Esposas que ganan: Cómo ganar en tu matrimonio a la manera de DiosMuestra

Ganar en el matrimonio a través de la humildad

El orgullo elige la actitud y las acciones del mundo y busca tener la razón todo el tiempo. Busca su propio beneficio y se alegra cuando se demuestra que los demás están equivocados. El orgullo también contribuye al maltrato injusto y a la mala administración en el matrimonio. Crea puntos ciegos, impidiendo que las parejas vean el error en sus caminos y contribuyendo a que tomen una actitud y un comportamiento que los lleva hacia una calamidad interminable en el matrimonio. El orgullo es lo opuesto a la humildad, y es la raíz de muchos conflictos matrimoniales sin resolver.

El Apóstol Pedro te instruye a que te vistas de humildad hacia los demás (1 Pedro 5:5). Hacer esto es como ponerse la ropa natural diariamente: te la pones para cubrir lo que es más valioso para ti, tu cuerpo. Cuando os vestís a vosotros mismos con humildad como pareja, estáis protegiendo la relación humana más cercana a vosotros, vuestro matrimonio. La protegéis contra los celos, conflictos, envidia, amargura, odio, falta de perdón y todos los pensamientos y emociones negativas y despectivas hacia tu cónyuge y tu matrimonio. Vistiéndoos con humildad provee el espacio para serviros el uno al otro a través de la fe y el amor. Dar y recibir perdón se vuelve más fácil cuando la humildad está trabajando activamente en vuestro matrimonio. Se vuelve un honor, en vez de una carga, el velar por el interés de tu cónyuge por encima del tuyo cuando la humildad está trabajando.

El mundo quiere que creáis que la humildad es ser débil de mente. Quiere que os guardéis rencor el uno al otro por días, semanas, meses o incluso años. La humildad ha sido malinterpretada y se tiene la falsa creencia de que si la aplicas pasas a no valer nada, a no tener esperanza y a estar desamparado. Sin embargo, cuando miras a la humildad desde una definición bíblica y como se demostró en la vida de Pablo, David, José e incluso Jesús, vemos que la humildad significa ser modesto, manso y humilde en espíritu. Ellos fueron humillados para que otros pudieran experimentar exaltación. Ellos se negaron a sí mismos para que otros pudieran experimentar la libertad en Cristo. 

Si practicas la humildad constantemente en tu matrimonio, Satanás nunca ganará. Él no será capaz de ponerte en contra de tu cónyuge o usar los momentos de desánimo y desilusión como un punto de entrada para avivar la discordia. La humildad crea un lazo más fuerte entre tú y tu cónyuge, proporcionando el soporte necesario para que tu matrimonio triunfe.

Reflexión: ¿De qué maneras puedes demostrar humildad en tu matrimonio hacia tu cónyuge?