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 <div class="book bkJOS">
 <div class="chapter ch6" data-usfm="JOS.6">
 <div class="label">6</div><div class="ms2">Etapas de la conquista (6&#8211;11)</div><div class="s1">Conquista de Jeric&#243;</div><div class="p"> 1Jeric&#243; estaba cerrada a cal y canto por miedo a los israelitas: nadie pod&#237;a entrar ni salir. 2El Se&#241;or dijo a Josu&#233;:</div><div class="p">&#8212;Mira, yo te entrego a Jeric&#243; y a su rey. 3Todos vuestros guerreros dar&#225;n cada d&#237;a una vuelta alrededor de la ciudad. As&#237; durante seis d&#237;as. 4Siete sacerdotes llevar&#225;n delante del Arca siete trompetas de cuerno de carnero. El s&#233;ptimo d&#237;a dar&#233;is siete vueltas a la ciudad y los sacerdotes tocar&#225;n las trompetas. 5Cuando los sacerdotes toquen el cuerno de carnero y oig&#225;is el sonar de la trompeta, todo el pueblo prorrumpir&#225; en un poderoso grito de guerra y la muralla de la ciudad se derrumbar&#225;. El pueblo se lanzar&#225; entonces al asalto cada uno por enfrente de donde est&#225;.#1 Sm 17,20.52.</div><div class="p"> 6Josu&#233;, hijo de Nun, llam&#243; a los sacerdotes y les dijo:</div><div class="p">&#8212;Tomad el Arca de la alianza y que siete sacerdotes vayan delante del Arca del Se&#241;or llevando siete trompetas de cuerno de carnero.</div><div class="p"> 7Y al pueblo le dijo:</div><div class="p">&#8212;Poneos en marcha y dad una vuelta a la ciudad; que los que van armados se coloquen delante del Arca del Se&#241;or.</div><div class="p"> 8En cuanto acab&#243; de hablar Josu&#233; al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del Arca del Se&#241;or se pusieron en marcha y tocaron las trompetas; el Arca de la alianza del Se&#241;or iba tras ellos; 9los que iban armados marchaban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, mientras la retaguardia caminaba detr&#225;s del Arca al son de las trompetas. 10Josu&#233; hab&#237;a dado esta orden al pueblo:</div><div class="p">&#8212;No lanc&#233;is gritos de guerra ni dej&#233;is o&#237;r vuestras voces: que no salga ni una palabra de vuestra boca, hasta el d&#237;a en que yo os mande lanzar el grito de guerra. Entonces lo lanzar&#233;is.</div><div class="p"> 11Hizo, pues, Josu&#233; que dieran una vuelta a la ciudad con el Arca del Se&#241;or, rode&#225;ndola una vez; luego regresaron al campamento, donde pasaron la noche. 12Josu&#233; se levant&#243; de madrugada y los sacerdotes cargaron a hombros el Arca del Se&#241;or. 13Los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del Arca del Se&#241;or, iban tocando las trompetas seg&#250;n caminaban. Los que iban armados marchaban delante de ellos mientras la retaguardia desfilaba detr&#225;s del Arca del Se&#241;or al son de las trompetas. 14El segundo d&#237;a dieron otra vuelta a la ciudad y regresaron al campamento. As&#237; durante seis d&#237;as. 15El s&#233;ptimo d&#237;a, se levantaron de madrugada y, siguiendo el mismo ritual, dieron siete vueltas a la ciudad; &#250;nicamente el s&#233;ptimo d&#237;a dieron siete vueltas a la ciudad. 16A la s&#233;ptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas y Josu&#233; dijo al pueblo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Lanzad el grito de guerra, porque el Se&#241;or os ha entregado la ciudad! 17La ciudad, con todo lo que hay en ella, ser&#225; consagrada al exterminio en honor del Se&#241;or. Solo quedar&#225; con vida Rajab, la prostituta, junto con todos los que est&#225;n con ella en su casa, pues ocult&#243; a los exploradores que enviamos a Jeric&#243;. 18Pero vosotros, guardaos de quedaros con algo consagrado al exterminio, pues si os dej&#225;is llevar de la codicia y os qued&#225;is con algo de lo que est&#225; consagrado, acarrear&#237;ais la desgracia a todo el campamento de Israel convirti&#233;ndolo en objeto de exterminio.#7,1-5. 19Toda la plata, todo el oro y todos los objetos de bronce y de hierro est&#225;n consagrados al Se&#241;or y deber&#225;n ingresarse en su tesoro.#Nm 31,54.</div><div class="p"> 20El pueblo lanz&#243; el grito de guerra y sonaron las trompetas. Al escuchar el pueblo el sonar de la trompeta, lanz&#243; un poderoso grito de guerra y la muralla se desplom&#243;. El pueblo asalt&#243; la ciudad, cada uno por enfrente de donde se encontraba, y se apoderaron de ella.#Heb 11,30. 21Consagraron al exterminio todo lo que hab&#237;a en la ciudad: hombres y mujeres, j&#243;venes y viejos, bueyes, ovejas y asnos, pas&#225;ndolos a filo de espada.</div><div class="s1">Respetan a Rajab y su familia</div><div class="p"> 22Josu&#233; dijo a los dos hombres enviados a explorar el pa&#237;s:</div><div class="p">&#8212;Entrad en casa de la prostituta y haced salir de ella a esa mujer con todo lo que le sea propio, pues as&#237; se lo jurasteis.</div><div class="p"> 23Los j&#243;venes esp&#237;as fueron e hicieron salir a Rajab, a su padre, a su madre, a sus hermanos con todo cuanto le pertenec&#237;a. Tambi&#233;n permitieron salir a todos los de su familia, dej&#225;ndolos fuera del campamento de Israel. 24Luego prendieron fuego a la ciudad con todo lo que conten&#237;a. Solo la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro los depositaron en el tesoro de la casa del Se&#241;or.</div><div class="p"> 25Pero Josu&#233; respet&#243; la vida de Rajab, la prostituta, as&#237; como la de la familia de su padre y la de todos los suyos que contin&#250;an viviendo en medio de Israel hasta el d&#237;a de hoy. Todo ello porque Rajab escondi&#243; a los esp&#237;as que envi&#243; Josu&#233; a explorar Jeric&#243;.</div><div class="s1">Maldici&#243;n contra quien reconstruya Jeric&#243;</div><div class="p"> 26En aquella ocasi&#243;n Josu&#233; pronunci&#243; este juramento:</div><div class="p">&#8212;&#161;Maldito sea ante el Se&#241;or quien se atreva a reconstruir esta ciudad! &#161;Echar sus cimientos le costar&#225; la vida de su primog&#233;nito, y asentar sus puertas la de su hijo menor!</div><div class="p"> 27Y el Se&#241;or estuvo con Josu&#233;, cuya fama se divulg&#243; por toda la tierra.#1,5+.</div>
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