Presupuesto

En la antigüedad, la riqueza se medía por la posesión de tierras y rebaños. No alcanzaba solo con poseer ovejas, sino que teníamos que estar atentos a su estado, a su salud. Un rebaño enfermo no se reproducía ni se podía vender a buen precio.

Pero yo no tengo rebaños ni ovejas… ¿Cómo podemos aplicar este consejo en la actualidad? ¿Cuáles serán entonces mis rebaños? ¿Cómo estarán mis ovejas? 

Podemos plantearlo de otra manera. ¿Cómo están mis finanzas? ¿Sabemos cuánto dinero entre en mi hogar cada mes? ¿Es suficiente para nuestro estilo de vida? ¿En qué lo gastamos? ¿Ahorramos? ¿Tenemos deudas? ¿Ganar más dinero resolvería mis problemas?

Las finanzas pueden tener muchos condimentos, pero lo que no tienen es magia. Hay reglas fundamentales que se cumplen en cualquier lugar y economía. Si usted gasta más de lo que ingresa a su casa, se endeuda. Si mantiene esta conducta varios meses, su deuda se hará más grande y podría transformarse en un gran problema a futuro.

Para responder lo que nos preguntábamos antes, el paso fundamental es tener un presupuesto mensual y continuarlo en el tiempo (es decir, hacerlo este mes, y el que viene y el que viene después).

Conociendo en detalle nuestro presupuesto sabremos si necesitamos generar más ingresos, si nos estamos endeudando porque no llegamos a pagar todos los gastos del mes, si debo reducir gastos innecesarios o si tenemos gastos hormiga por donde se filtra el dinero de mi hogar.

También nos permitirá tomar acción, ya que lo prepararemos al inicio del mes y esto nos dará un margen para poder resolver situaciones y que no nos tomen por sorpresa. Nos anticipamos, “presuponemos” como será un mes normal.

Cuando haga su presupuesto, le recomendamos guardarlo para poder ver en el tiempo como han evolucionado sus finanzas y como afectaron las decisiones tomadas hoy en los siguientes meses. 

Para terminar el día de hoy le proponemos el primer gran paso para organizar las finanzas: hacer un presupuesto mensual. Si está casado, hágalo con su cónyuge. Puede ser que no sea agradable lo que vea. Detallar en qué gastamos puede traer tensiones. Pero es necesario, no se va a arrepentir. Guárdelo, lo volveremos a usar más adelante.