Un Espíritu CorrectoMuestra

Día 3: Espíritu Obediente  

La vida cristiana no se trata sólo de los momentos audaces que parecen que cambiarán la historia, pues estos son sólo unos cuantos en la vida. La vida cristiana se trata también de la obediencia diaria en cosas pequeñas. Aunque creas que lo harás, no podrás ser obediente en cosas grandes si no lo eres en cosas pequeñas. Al final, tu vida será marcada por esas obediencias en tu día a día, por tu fidelidad diaria a Dios aún cuando nadie te ve. 

De nuevo, no se trata de hacer sino del ser. Jotan se “propuso obedecer”, era su corazón, su motivación, obedecer era su deseo y decidió cultivar un espíritu de obediencia. La obediencia no es total hasta que se hace desde el espíritu, la obediencia en acción con un espíritu de rebeldía no es obediencia sino rebeldía pasiva. 

Una persona con un espíritu obediente, no usa frases como “yo sólo me someto a Dios” o “yo me someto si el líder es bueno”,  sino que entiende que es llamado a una vida de sumisión a Dios, a sus autoridades y por último, como dice la palabra, “someterse los unos a los otros”.

Un espíritu de obediencia te llevará a la humildad que te permite adquirir sabiduría divina. Un espíritu de obediencia te llevará a la vida de honra que Dios tiene para ti porque “Dios exalta a los humildes” Salmo 127:6. Un espíritu de obediencia te abrirá puertas que nadie podrá cerrar y un espíritu de obediencia diaria será una vida que complazca a Dios y donde el derramará sus bendiciones. 

Recuerda que no se trata de lo que haces, necesitamos la ayuda de Dios para que plante en nosotros este espíritu de obediencia tan contrario a nuestra naturaleza caída. 

Dinámica: 

  - Haz una oración a Dios, pidiéndole que saque de ti todo espíritu corrupto y ponga en ti un espíritu de obediencia y sumisión. 

- Haz una lista de personas a las que debes pedir perdón por no someterte a ellos y comprométete a hacerlo desde hoy.