¿Qué es la Verdad?Muestra
Comenzando con el Hombre en el espejo
Ayer refutamos la vieja mentira que dice que la verdad es opresiva y restrictiva. Hoy, necesitamos abordar otro concepto erróneo sobre la verdad. Este es tácito pero lamentablemente explotado muy a menudo. Mira, la verdad nunca tuvo la intención de ser un arma, estaba destinada a ser una base. Pero incluso en los días de Jesús, los líderes religiosos usaban la Ley, la verdad del pacto especial de Dios con su pueblo, como una herramienta para ganar poder sobre los demás. Y Jesús NO estaba de acuerdo con esto.
En Mateo 23, Jesús ha tenido suficiente y llama a los fariseos con una intensidad que debería ser aterradora. No hace ningún esfuerzo al exponer su corrupción e hipocresía. Aquí tienes una vista previa:
"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo."Mateo 23:13 NVI
Más adelante, Jesús les llama serpientes, dice que están llenos de cadáveres en descomposición e infiere que son hijos del infierno. No está jugando. Claramente, Jesús toma MUY en serio el uso dañino y egoísta de la verdad.
Tengamos cuidado de no cometer nunca el mismo error. ¿Crees que te sería imposible llegar al mismo lugar que los líderes religiosos? Bueno, es más fácil de lo que a cualquiera de nosotros le gustaría admitir señalar los errores de los demás antes de reconocer los nuestros. Es fácil criticar, buscar nuestro propio beneficio y vernos a nosotros mismos como mejores que los demás.Después de todo, no has hecho lo que ella hizo. Nunca llegarías tan lejos como él llegó.Pero esa mentalidad, ahí mismo, es la vía de acceso para convertirte en fariseo.
Es por eso que Jesús nos advierte sabiamente que primero nos examinemos a nosotros mismos y tratemos con la "viga en nuestro propio ojo" antes de intentar quitar una mota del de otra persona. Es una imagen divertida, pero ilustra de manera efectiva nuestra tendencia a restar importancia a nuestros propios problemas y fallas y a buscar y exagerar intencionalmente las fallas de los demás.
Es por eso que Santiago, el hermano de Jesús, compara la verdad de Dios, Su ley perfecta, con un espejo. Y aquí está la cuestión: no se usa un espejo para mirar a los demás. Usas un espejo para mirarte a ti mismo.
Reto:¿Eres rápido para arrojar el espejo de la verdad a los rostros de los demás pero a menudo te olvidas de mirar el estado de tu propio corazón? Responde esa pregunta en forma de oración pidiendo perdón donde sea necesario y que Dios te busque continuamente y te ayude a responder con humildad a todo lo que Él te muestre.
Acerca de este Plan
¿Es mi verdad o la verdad? ¿Qué sucede cuando las dos entran en conflicto? ¿Cómo podemos saber si algo es realmente cierto o no? Únete a nosotros los próximos siete días mientras consideramos la idea de que la verdad no es un concepto abstracto, es una persona real. Una persona con nombre y rostro. Una persona relacional, inmutable, vivificante e infinitamente amorosa. Una persona llamada Jesús.
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