Honrar La VidaMuestra
Recuerdo cuando empezaba en el mundo del atletismo. Era alguien demasiado lento e inconstante. Recuerdo que mi primera carrera de 21 km fue una pesadilla, a pesar de que para ser la primera vez y sin entrenar correctamente no me fue tan mal, pero de igual forma mi cuerpo y yo ya no podíamos. Fue hasta cuando empecé a entrenar constantemente y a dedicarle tiempo. Me costaba y me cuesta horrores poderme levantar todos los días en la madrugada para ir a correr. Pero me decían, si no eres constante no busques un buen resultado.
Y pasa que en la vida queremos buenos resultados, pero no trabajamos para conseguirlo. Queremos un empleo, pero no somos constante al buscarlo. Queremos conquistar a esa chica, pero pensamos que si es para nosotros entonces ella vendrá a nosotros y eso no pasará nunca. O empezamos un proyecto y no somos constantes, nos rendimos a la primera de cambio.
Y somos así muchas veces, exigiéndole a la vida buenos resultados como que si tuviéramos el respaldo de que hemos trabajado por ello. Y ser constante es un proceso que demanda tiempo y pasión. Muchas veces lágrimas, porque al principio nadie va a creer en vos.
Sé constante en tu carrera, no busques de tratar de correr igual que el otro. Pasa en las competencias que anhelamos ir al mismo ritmo que el que va en primer lugar y no se puede. Porque ese tipo entrena, come y se esfuerza diferente, él corre su carrera. Y a nosotros nos encanta querernos parecernos a los demás. Queremos vernos igual que otros y nos perdemos de correr nuestra carrera. Nos perdemos del paisaje por ver al que va en primer lugar, estamos tan abrumados y necesitados del destino que nos perdemos del viaje.
Cierta vez tuve la oportunidad de poderme entrenar con un keniata por durante tres días. El tipo era un atleta elite, corría estupendo. Y él me dijo algo que hasta el día de ahora no se me olvida. Él me dijo: Run your race. Corre tu carrera. A mí se me quedo grabado
Y esa frase viene a mi mente cada vez que yo quiero renunciar. Porque muchas veces quiero renunciar porque pienso que Dios no puede usarme y me frustro. Pero servir a Dios decía alguien, no es una prueba de 100 metros, es una maratón de resistencia.
Cuando nadie crea en ti, recuerda que Dios si cree en vos. Es que no quiero fracasar dicen muchos. ¿Sabes cómo veo el fracaso? Como escalones al éxito. Del fracaso se aprende, de las victorias no mucho.
Escritura
Acerca de este Plan
Nuestros sueños y metas no se cumplirán si nosotros no ponemos nuestro esfuerzo. Esto costara muchas veces lágrimas, te demandara tiempo y una dosis incalculable de pasión. En esta aventura de 3 días abarcaremos todos estos temas para así honrar la vida de tal manera que nuestra vida pueda escribirse en un libro de historias.
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Nos gustaría agradecer a Conexión Directa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/josemoralessm/