Villancicos: Un devocional de NavidadMuestra
Calma, calma, calma
Calma, calma, calma, uno puede escuchar la nieve caer.
Todo está en silencio, el mundo está durmiendo
La Santa Estrella se mantiene su vigilia
Calma, calma, calma, uno puede escuchar la nieve caer.
Calma, calma, calma… Estas palabras no parecen tener lugar en los ajetreos y afanes de una vida ocupada, especialmente en el tiempo de Navidad. Las fiestas, los regalos y los proyectos suelen tenernos en un frenesí frenético mientras nos apresuramos de un evento a otro. A menudo, antes de que nos demos cuenta, el día de Navidad ha llegado y se ha ido. Solo entonces nos damos cuenta de que, a pesar de nuestras buenas intenciones, nunca experimentamos la paz que viene de disfrutar realmente del increíble amor de Dios por nosotros.
¿No es interesante que Dios nos manda a "estar quietos"?
¿Crees que es porque Él sabe que a veces nos cuesta hacerlo por nuestra cuenta?
¿Qué pasa cuando realmente tomamos tiempo para estar quietos? La respuesta está en el Salmo 46:10… "Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra". Cuando te mantienes quieto delante de Dios entiendes mejor que lo que sea que estés pasando, como sea que haya sido tu día, puedes descansar completamente en el hecho de que Dios es Dios. Él es asombroso, maravilloso y soberano. Él nos ama más de lo que podemos imaginar y tiene todo bajo control.
Dedica hoy un tiempo a buscar intencionadamente la quietud en diferentes momentos. Tal vez puedas envolverte en una manta y salir a mirar las estrellas, preguntándote cómo era esa estrella sagrada que señaló el nacimiento de Cristo hace muchos años. Tal vez te tomes un minuto para ver dormir a tu hijo pequeño y te preguntes, mientras contemplas su dulce rostro, qué pensaban María y José de su hijo recién nacido. Abre tu Biblia, lee una de tus escrituras favoritas... y siéntate a esperar.
Pregunta:
¿Qué verdades resuenan en tu alma acerca de Jesús mientras tomas tiempo para estar quieto ante Él?
Calma, calma, calma, uno puede escuchar la nieve caer.
Todo está en silencio, el mundo está durmiendo
La Santa Estrella se mantiene su vigilia
Calma, calma, calma, uno puede escuchar la nieve caer.
Calma, calma, calma… Estas palabras no parecen tener lugar en los ajetreos y afanes de una vida ocupada, especialmente en el tiempo de Navidad. Las fiestas, los regalos y los proyectos suelen tenernos en un frenesí frenético mientras nos apresuramos de un evento a otro. A menudo, antes de que nos demos cuenta, el día de Navidad ha llegado y se ha ido. Solo entonces nos damos cuenta de que, a pesar de nuestras buenas intenciones, nunca experimentamos la paz que viene de disfrutar realmente del increíble amor de Dios por nosotros.
¿No es interesante que Dios nos manda a "estar quietos"?
¿Crees que es porque Él sabe que a veces nos cuesta hacerlo por nuestra cuenta?
¿Qué pasa cuando realmente tomamos tiempo para estar quietos? La respuesta está en el Salmo 46:10… "Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra". Cuando te mantienes quieto delante de Dios entiendes mejor que lo que sea que estés pasando, como sea que haya sido tu día, puedes descansar completamente en el hecho de que Dios es Dios. Él es asombroso, maravilloso y soberano. Él nos ama más de lo que podemos imaginar y tiene todo bajo control.
Dedica hoy un tiempo a buscar intencionadamente la quietud en diferentes momentos. Tal vez puedas envolverte en una manta y salir a mirar las estrellas, preguntándote cómo era esa estrella sagrada que señaló el nacimiento de Cristo hace muchos años. Tal vez te tomes un minuto para ver dormir a tu hijo pequeño y te preguntes, mientras contemplas su dulce rostro, qué pensaban María y José de su hijo recién nacido. Abre tu Biblia, lee una de tus escrituras favoritas... y siéntate a esperar.
Pregunta:
¿Qué verdades resuenan en tu alma acerca de Jesús mientras tomas tiempo para estar quieto ante Él?
Escritura
Acerca de este Plan
Dios está con nosotros: en promesas respondidas, sueños realizados, y en una esperanza renovada. Cómo no cantar. Durante esta temporada de Navidad, explora las canciones que nacieron de nuestro gozo por la llegada de Cristo al mundo y redescubre Su relevancia en tu vida hoy, a través de este Plan de lectura de 25 días.
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Nos gustaría dar las gracias a LifeChurch.tv por este plan. Para obtener más información, por favor visita www.lifechurch.tv