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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkLUK">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="LUK.3">
 <div class="label">3</div><div class="ms1">II. Comienzo del ministerio de Juan y de Jes&#250;s (3,1&#8211;4,13)</div><div class="s1">Predicaci&#243;n de Juan el Bautista</div><div class="r">(Mt 3,1-12; Mc 1,1-8; Jn 1,19-28)</div><div class="p"> 1Corr&#237;a el a&#241;o quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio Pilato gobernaba en Judea; Herodes, en Galilea; su hermano Filipo, en Iturea y Tracon&#237;tida, y Lisanias, en Abilene. 2Y An&#225;s y Caif&#225;s eran los sumos sacerdotes. Fue entonces cuando Dios habl&#243; en el desierto a Juan, el hijo de Zacar&#237;as.#Mt 26,5; Jn 11,49; 18,13-24.28; Hch 4,6 (ver Jr 1,2; Os 1,1). 3Comenz&#243; Juan a recorrer las tierras ribere&#241;as del Jord&#225;n proclamando un bautismo como signo de conversi&#243;n para recibir el perd&#243;n de los pecados.#Hch 13,24; 19,4. 4As&#237; estaba escrito en el libro del profeta Isa&#237;as:</div><div class="b"></div><div class="q"> Se oye una voz;</div><div class="q"> alguien clama en el desierto:</div><div class="q"> &#171;&#161;Preparad el camino del Se&#241;or;</div><div class="q"> abrid sendas rectas para &#233;l! # 
 Is 40,3-5. </div><div class="q"> 5 &#161;Que se nivelen los barrancos</div><div class="q"> y se allanen las colinas y las lomas!</div><div class="q"> &#161;Que se enderecen los caminos sinuosos</div><div class="q"> y los &#225;speros se nivelen,</div><div class="q"> 6 para que todo el mundo contemple</div><div class="q"> la salvaci&#243;n que Dios env&#237;a!&#187;.</div><div class="b"></div><div class="p"> 7Dec&#237;a, pues, Juan a la mucha gente que ven&#237;a para que la bautizara:</div><div class="p">&#8212;&#161;Hijos de v&#237;boras! &#191;Qui&#233;n os ha avisado para que huy&#225;is del inminente castigo? 8Demostrad con hechos vuestra conversi&#243;n y no and&#233;is pensando que sois descendientes de Abrah&#225;n. Porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrah&#225;n.#Jn 8,39. 9Ya est&#225; el hacha preparada para cortar de ra&#237;z los &#225;rboles, y todo &#225;rbol que no d&#233; buen fruto ser&#225; cortado y arrojado al fuego.</div><div class="p"> 10La gente preguntaba a Juan:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; debemos hacer?#12,33; Hch 2,37.</div><div class="p"> 11Y &#233;l les contestaba:</div><div class="p">&#8212;El que tenga dos t&#250;nicas ceda una al que no tiene ninguna; el que tenga comida comp&#225;rtala con el que no tiene.</div><div class="p"> 12Se acercaron tambi&#233;n unos recaudadores de impuestos para que los bautizara y le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;Maestro, &#191;qu&#233; debemos hacer nosotros?</div><div class="p"> 13Juan les dijo:</div><div class="p">&#8212;No exij&#225;is m&#225;s tributo del que est&#225; establecido.</div><div class="p"> 14Tambi&#233;n le preguntaron unos soldados:</div><div class="p">&#8212;Y nosotros, &#191;qu&#233; debemos hacer?</div><div class="p">Les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Conformaos con vuestra paga y no hag&#225;is extorsi&#243;n ni chantaje a nadie.</div><div class="p"> 15As&#237; que la gente estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si Juan no ser&#237;a el Mes&#237;as.#2,11.26; 4,41; Mt 1,16-17; 2,4; 16,16; Mc 1,1; 8,29; Jn 1,19-20; 3,28. 16Tuvo, pues, Juan que declarar p&#250;blicamente:</div><div class="p">&#8212;Yo os bautizo con agua, pero viene uno m&#225;s poderoso que yo. Yo ni siquiera soy digno de desatar las correas de sus sandalias. &#201;l os bautizar&#225; con Esp&#237;ritu Santo y fuego. 17Llega, bieldo en mano, dispuesto a limpiar su era; guardar&#225; el trigo en su granero, mientras que con la paja har&#225; una hoguera que arder&#225; sin fin.#Is 5,24; 47,14; Jr 15,7; Jl 2,5; Na 1,10.</div><div class="p"> 18Con estos y otros muchos discursos exhortaba Juan a la gente y anunciaba al pueblo el evangelio. 19Tambi&#233;n se encar&#243; con el rey Herodes, reprendiendo su conducta con Herod&#237;as, la mujer de su hermano, y todas las dem&#225;s perversidades que hab&#237;a cometido. 20Entonces Herodes meti&#243; a Juan en la c&#225;rcel, con lo que colm&#243; la cuenta de sus cr&#237;menes.#Mt 14,3-4; Mc 6,17-18.</div><div class="s1">El bautismo de Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt 3,13-17; Mc 1,9-11)</div><div class="p"> 21Un d&#237;a, cuando todo el pueblo se estaba bautizando, tambi&#233;n Jes&#250;s fue bautizado. Y mientras oraba, el cielo se abri&#243;#5,26; Mc 6,46. 22y el Esp&#237;ritu Santo descendi&#243; sobre &#233;l en forma corporal, como una paloma. Y se oy&#243; una voz proveniente del cielo:</div><div class="p">&#8212;T&#250; eres mi Hijo amado; en ti me complazco.#Sal 2,7; Mt 3,17; Jn 1,32-34.</div><div class="s1">Genealog&#237;a de Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt 1,1-17)</div><div class="p"> 23Al dar comienzo a su ministerio, Jes&#250;s ten&#237;a unos treinta a&#241;os, y todos cre&#237;an que era hijo de Jos&#233;, cuyos ascendientes eran: Hel&#237;,#4,22; Jn 6,42. 24Matat, Lev&#237;, Melqu&#237;, Janay, Jos&#233;, 25Matat&#237;as, Am&#243;s, Na&#250;n, Esl&#237;, Nagay, 26Maat, Matat&#237;as, Seme&#237;n, Josec, Yod&#225;, 27Joan&#225;n, Res&#225;, Zorobabel, Salatiel, Ner&#237;, 28Melj&#237;, Add&#237;, Kos&#225;n, Elmad&#225;n, Er, 29Jes&#250;s, Eliezer, Jor&#237;n, Matat, Lev&#237;, 30Sime&#243;n, Jud&#225;, Jos&#233;, Jon&#225;n, Eliak&#237;n, 31Mele&#225;, Men&#225;, Mataz&#225;, Nat&#225;n, David, 32Jes&#233;, Obed, Booz, Sal&#225;, Naas&#243;n, 33Aminadab, Adm&#237;n, Arn&#237;, Esr&#243;n, Fares, Jud&#225;,#Gn 4,25&#8211;5,32; 11,10-26; 29,35 (ver 1 Cr 1,1-4.24-27). 34Jacob, Isaac, Abrah&#225;n, Tara, Nacor, 35Seruc, Raga&#250;, F&#225;lec, Eber, Sal&#225;, 36Cain&#225;n, Arfaxad, Sem, No&#233;, L&#225;mec, 37Matusal&#233;n, Enoc, Jarad, Maleleel, Cain&#225;n, 38En&#243;s, Set, Ad&#225;n y Dios.</div>
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 </div>
</div>

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkLEV">
 <div class="chapter ch13" data-usfm="LEV.13">
 <div class="label">13</div><div class="ms2">Normas sobre la lepra (13&#8211;14)</div><div class="s1">Inflamaciones y llagas blancuzcas</div><div class="p"> 1El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s y a Aar&#243;n:#ver Nm 12,10-15; Dt 24,8-9; Mt 8,2-4 y par.; Lc 17,12-19.</div><div class="p"> 2&#8212;Cuando alguien tenga en la piel una inflamaci&#243;n, una erupci&#243;n, o una llaga blancuzca, y se forme en su piel como una llaga de lepra, ser&#225; llevado al sacerdote Aar&#243;n o a uno de sus hijos sacerdotes. 3El sacerdote examinar&#225; la llaga de la piel; si el pelo de la parte afectada se ha vuelto blanco y la llaga parece m&#225;s hundida que el resto de la piel, es una llaga de lepra; el sacerdote lo comprobar&#225; y declarar&#225; a esa persona impura. 4Pero si lo que tiene en la piel es una llaga blancuzca que no est&#225; m&#225;s hundida que el resto de la piel ni el pelo se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote recluir&#225; al enfermo durante siete d&#237;as. 5Al s&#233;ptimo d&#237;a el sacerdote lo volver&#225; a examinar; si la llaga conserva el mismo aspecto, no habi&#233;ndose extendido por la piel, entonces el sacerdote lo volver&#225; a recluir durante otros siete d&#237;as. 6Al s&#233;ptimo d&#237;a el sacerdote lo examinar&#225; de nuevo: si la llaga parece haberse oscurecido, sin haberse extendido por la piel, entonces el sacerdote lo declarar&#225; puro; era solo una erupci&#243;n; la persona lavar&#225; sus ropas y ser&#225; considerada pura. 7Pero si despu&#233;s de haberse presentado al sacerdote y haber sido declarada pura, la erupci&#243;n se extiende por la piel, esa persona deber&#225; presentarse nuevamente al sacerdote. 8Y si, una vez examinada, el sacerdote ve que la erupci&#243;n se ha extendido por la piel, se trata de lepra y declarar&#225; impura a esa persona.</div><div class="s1">Lepra cr&#243;nica</div><div class="p"> 9Cuando a alguien le salga una llaga como de lepra, ser&#225; llevado al sacerdote. 10El sacerdote lo examinar&#225;, y si aparece un tumor blancuzco en la piel, si ha cambiado el color del pelo y se descubre la carne viva, 11esa persona padece de lepra cr&#243;nica en la piel; el sacerdote la declarar&#225; impura y no ser&#225; necesario recluirla, porque es impura. 12Pero si la lepra se extiende por la piel y llega a cubrir toda la piel del enfermo desde la cabeza hasta los pies, en cuanto le es dado observar al sacerdote, 13entonces este lo examinar&#225; y, si la lepra cubre todo su cuerpo, declarar&#225; puro al enfermo; toda la piel se ha vuelto blanca y &#233;l es puro. 14Mas si un d&#237;a aparece en &#233;l la carne viva, quedar&#225; impuro: 15el sacerdote examinar&#225; la carne viva y lo declarar&#225; impuro. La carne viva es impura; es lepra. 16Pero si la carne viva cambia de nuevo y se vuelve blanca, entonces el enfermo vendr&#225; al sacerdote, 17que examinar&#225; la llaga y, si la llaga se ha vuelto blanca, declarar&#225; puro al que la ten&#237;a, porque, en efecto, lo es.</div><div class="s1">&#218;lceras</div><div class="p"> 18Cuando alguien ha tenido en la piel una &#250;lcera que se ha curado, 19pero de pronto donde estaba la &#250;lcera aparece una inflamaci&#243;n o una llaga blanca de tono rojizo, ser&#225; presentado al sacerdote. 20El sacerdote lo examinar&#225; y, si la llaga est&#225; m&#225;s hundida que la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarar&#225; impuro; es un caso de lepra que se ha declarado en la &#250;lcera. 21Pero si cuando el sacerdote la examine, no aparece en la llaga pelo blanco ni est&#225; m&#225;s hundida que la piel, sino que simplemente se ha oscurecido, entonces el sacerdote recluir&#225; al enfermo por siete d&#237;as; 22si la llaga se sigue extendiendo por la piel, entonces el sacerdote lo declarar&#225; impuro; es un caso de lepra; 23si, por el contrario, la llaga blanca est&#225; localizada y no se ha extendido, es la cicatriz de la &#250;lcera y el sacerdote deber&#225; declarar pura a esa persona.</div><div class="s1">Quemaduras</div><div class="p"> 24Asimismo cuando alguien haya sufrido una quemadura en la piel y se le produzca sobre la quemadura una llaga blanquecina de tono rojizo o solo blanca, 25el sacerdote la examinar&#225;: si el pelo se ha vuelto blanco en la llaga y esta parece estar m&#225;s hundida que la piel, es lepra que ha brotado en la quemadura; el sacerdote declarar&#225; impura a esa persona; es un caso de lepra. 26Pero si al examinar la llaga, el sacerdote no encuentra en ella pelo blanco ni est&#225; m&#225;s hundida que la piel, sino que simplemente aparece m&#225;s oscura, el sacerdote confinar&#225; al enfermo por siete d&#237;as. 27Al s&#233;ptimo d&#237;a el sacerdote examinar&#225; nuevamente la llaga: si se ha extendido por la piel, el sacerdote declarar&#225; impura a esa persona; es un caso de lepra. 28Pero si la llaga est&#225; localizada, no se ha extendido por la piel y aparece simplemente oscura, es la cicatriz de la quemadura; el sacerdote declarar&#225; pura a esa persona, porque es la marca dejada por la quemadura.</div><div class="s1">Lesiones del cuero cabelludo</div><div class="p"> 29Si a un hombre o a una mujer se le produce una llaga en la cabeza o en la barbilla, 30el sacerdote examinar&#225; la llaga: si parece estar m&#225;s hundida que la piel y el pelo de la llaga es amarillento y escaso, entonces el sacerdote declarar&#225; impura a esa persona; se trata de ti&#241;a, un caso de lepra de la cabeza o de la barbilla. 31Pero si al examinar la llaga, el sacerdote no la encuentra m&#225;s hundida que la piel ni hay en ella pelo negro, el sacerdote confinar&#225; al enfermo por siete d&#237;as; 32al s&#233;ptimo d&#237;a el sacerdote examinar&#225; nuevamente la llaga: si la ti&#241;a no se ha extendido, ni hay en ella pelo amarillento, ni parece que est&#233; m&#225;s hundida que la piel, 33entonces el enfermo deber&#225; rasurarse, salvo en la parte afectada, y el sacerdote confinar&#225; al que padece la ti&#241;a por otros siete d&#237;as. 34Al s&#233;ptimo d&#237;a examinar&#225; el sacerdote nuevamente la ti&#241;a: si no se ha extendido por la piel ni parece estar m&#225;s hundida que la piel, el sacerdote declarar&#225; pura a esa persona que deber&#225; lavar sus ropas y ser&#225; considerada pura. 35Pero si la ti&#241;a se ha ido extendiendo por la piel despu&#233;s de su purificaci&#243;n, 36y el sacerdote as&#237; lo comprueba despu&#233;s del correspondiente examen, no es necesario que el sacerdote indague si el pelo es amarillento; es un caso de impureza. 37Si, por el contrario, a su modo de ver, la ti&#241;a est&#225; controlada y en ella ha crecido el pelo negro, es se&#241;al de que la ti&#241;a est&#225; curada; esa persona es pura y as&#237; la declarar&#225; el sacerdote.</div><div class="s1">Manchas blancas y calvicie</div><div class="p"> 38Si en la piel de un hombre o de una mujer aparecen manchas blancas, 39el sacerdote las examinar&#225;, y si comprueba que son de color blancuzco, se trata de un simple eczema que ha brotado en la piel; la persona es pura.</div><div class="p"> 40Si a una persona se le cae el cabello de la cabeza, es simple calvicie; esa persona es pura. 41Y si pierde el cabello de las sienes, son simples entradas; esa persona es pura. 42Mas cuando en la calvicie o en las entradas se descubre una llaga blanca de tono rojizo, es un caso de lepra que brota en su calvicie o en sus entradas. 43Entonces el sacerdote la examinar&#225;, y si comprueba que en su calvicie o en sus entradas aparece una inflamaci&#243;n de la llaga blanca de tono rojizo, similar a la lepra de la piel, 44es que esa persona padece de lepra; es impura y as&#237; la declarar&#225; el sacerdote; tiene la lepra en su cabeza.</div><div class="s1">Situaci&#243;n social del leproso</div><div class="p"> 45El enfermo de lepra andar&#225; con sus vestidos rasgados y con el pelo de su cabeza revuelto; se cubrir&#225; la parte inferior de su rostro y pregonar&#225;: &#161;soy impuro!, &#161;soy impuro! 46Todo el tiempo que le dure la lepra ser&#225; impuro y, en cuanto impuro, tendr&#225; que vivir aislado; su morada estar&#225; fuera del campamento.#Nm 5,2; 2 Re 15,5.</div><div class="s1">Lepra en la ropa</div><div class="p"> 47Puede suceder que aparezca en un vestido una mancha como de lepra, ya sea vestido de lana o de lino, 48o en urdimbre de lino o de lana, en cuero o en cualquier objeto de cuero; 49si la mancha es verdosa o de tono rojizo en vestido o en cuero, en urdimbre o en tejido o en cualquier objeto de cuero, se trata de lepra y se ha de indicar al sacerdote. 50El sacerdote examinar&#225; la mancha y aislar&#225; el objeto manchado durante siete d&#237;as. 51Al s&#233;ptimo d&#237;a examinar&#225; nuevamente la mancha y si comprueba que se ha extendido por el vestido, en la urdimbre o en el tejido, en el cuero o en cualquier objeto de cuero, se trata de un caso de lepra maligna; el objeto se ha vuelto impuro. 52El vestido, la urdimbre o tejido de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero en que haya una mancha de ese tipo, ser&#225; quemado porque es un caso de lepra maligna. 53Pero si el sacerdote examina el objeto y no parece que la mancha se haya extendido en el vestido, en la urdimbre o en el tejido, o en cualquier objeto de cuero, 54entonces el sacerdote ordenar&#225; que se lave el lugar donde est&#225; la mancha y aislar&#225; otra vez el objeto durante siete d&#237;as. 55Si despu&#233;s de haber sido lavada la mancha, el sacerdote la examina y observa que no ha cambiado de aspecto, aunque la mancha no se haya extendido m&#225;s, el objeto es impuro y deber&#225; ser quemado porque est&#225; infectado por el derecho y por el rev&#233;s. 56Pero si el sacerdote examina la mancha y comprueba que se ha oscurecido despu&#233;s de ser lavada, la arrancar&#225; del vestido, del cuero, de la urdimbre o del tejido. 57Y si la mancha aparece de nuevo en el vestido, la urdimbre o el tejido, o en cualquier objeto de cuero, extendi&#233;ndose por ellos, quemar&#225;s todo aquello que resulte afectado por la mancha. 58En cambio, el vestido, la urdimbre o el tejido, o cualquier objeto de cuero que hayas lavado y del que haya desaparecido la mancha, se lavar&#225; por segunda vez y entonces quedar&#225; puro.</div><div class="p"> 59Esta es la norma para los casos de lepra en un vestido sea de lana o de lino, o de urdimbre o de tejido, o de cualquier objeto de cuero, con el fin de declararlo puro o impuro.</div>
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</div>

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkLEV">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="LEV.14">
 <div class="label">14</div><div class="s1">Purificaci&#243;n del leproso. Rito inicial</div><div class="p"> 1El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 2&#8212;Este ser&#225; el ritual para la purificaci&#243;n del leproso: el d&#237;a en que haya de purificarse, ser&#225; llevado al sacerdote#Mt 8,4; Lc 17,14. 3que saldr&#225; fuera del campamento y examinar&#225; al enfermo. Si comprueba que la lepra est&#225; curada, 4el sacerdote ordenar&#225; traer, para el que ha de purificarse, dos aves vivas y puras, junto con madera de cedro, una cinta escarlata e hisopo. 5El sacerdote ordenar&#225; inmolar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente. 6Despu&#233;s tomar&#225; el ave a&#250;n viva, la madera de cedro, la cinta escarlata y el hisopo, y los mojar&#225; en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente;#ver Nm 19,6.18; Sal 51,7; Heb 19,9. 7rociar&#225; siete veces al que va a ser purificado de la lepra y lo declarar&#225; puro; al ave viva la dejar&#225; en libertad por el campo. 8Y el que se purifica lavar&#225; sus ropas, se afeitar&#225; completamente, se ba&#241;ar&#225; y quedar&#225; puro. Despu&#233;s podr&#225; entrar en el campamento, pero vivir&#225; siete d&#237;as fuera de su tienda.</div><div class="p"> 9Pasados los siete d&#237;as, se rapar&#225; la cabeza, la barba, las cejas y todo el pelo; lavar&#225; sus ropas, se ba&#241;ar&#225; y quedar&#225; puro.</div><div class="s1">Sacrificio de purificaci&#243;n</div><div class="p"> 10El d&#237;a octavo tomar&#225; dos corderos sin defecto alguno y una cordera de un a&#241;o, tambi&#233;n sin defecto alguno, junto con seis kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal y un cuarto de litro de aceite.</div><div class="p"> 11El sacerdote que efect&#250;a la purificaci&#243;n presentar&#225; ante el Se&#241;or, a la entrada de la Tienda del encuentro, a la persona que se ha de purificar junto con sus ofrendas; 12a continuaci&#243;n el sacerdote tomar&#225; un cordero como reparaci&#243;n con un cuarto de litro de aceite, haciendo el rito de la elevaci&#243;n en presencia del Se&#241;or. 13Y degollar&#225; el cordero en el lugar del santuario donde se inmolan las v&#237;ctimas del sacrificio por el pecado y se ofrece el holocausto, pues tanto la v&#237;ctima del sacrificio por el pecado, como la del sacrificio de reparaci&#243;n, corresponden al sacerdote; es algo muy sagrado. 14El sacerdote tomar&#225; parte de la sangre del sacrificio de reparaci&#243;n y untar&#225; con ella el l&#243;bulo de la oreja derecha de la persona que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho.#8,23-24. 15Asimismo el sacerdote tomar&#225; el cuarto de litro de aceite, lo echar&#225; sobre la palma de su mano izquierda, 16mojar&#225; su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y asperjar&#225; con su dedo el aceite siete veces en presencia del Se&#241;or. 17Con el aceite restante que hay en su mano, el sacerdote untar&#225; el l&#243;bulo de la oreja derecha de quien se purifica, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, encima de donde hab&#237;a untado con la sangre de la ofrenda de reparaci&#243;n. 18Y el resto del aceite que a&#250;n le quede en su mano, lo derramar&#225; sobre la cabeza de quien se purifica. De esta manera el sacerdote har&#225; expiaci&#243;n por &#233;l en presencia del Se&#241;or. 19El sacerdote presentar&#225; luego la ofrenda de purificaci&#243;n, y har&#225; expiaci&#243;n por el que se ha de purificar de su impureza. Seguidamente inmolar&#225; la v&#237;ctima del holocausto 20y ofrecer&#225; sobre el altar el holocausto y la ofrenda de cereal. El sacerdote har&#225; de esta manera expiaci&#243;n por el oferente que recobrar&#225; el estado de pureza.</div><div class="s1">La ofrenda del pobre</div><div class="p"> 21Pero si quien se ha de purificar es pobre y carece de medios suficientes, entonces traer&#225; un cordero como ofrenda de reparaci&#243;n; har&#225; el rito de la elevaci&#243;n y el de expiaci&#243;n, y traer&#225; tambi&#233;n dos kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal, un cuarto de litro de aceite,#5,7+. 22y dos t&#243;rtolas o dos pichones, seg&#250;n sus recursos: uno para la ofrenda de purificaci&#243;n y el otro para el holocausto. 23Al octavo d&#237;a los presentar&#225; al sacerdote para su purificaci&#243;n; lo har&#225; a la entrada de la Tienda del encuentro en presencia del Se&#241;or. 24Tomar&#225; entonces el sacerdote el cordero de la ofrenda de reparaci&#243;n y el cuarto de litro de aceite, haciendo con ellos el rito de la elevaci&#243;n ante el Se&#241;or, 25inmolar&#225; el cordero del sacrificio de reparaci&#243;n, tomar&#225; un poco de la sangre de la v&#237;ctima inmolada y untar&#225; con ella el l&#243;bulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar del pie derecho de la persona que se purifica. 26Luego el sacerdote echar&#225; un poco del aceite sobre la palma de su mano izquierda 27y, con el &#237;ndice de su mano derecha, har&#225; siete aspersiones ante el Se&#241;or utilizando el aceite que tiene en su mano izquierda. 28A continuaci&#243;n, con el aceite que tiene en su mano, el sacerdote untar&#225; el l&#243;bulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar del pie derecho de quien se purifica, por encima del lugar untado con la sangre de la ofrenda de reparaci&#243;n. 29Y lo que reste del aceite que tiene en su mano, lo derramar&#225; el sacerdote sobre la cabeza de la persona que se purifica, para hacer expiaci&#243;n por ella en presencia del Se&#241;or. 30Luego ofrecer&#225; las dos t&#243;rtolas o los dos pichones, seg&#250;n sus recursos: 31uno en ofrenda de purificaci&#243;n y el otro en holocausto; presentar&#225;, adem&#225;s, la ofrenda de cereal. As&#237; har&#225; el sacerdote expiaci&#243;n en presencia del Se&#241;or por la persona que se purifica. 32Esta es la norma para quien haya padecido de lepra y no tenga recursos suficientes para su purificaci&#243;n.</div><div class="s1">La lepra de las casas</div><div class="p"> 33El Se&#241;or habl&#243; a Mois&#233;s y a Aar&#243;n, y les dijo:</div><div class="p"> 34&#8212;Cuando entr&#233;is en la tierra de Cana&#225;n, que os entrego en posesi&#243;n, si yo hiciera aparecer manchas en alguna casa de vuestra tierra, 35el propietario de la casa avisar&#225; al sacerdote y le dir&#225; &#171;Algo como lepra ha aparecido en mi casa&#187;. 36Antes de entrar a examinarla, el sacerdote ordenar&#225; desocupar inmediatamente la casa para evitar que sea contaminado todo lo que hay en ella; a continuaci&#243;n el sacerdote entrar&#225; a examinarla. 37Y si al examinarla, se ven en las paredes de la casa manchas verdosas o rojizas que aparentan estar m&#225;s hundidas que la superficie de la pared, 38el sacerdote saldr&#225; a la entrada de la casa y la clausurar&#225; durante siete d&#237;as. 39Al s&#233;ptimo d&#237;a el sacerdote retornar&#225; a la casa y, si comprueba que la mancha se ha extendido por las paredes, 40ordenar&#225; que se arranquen las piedras manchadas y que se arrojen en lugar impuro fuera de la ciudad. 41Ordenar&#225; tambi&#233;n raspar toda la casa por dentro y el polvo de las raspaduras ser&#225; arrojado a un lugar impuro fuera de la ciudad. 42Pondr&#225;n otras piedras en lugar de las que se quitaron y revocar&#225;n nuevamente con barro el interior de la casa. 43Y si, despu&#233;s que se arrancaron las piedras, se rasp&#243; la casa y se volvi&#243; a revocar, salen nuevas manchas, 44entonces el sacerdote volver&#225; a examinarla: si resulta que las manchas se han extendido por toda la casa, es un caso de lepra maligna en la casa; la casa es impura: 45deber&#225; ser demolida y sus piedras, sus maderos y la argamasa de sus muros, ser&#225;n arrojados a un lugar impuro fuera de la ciudad. 46Y cualquiera que hubiere entrado en aquella casa durante los d&#237;as en que estuvo clausurada, quedar&#225; impuro hasta la noche. 47Igualmente, el que haya dormido o comido en dicha casa, deber&#225; lavar sus ropas.</div><div class="p"> 48Pero si el sacerdote entra y, al examinar la casa, observa que las manchas no se han extendido despu&#233;s que la casa fue revocada, declarar&#225; pura la casa, porque la infecci&#243;n ha desaparecido. 49Para purificar la casa el sacerdote tomar&#225; dos aves, madera de cedro, una cinta escarlata e hisopo; 50inmolar&#225; una de las aves en una vasija de barro que contenga agua corriente; 51luego tomar&#225; la madera de cedro, el hisopo, la cinta escarlata, la p&#250;rpura y el ave viva, mojar&#225; todo en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente y asperjar&#225; la casa siete veces. 52As&#237; purificar&#225; la casa con la sangre del ave inmolada, con el agua corriente, con el p&#225;jaro vivo, la madera de cedro, el hisopo y la cinta escarlata. 53Al ave viva la dejar&#225; en libertad por el campo. De esta manera har&#225; expiaci&#243;n por la casa, y esta quedar&#225; pura.</div><div class="s1">Conclusi&#243;n</div><div class="p"> 54Este es el ritual a seguir acerca de toda mancha de lepra y de ti&#241;a, 55sea lepra de vestidos o de casas, 56y acerca de inflamaciones, erupciones y manchas blancuzcas, 57en orden a determinar cu&#225;ndo algo es puro y cu&#225;ndo es impuro. Esta es la norma tocante a la lepra.</div>
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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch41" data-usfm="PSA.41">
 <div class="label">41</div><div class="ms2">Salmo 41</div><div class="s1">S&#233; que me quieres</div><div class="d">Al maestro del coro. Salmo de David</div><div class="q"> 1Feliz quien atiende al desvalido,</div><div class="q">el Se&#241;or lo salvar&#225; en el d&#237;a adverso.#Pr 14,21; 19,17; 22,9; Mt 5,7.</div><div class="q"> 2El Se&#241;or lo proteger&#225;,</div><div class="q">le har&#225; vivir feliz en esta tierra</div><div class="q">y no lo dejar&#225; a merced del enemigo.#27,12.</div><div class="q"> 3El Se&#241;or lo conforta en el lecho del dolor,</div><div class="q">le devuelve la salud si est&#225; postrado.</div><div class="q"> 4Yo dije: &#171;Se&#241;or, api&#225;date de m&#237;;</div><div class="q">c&#250;rame, pues he pecado contra ti&#187;.#6,2; 30,2; 32,3-5; 38,3-5.</div><div class="q"> 5Mis enemigos auguran mi desgracia:</div><div class="q">&#171;&#191;Cu&#225;ndo morir&#225; y desaparecer&#225; su nombre?&#187;.#31,11-13; 38,11-12.</div><div class="q"> 6Si uno viene a verme, habla fingiendo,</div><div class="q">guarda para s&#237; el enga&#241;o y al salir fuera lo cuenta.</div><div class="q"> 7Cuantos me odian murmuran juntos de m&#237;,</div><div class="q">maquinan contra m&#237; una desgracia:</div><div class="q"> 8&#171;Un mal devastador lo invade,</div><div class="q">se acost&#243; y no volver&#225; a levantarse&#187;.</div><div class="q"> 9Hasta mi &#237;ntimo amigo en quien confiaba,</div><div class="q">el que com&#237;a de mi pan, me ha traicionado.#38,11; 55,13-14; Mt 26,23; Mc 14,18; Lc 22,21; Jn 13,18.</div><div class="q"> 10Pero t&#250;, Se&#241;or, api&#225;date de m&#237;,</div><div class="q">restabl&#233;ceme, que yo les dar&#233; su merecido.</div><div class="q"> 11Por esto s&#233; que me quieres:</div><div class="q">mi enemigo no puede cantar victoria.</div><div class="q"> 12Por mi rectitud t&#250; me sostienes</div><div class="q">y por siempre me mantienes ante ti.</div><div class="q"> 13&#161;Bendito sea el Se&#241;or, Dios de Israel,</div><div class="q">desde siempre y para siempre!</div><div class="q">&#161;Am&#233;n, am&#233;n!#72,18; 89,52; 106,48; Lc 1,68.</div>
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