Ir tras el corazón de DiosMuestra

Bueno, todavía queda … el más joven

Estás contra una valla de eslabones intentado encontrar el equilibrio perfecto entre ponerte de pie para parecer más alto y echar los hombros para atrás para parecer más fuerte. Lo único que está más tenso que tu abdomen es tu cerebro mientras intentas controlar mentalmente a los dos chicos atléticos y geniales que están a metro y medio de hormigón del patio de recreo delante de ti. La fila de jugadores de beisbol pie se ha reducido a ti y al chico que todavía no ha pateado una pelota más allá del lanzador. A pesar de todas tus mejores payasadas, sucede. Te eligen de último.

Quizás nunca te eligieron de último en el patio de recreo o quizás si. Quizás has tenido muchas relaciones fallidas antes de que finalmente durara. O tal vez los compañeros de trabajo siempre hacen amigos o consiguen un aumento antes que tú. Quién sabe, todavía estás esperando que te pidan que dirijas un pequeño grupo en la iglesia. Si respiras, alguna vez te has sentido dejado atrás.

No eres el único que se siente el último. David, aquel cuyo linaje dio a luz a Jesús, ni si quiera fue considerado para la alineación. Samuel, responsable de ungir al próximo rey, pasó por todos los hermanos de David antes de que el padre de este, Jesé, admitiera torpemente que todavía quedaba "el más joven": un niño entre 10 a 13 años, sucio y con olor a ovejas. Dios, finalmente, eligió a David: el último.

Consejo de líder: Tus calificaciones no te llamaron al liderazgo, Dios lo hizo. No importa tanto cómo te elijan sino quién te elige.