Encontrando Descanso en Este Alocado Y Ajetreado MundoMuestra

DESCANSO SABÁTICO (Sabbath)

Dios terminó su trabajo de creación en el séptimo día. Después de eso, celebró con trompetas, arpas, música, baile y fiesta hasta que las vacas volvieron a casa. Puedo verte sacudiendo la cabeza, diciendo, "¡No! ¡No es así como sucedió!" Tienes razón. Él no hizo eso. Descansó de todo su trabajo, bendijo el séptimo día y lo hizo sagrado.  

Dios no descansó porque estaba cansado o se le acabaran las ideas. Dios nunca se cansa, ni siquiera después de haber creado todo, desde la más pequeña nanopartícula hasta la galaxia más lejana del universo.  Descansó porque su creación estaba completa y para establecer un patrón a seguir. Estableció el Sabbath, un día que bendijo e hizo sagrado, es decir, diferente.  Era un día reservado para el descanso y no para el trabajo. Recordar el sábado y santificarlo es el cuarto de los diez mandamientos de Dios dados a Moisés en el Monte Sinaí. Si Dios priorizó el descanso un día a la semana, ¿cuánto más deberíamos hacerlo? 

El Sabbath es un regalo de Dios que nos permite recordar y regocijarnos de que Dios es nuestro creador, y que somos sus hijos amados. Cuando dedicamos un tiempo periódicamente para descansar y adorar en este loco y ajetreado mundo, demostramos lo importante que es Dios para nosotros, y reponemos nuestros cuerpos físicos y nuestra alma espiritual. Cualquier médico te dirá que el descanso es esencial, y Dios es nuestro gran médico. La práctica del Sabbath puede no ser fácil al principio, ya que normalmente no usamos la palabra Sabbath como palabra para el descanso. Pero es un mandato de Dios, y como tal, debe ser obedecido. El descanso no es pereza. Es reiniciar, recargar y reponer para nuestro bien. 

Intenta incluir tiempo en tu agenda esta semana para descansar, reflexionar y reponer fuerzas intencionadamente. Apaga tus ordenadores, portátiles y teléfonos móviles para evitar la necesidad de revisar un correo electrónico, un sms o un mensaje de las redes sociales. Si tienes hijos, desconéctalos también y pasad un tiempo de calidad y tranquilidad juntos. Pasad tiempo en la naturaleza, y quedaros tranquilos, sabiendo que Él es Dios. Reconoce el control soberano de Dios sobre tu vida y descansa, en obediencia a Dios.