Día de San ValentínMuestra

INCONDICIONAL 

”… Con amor eterno te he amado; por eso te he prolongado mi fidelidad“. 

- Jeremías 31:3 NVI

Hoy y todos los días eres amado por un Padre Celestial cuyo amor es incondicional. Su amor es eterno y dura para siempre. Él es continuamente fiel y su inagotable bondad amorosa se manifiesta a través de sus palabras y acciones. Su bondad amorosa es una expresión del amor y la bondad dentro de su corazón, que frecuentemente muestra a sus hijos. Él te conoció antes de que fueras concebido. Antes de que respiraras por primera vez, Él decidió derramar su amor sobre ti y continúa haciéndolo.  

Como dos imanes, cuando los polos opuestos se juntan, el campo magnético tira o los atrae, haciendo difícil separarlos. Cuando nos acercamos y permitimos que nuestro corazón se abra y sea transparente ante Él, es cuando Su amor atrae e infunde en lo más profundo de nuestro ser, eliminando todo dolor y temor.   

No hay sustituto para la expresión genuina de ser amado por un Padre Celestial. Ser amado y aceptado es el anhelo más profundo que todos anhelamos y deseamos. Ser conocido y amado por un Padre perfecto que está por nosotros y no contra nosotros es el escenario ideal. Él anhela que lo conozcamos y caminemos en sus caminos.  

Haz esta oración conmigo:  

Padre, 

Te agradezco que me hayas amado con amor eterno. Incluso antes de que respirara por primera vez, me conocías y cada día eliges derramar tu amor sobre mí. Que cada latido de mi corazón lata al compás del tuyo. Atráeme continuamente hacia ti para que conozca tus caminos. Muéstrame cómo amar a los demás como tú los amas y que mi vida demuestre tu bondad y amabilidad en mis acciones y mis palabras.  

En el nombre de Jesús, amén.