Rut, una historia de redenciónMuestra
El final de Dios
El capítulo cuatro inicia con Booz a la puerta, en el centro de la ciudad. Está aquí porque quiere casarse con Rut y está buscando a su pariente redentor. El pariente más cercano de Rut y Noemí es un hombre a quien no conocemos, sin embargo podemos aprender un poco sobre su carácter en este breve pasaje.
Sabemos que este hombre está obligado a cuidar de las dos mujeres, pero en ningún momento se ha ofrecido para ayudarlas. Más allá de eso, cuando Booz le pregunta al hombre si él quisiera redimir a Rut, él lo rechaza. Este era un hombre que carecía de integridad y carácter, especialmente en comparación con Booz.
Booz lleva a cabo una transacción legal con el pariente para obtener los derechos para redimir a Rut y poder casarse con ella. No tenía ninguna obligación de hacer nada por Rut, sin embargo hizo todo para cuidar de ella a lo largo del libro. Booz extendió gracia tal y como Jesús extiende gracia para nosotros.
La gracia de Dios es suficiente para nosotros. Hemos sido redimidos por Jesucristo, extranjeros que no merecían nada pero a quienes se les han dado los derechos de una herencia. Así como Jesús redime a Su novia (la iglesia), Booz redime a su novia (Rut). Él se casa con ella y ella concibe.
De manera interesante, Rut no había concebido en su matrimonio previo de diez años. Podemos suponer que fue estéril durante ese tiempo, sin embargo Dios abrió su vientre en este momento para poder dar a luz. Da a luz a un pequeño niño llamado Obed, quien es el abuelo del gran rey David.
Quiero dibujar una imagen más de la gracia y soberanía de Dios a través del nacimiento de este niño. Rut era moabita; extranjera sin derechos. Sin embargo, mediante la gracia y redención se vuelve parte de la genealogía de Cristo. ¡Qué increíble historia!
No fue una vida fácil para Rut. Creció en una nación malvada. Sufrió la pérdida de su esposo. Siguió a Noemí a un país extranjero y vivió en pobreza. Todas, circunstancias muy difíciles por decir lo menos.
Sin embargo, como mencioné al comienzo de esta serie, podemos ver la huella de Dios en la historia de Rut y no hay duda de que Él estuvo trabajando en todo momento. Fue un viaje largo y difícil, pero terminó con redención. ¡Rut comenzó vacía pero terminó plena!
Sin importar cómo sea tu temporada, recuerda que Dios está trabajando en tu vida. Está tejiendo un hermoso tapiz; no está terminado, sino en progreso. Ten presente que Dios es misericordioso, bueno y te ama. Si sientes desánimo en este viaje, mira de nuevo la vida de Rut y recuerda que Dios obra para el bien de Su pueblo.
El capítulo cuatro inicia con Booz a la puerta, en el centro de la ciudad. Está aquí porque quiere casarse con Rut y está buscando a su pariente redentor. El pariente más cercano de Rut y Noemí es un hombre a quien no conocemos, sin embargo podemos aprender un poco sobre su carácter en este breve pasaje.
Sabemos que este hombre está obligado a cuidar de las dos mujeres, pero en ningún momento se ha ofrecido para ayudarlas. Más allá de eso, cuando Booz le pregunta al hombre si él quisiera redimir a Rut, él lo rechaza. Este era un hombre que carecía de integridad y carácter, especialmente en comparación con Booz.
Booz lleva a cabo una transacción legal con el pariente para obtener los derechos para redimir a Rut y poder casarse con ella. No tenía ninguna obligación de hacer nada por Rut, sin embargo hizo todo para cuidar de ella a lo largo del libro. Booz extendió gracia tal y como Jesús extiende gracia para nosotros.
La gracia de Dios es suficiente para nosotros. Hemos sido redimidos por Jesucristo, extranjeros que no merecían nada pero a quienes se les han dado los derechos de una herencia. Así como Jesús redime a Su novia (la iglesia), Booz redime a su novia (Rut). Él se casa con ella y ella concibe.
De manera interesante, Rut no había concebido en su matrimonio previo de diez años. Podemos suponer que fue estéril durante ese tiempo, sin embargo Dios abrió su vientre en este momento para poder dar a luz. Da a luz a un pequeño niño llamado Obed, quien es el abuelo del gran rey David.
Quiero dibujar una imagen más de la gracia y soberanía de Dios a través del nacimiento de este niño. Rut era moabita; extranjera sin derechos. Sin embargo, mediante la gracia y redención se vuelve parte de la genealogía de Cristo. ¡Qué increíble historia!
No fue una vida fácil para Rut. Creció en una nación malvada. Sufrió la pérdida de su esposo. Siguió a Noemí a un país extranjero y vivió en pobreza. Todas, circunstancias muy difíciles por decir lo menos.
Sin embargo, como mencioné al comienzo de esta serie, podemos ver la huella de Dios en la historia de Rut y no hay duda de que Él estuvo trabajando en todo momento. Fue un viaje largo y difícil, pero terminó con redención. ¡Rut comenzó vacía pero terminó plena!
Sin importar cómo sea tu temporada, recuerda que Dios está trabajando en tu vida. Está tejiendo un hermoso tapiz; no está terminado, sino en progreso. Ten presente que Dios es misericordioso, bueno y te ama. Si sientes desánimo en este viaje, mira de nuevo la vida de Rut y recuerda que Dios obra para el bien de Su pueblo.
Escritura
Acerca de este Plan
Con pocas personas en la Biblia nos identificamos emocionalmente más que con Rut; una pobre viuda extranjera que puso a Dios como su prioridad y vio cómo Él transformó su vida. Si estás buscando ánimo en tus circunstancias, ¡no te pierdas este Plan de lectura!
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Queremos agradecer a Brittany Rust por proveer este Plan. Para más información, por favor visita: brittanyrust.com