Vales la pena.Muestra
Vales la pena.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna." Juan 3:16 RVA2015
Dios te ama con vehemencia. Su amor es más profundo de lo que las palabras pueden expresar. Su amor va más allá de las palabras. De hecho, Dios se hizo carne y murió por ti. Jesucristo murió por ti. No importa el pecado. No importa el peso. No importa la carga. Cristo, Dios hecho carne, murió para que pudieses vivir. Cristo murió para hacerte libre.
Jesús no conoció pecado y, aún así, murió como un pecador. Cristo murió en tu lugar. Tomó tu vergüenza. Tomó tu culpa. Tomó tu derrota. Él conquistó el pecado y clavó tu condena en la cruz.
Es la sangre de Cristo la que lava toda iniquidad. Su sangre te limpia. Su sangre te complementa. Es a través de la sangre de Cristo Jesús que puedes reconociliarte con Dios padre. La sangre de Cristo remueve la mancha y vergüenza del pasado, y te posiciona en el lugar correcto con Dios.
No hay nada que pueda separarte de la sangre y el amor de Jesucristo. Es a través de la sangre de Cristo Jesús que tu vida es renovada y restaurada. Es solo a través de la sangre de Cristo Jesús que eres hecho nuevo.
En él, eres una nueva criatura. En Cristo, eres creación nueva. Es a través de su sangre derramada que tu vida es completamente transformada. En Cristo, el viejo hombre muere y el nuevo hombre es traído a la vida. El amor de Dios llega más allá de los dolores del pasado y te hace nuevo.
Si no has aceptado a Jesús como tu señor y tu salvador, di esta sencilla oración:
Dios padre, en el nombre de Jesús, me arrepiento de mi pecado y me vuelvo a ti.
Padre, yo recibo a tu Hijo, Cristo Jesús, como mi señor y mi salvador. Creo que Cristo Jesús murió por mi.
Creo que su sangre me lava y me limpia de todas mis iniquidades.
Padre, en ti soy libre. Padre, a través de la sangre de tu Hijo, mi pasado es historia y mi futuro es brillante.
Padre, en ti soy hecho nuevo. Padre, en ti estoy completo. Padre, en ti soy complementado. Padre, en ti soy restaurado.
Padre, rindo cada área de mi vida a ti, desde ahora y para siempre.
En el nombre de Jesús. Amén.
Escritura
Acerca de este Plan
Vance K. Jackson guía a los lectores en este devocional poderoso que transforma el corazón. Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo como sacrificio definitivo. Dios te ama con vehemencia. Su amor es más profundo de lo que las palabras pueden expresar. Dios se hizo carne y murió por ti. Jesucristo murió por ti. No importa el pecado. No importa el peso. No importa la carga. Cristo murió para hacerte libre.
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