NO TOMES DE TU PROPIA MEDICINA.Muestra

Antes de comenzar, preguntémonos lo siguiente: ¿Realmente somos sinceros ?, ¿Somos transparentes ?, ¿Decimos la verdad sin importar con quien estemos? 

 Antes de introducirnos en este plan lector es importante estar claros ante esas interrogantes que nos hemos planteado, ya que lo que viene a continuación es vital para poder ver, analizar y entender lo que Dios quiere revelarnos.

Vivimos en una generación que estamos llenos de máscaras, pensando en que todo está bien, en que yo puedo con los problemas, en que yo no necesito ayuda de nadie y mucho menos de Dios, de que no peco, de que soy mejor que otros , de que tengo el control de mi vida, que no necesito de nadie  y que nadie se meta en mi vida. Pero en realidad, como lo mencione antes; somos una generación llena de máscaras ya que reímos y mostramos una apariencia ante el mundo para creer que todo está bien, pero cuando estamos solos lloramos, reconocemos nuestras fallas, nos miramos al espejo y nos da vergüenza lo que vemos. Somos una generación que ante el mundo muestra una cara y ante Dios otra.

El problema de usar una máscara es que cuando nos colocamos una creemos que nos  quita el dolor, pero en realidad es que la herida se va haciendo más profunda con el pasar del tiempo porque escogemos lo que el mundo ofrece y no lo que Dios nos da, esto es debido a que muchas veces nos cuesta ser sinceros, nos cuesta pedir ayuda, nos cuesta darnos cuenta que estamos solos. 

Sin duda alguna, nuestra única solución para sanar nuestras heridas de nuestro pasado y de nuestra alma es reconocer que el único que nos puede ayudar es nuestro Dios, nada más