Pantalones Rotos Y TatuajesMuestra

Es fácil confundirnos en el camino y pensar que uniformidad es lo mismo que unidad.

No hay nada más aburrido que estar en una iglesia donde todos son iguales, no hay nada peor que estar metidos en una congregación donde todos hablan y se visten iguales, con la mentalidad de que eso significa estar en el mismo cuerpo. Sin embargo, no hay nada más lindo que estar un lugar donde todos somos diferentes, donde todos hacemos cosas diferentes, donde hay ministerios diferentes. Eso, amigos, es un mismo cuerpo; donde unos son los brazos y otros, las piernas. En fin, un mismo cuerpo.

Cuando me preguntan si soy cristiano evangélico y están más preocupados por saber a qué denominación pertenezco, me doy cuenta de que es gente que va por rumbos incorrectos. Pero me encanta encontrarme con gente a quien no le interesa la denominación a que perteneces, gente a la cual le interese nada más si amas a Dios. Yo soy cristiano, porque cristo me salvó, y no estaré discutiendo ni averiguando cuál es la denominación correcta.

No hace mucho tiempo, visité una iglesia, que amo mucho, fuera de mi país. Y me encantó porque podías ver la diversidad del cuerpo de Cristo: unos con trajes ostentosos, otros con pantalones rotos; unos con peinados que hasta brillaban y otros, despeinados con un “revoluto” (en mi país revoluto significa desorden jejeje). Pero me encantó que todos convivían en armonía. Armonía significa: equilibrio, proporción y correspondencia adecuada entre las diferentes cosas de un conjunto. Aplico este término en la iglesia porque no todos tenemos que parecernos ni tenemos que tener el mismo gusto de música o moda. Aunque parezca que somos diferentes, solo lo somos por fuera, porque por dentro buscamos el mismo propósito.

La iglesia que sobreviva será la que encuentre la armonía perfecta. Esa iglesia marcará la tendencia. Es la misma iglesia que vemos esparcida por todo el mundo haciendo cosas increíbles para Dios, las cuales, tiempo atrás, nadie hubiera imaginado. A esa generación les digo: sigan marcando la diferencia, gástense la vida haciendo cosas increíbles para Dios, arriésguenlo todo por la obra. Que la vida los encuentre moviéndose, hacia arriba o hacia abajo, pero moviéndose.

Solo me resta decirles que vivan una vida digna del sacrificio de la cruz y que no estamos para perder el tiempo en pequeñeces, ni para estar debatiendo si es de Dios o no usar tatuajes. Si Dios nos puso aquí es para salvar almas. Que nuestro único debate sea si estamos haciendo lo necesario para salvar gente.

Unámonos más que nunca como el cuerpo de Cristo que somos.

Gracias por completar este devocional.
Si fue de bendición me encantaría que me escribas y me cuentes.  https://www.instagram.com/josemoralessm/