¿Puedo realmente derrotar al pecado y la tentación?

En 1 Samuel 13:14, el profeta Samuel le dice al rey Saúl, que está siendo reemplazado porque “el Señor ha buscado un hombre conforme a su corazón, y ha designado que sea príncipe sobre su pueblo”.

Sin embargo, décadas después, ese “hombre conforme a su corazón” se involucra con una mujer casada y ella queda embarazada, y exitosamente planea matar a su esposo para tomarla como esposa.

En este suceso, el rey David rompió nueve de los diez mandamientos:

10: Codició la mujer ajena.

9: Mintió sobre su pecado.

8: La robó para sí mismo.

7: Cometió adulterio.

6: Asesinó a su esposo.

5: Deshonró a sus padres.

2: Idolatró a Betzabé.

1y 3: Deshonró a Dios y a Su nombre.

Por lo menos, hasta donde sabemos, David no dejó de guardar el día de reposo.

¿Por qué un hombre conforme al corazón de Dios hizo esto?

¿Por qué pecamos? ¿Cómo vencemos la tentación? ¿Qué hacemos cuando no lo logramos?

Esto es lo que analizaremos estos seis días.

Prepárate a ser tentado

Cuando Jesús derrotó el ataque de Satanás; el enemigo “lo dejó hasta otra oportunidad” (Lucas 4:13). Si nuestro Señor se enfrentó a la tentación, nosotros también lo haremos.

El diablo es plenamente real y te odia. Tú eres su enemigo. Jesús nos advirtió que el diablo “ha sido un asesino desde el principio”, y “un mentiroso y padre de la mentira “ ( Juan 8:44). Es “un león rugiente buscando a quien devorar” ( 1Pedro 5:8). Él nos tienta y engaña a cada uno de nosotros.

Aquí el porqué: “Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz muerte” (Santiago 1:15).

Subráyalo: el pecado siempre te lleva más lejos de lo que desearías ir, te mantiene más tiempo del que desearías estar, y te cuesta más de lo que desearías pagar.

Siempre.

Pregúntale al Rey David. Lee 2 Samuel 12 para ver las devastadoras consecuencias.