Villancicos: Un devocional de NavidadMuestra

Noche de paz

Todo duerme en derredor. Entre los astros que esparcen su luz.
Bella anunciando al niñito Jesus.
Brilla la estrella de paz.
Brilla la estrella de amor.

Cuando yo era pequeño, éramos pobres. Raramente comprábamos nada que no fuera necesario durante el año. Cerca de dos meses antes de Navidad mis padres me pedían una lista de todas las cosas que yo quería. Yo me volcaba en catálogos, iba a tiendas (esto era antes de Internet y búsquedas cibernéticas), soñando sobre todo aquello que iba a disfrutar durante el año siguiente. Despúes de completar mi lista, me anticipaba pensando con ansiedad en los regalos que aparecerían debajo del árbol. La espera me resultaba como si tardara años, pero valía la pena. ¡La mañana de Navidad era el mejor momento del año! ¡Pasaba el resto del año disfrutando de mis nuevos regalos!

Los hijos de Dios durante cientos de años habían anticipado la llegada de su Salvador. Los padres les contaban a sus hijos sobre la llegada del Rey: aquel que los salvaría a todos. Sus hijos se lo contaban a sus hijos. Todo el mundo estaba ansioso esperando a Aquel del que habían oído hablar. La llegada de Jesús, su Salvador, fue en una noche de paz. Los cielos se regocijaron. Los ángeles cantaron. Los pastores temblaron a su vista. ¡En Navidad recordamos ese día en el que el cielo vino a la tierra! ¡El día en el que Dios cumplió su promesa! El día en el que Dios se hizo hombre para redimir a sus hijos en un mundo roto. ¡El Salvador está aquí! ¡Él está presente! No tienes que anticipar algo que ya posees. ¡Celébralo! ¡Disfruta del regalo que has recibido!

Pregunta:

¿En qué areas de tu vida estás esperando y anticipando la presencia de Dios?