Quién Dices Que Soy - Parte 2Muestra

Imagina que estás atrapado en una habitación, y que luego te das cuenta de que has tenido la llave delante de ti todo el tiempo. En realidad, fuiste libre todo el tiempo, pero estabas viviendo como si estuvieses atrapado. ¿Por qué querríamos quedarnos atrapados cuando podríamos ser libres? Cuando vivimos encerrados, vivimos una vida llena de límites. No necesitamos vivir atrapados en nuestros pecados cuando Jesús nos ha liberado. 

Si Jesús ya te ha liberado, ¡no vivas encerrado! A veces las personas aceptan a Jesús como su Salvador, saben que han sido perdonados, pero viven como si aún estuviesen atrapados - se sienten culpables, tristes, piensan que son suficiente o que nunca llegarán a estar a la altura. La verdad es que Jesús murió en la cruz y resucitó para que nosotros fuésemos perdonados y liberados. Gracias a Jesús somos libres del pecado, de la culpa y de la vergüenza. Cuando conocemos el perdón y la libertad de Jesús podemos caminar con la cabeza en alto. Cuando somos liberados no somos un poquito libres, las cadenas no se aflojan solo un poco, ¡las cadenas se rompen! Yo soy quien Dios dice que soy, y Él dice que soy libre. 

Lee los versículos de hoy para ver qué dice Jesús sobre ser libres.