Gente imperfecta en la Biblia Muestra

Jonás

En ocasiones, nos encontramos en lugares pecaminosos porque no estábamos prestando atención. Nos ponemos flojos y terminamos en un torbellino de malas decisiones con consecuencias terribles. Otras veces sabíamos lo que hacíamos cuando decidimos desobedecer a Dios.

Dios le dijo al profeta Jonás que debía ir a Nínive a predicar para que se arrepintiera y se volviera a Dios. Claramente, Jonás estaba lejos de emocionarse por esta orden porque literalmente huyó de Dios y se encaminó a Tarsis, una ciudad en la dirección opuesta a Nínive. Terminó abordando un barco para alejarse de Nínive tanto como pudiese.

Desafortunadamente su mala decisión al evadir la orden de Dios no terminó bien para él. En un corto período de tiempo vino sobre el barco una tormenta que amenazó con matar a toda la tripulación. Inmediatamente, Jonás supo que la desobediencia a Dios era la causa de esta situación. Así que le dijo a la tripulación que era su culpa. Jonás 1:15 en la NVI dice, "Así que tomaron a Jonás y lo lanzaron al agua, y la furia del mar se aplacó".

Si eso no era suficientemente malo, fue tragado por un pez gigante una vez que estuvo en el mar. Luego pasaría los próximos tres días y tres noches en el vientre antes de ser vomitado en tierra seca. Una vez que ya no estaba acampando dentro del pez, decidió obedecer a Dios y predicar arrepentimiento a la ciudad de Nínive.

Aquí hay dos aportes de la vida de Jonás:

Enfréntalo, No huyas de Ello
Cuando Dios ordenó a Jonás predicar arrepentimiento a una gran ciudad de pecadores, él no quería tener nada que ver con eso. Así que huyó. Si Jonás hubiese obedecido y hubiese hecho lo que se suponía que hiciera desde el principio, no hubiese tenido que lidiar con las consecuencias de sus acciones, incluyendo acampar en el asqueroso vientre de un pez por un fin de semana extendido. Con frecuencia experimentamos dificultades en la vida y preferimos ignorarlas o negarlas que enfrentarlas. Así que, lidiemos con nuestras dificultades y luchas, avancemos y permitamos a Dios que nos halle en medio de ellas.

El Plan de Dios Prevalece
Mientras la gente de Nínive era malvada y vivían vidas llenas de pecado, Dios deseaba que se regresaran a Él. Ese era su plan desde el principio y se hizo realidad. Independientemente de nuestros propios planes y sueños, tenemos que entender que Dios es soberano. Este es mundo que habitamos es Su creación, estamos aquí para Sus propósitos y no al revés.

Todos tendremos que hacer cosas que no queremos. En lugar de huir de nuestras responsabilidades y llamados, obedezcamos a Dios la primera vez y veamos cómo Él obra para transformar vidas. Él es soberano y debemos considerar un honor participar de Su obra aquí en la Tierra.