Quien Dices Que Soy – Parte 1 Muestra

Una forma de aprender es haciendo preguntas a alguien que sabe mucho de un tema. Y esto era lo que hacían los discípulos cuando estaban con Jesús, le hacían preguntas. 

Ellos le preguntaron: “¿Quién es el más grande en el reino de los cielos?”

Quizá los discípulos esperaban que Jesús les contestará con el nombre de alguna persona muy importante, pero no fue así. Jesús llamó a un niño y le pidió que se acercara y dijo: “Os aseguro que, a menos que cambiéis y os volváis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos. Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este, me recibe a mí.” 

Jesús siguió enseñando a los discípulos y respondiendo a sus preguntas. A veces, les explicaba lo mismo varias veces, sobre todo cuando era algo muy importante que ellos debían aprender. Un día, las personas empezaron a traer a sus hijos a donde estaba Jesús, para que Él pusiera sus manos sobre los niños y orara por ellos. Los discípulos los detuvieron diciéndoles: “No molestéis a Jesús. Debéis iros.”

Jesús dijo entonces: “Dejad que los niños vengan a mí. ¡No los detengáis!” Y les recordó a los discípulos la lección que antes les había enseñado: “El reino de los cielos pertenece a los que son como estos niños.” Entonces, bendijo Jesús a los niños, oró por ellos y, luego, siguió su camino. 

Jesús nos muestra lo importante que son los niños y que no importa lo mayor o pequeño que seas, tú también puedes ser uno de esos hijos e hijas de Dios que son como niños. Yo soy un hijo de Dios. 

Lee acerca de Jesús y sus discípulos en los versículos de hoy.