentes de cambio’, tanto para frenar el cambio climático como para luchar por la justicia social y los derechos de todos. Creemos que las cosas deben cambiar para bien, aunque a veces no sepamos bien hacia dónde vamos.

Todo cambia: la sociedad, el clima, la tecnología, nosotros mismos y nuestra manera de entender las cosas. Parece que en la vida el point se nos pone complicado, la corriente se hace fuerte, las olas nos mueven y viene esa sensación de que estamos perdidos. ¿Qué es lo que buscamos cuando nos sentimos así en el mar? Un punto de referencia, volteamos a ver un faro, una roca, un muelle, lo que sea que nos ayude a encontrar el rumbo.

Los griegos perdieron de vista que el logos (la Palabra) existía desde siempre (Juan 1: 1) dice que “En el principio era el logos, el logos estaba con Dios y el logos era Dios”. Jesús es el principio normativo del universo que une todo en armonía y le da sentido.

El punto de referencia que estás buscando es Jesús. Él dijo “Yo soy la verdad”. La verdad es una persona, no un conjunto de conceptos; cuando te encuentras con Él, encuentras la verdad y se vuelve tu punto de referencia.

Parafraseando a Isaías, “…He aquí, pongo por fundamento una tabla (Jesús), una tabla probada, estable, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea (se apoye en ella) no tendrá wipeouts” (Isaías 28: 16).

Pedro diría algo como “viniendo a Él como a una tabla (piedra) viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios” (I Pedro 2: 4-8) ¡Parémonos sobre esta tabla y edifiquemos sobre esta roca!

A veces quisiéramos que todo esté fijo y seguro, queremos todo estable, pero resulta que todo cambia. Entonces, ¿cuál será tu tabla en medio de la ola del cambio? Te propongo que sea una relación personal con Jesús.

Existen muchas maneras de estar y de caminar sobre la tabla, pero, aunque todo se mueva alrededor, siempre estaremos seguros si andamos bien parados, caminando en Cristo. Si Pablo fuera surfista lo diría así: “dejando ciertamente lo que queda atrás, ¡me proyecto hacia lo que está delante, ¡en un perfecto hang ten con Jesús!”.