Adicto A Estar Ocupado: Recuperación Para El Alma AceleradaMuestra

El ritmo de Jesús no es legalista

Cuando finalmente nos retiramos, podemos tomar valor del hecho que Jesús vio oportuno retirarse, también. Siguiendo su ejemplo, nosotros también podemos dejar el ajetreo predominante que tiende a dirigir nuestras vidas; podemos dejar a las “personas con necesidades” que amenazan con implosionar si realmente nos vamos; podemos dejar la materia de la preocupación a favor de la paz que desesperadamente buscamos. Podemos hacer todas estas cosas porque Jesús las hizo y porque Él nos estaba mostrando cómo vivir. Los poetas dicen que se retiró para recordar su hogar celestial. Dijo que lo hizo para mostrarnos cómo es una vida rítmica, para mostrarnos que el descanso divino no es una obligación sino una invitación. Y para mostrarnos lo que es responder con un sincero sí.

Aquí es donde no entendí el punto, así como los judíos en los días de Jesús no lo entendieron. Comencé a institucionalizar mi descanso, insistiendo que tenía que comenzar a una hora determinada en un día determinado, todas y cada una de las semanas, y que cuando algo o alguien se interpusiera en mi camino, esa distracción sería mi perdición. Mi descanso se había convertido en mi señor, algo que tenía que apaciguar, para no morir. Jesús nunca vió el descanso de esta manera. ¿Recuerdas su declaración en Marcos 2:27?

Para el pueblo judío que escuchaba ese día, la conmoción debe haberse registrado en sus corazones. Habían pasado toda su vida orientándose en torno a las reglas y normas de la obervancia del día de reposo. ¿Qué quiso decir Jesús?

No estaba intentando ser irrespetuoso; estaba declarando la verdad. Se habían equivocado por completo al convertir el descanso de Dios en una lista de tareas pendientes. D. A. Carson escribió:
la promulgación de la ley del día de reposo no tenía la intención de ser una carga; de hecho, el sábado debía reflejar la compasión de Dios por su pueblo, así como enfatizar el carácter de su santidad. Pero este propósito fue olvidado en arrogancia y rebelión a medida que crecía el legalismo y el tradicionalismo. El verdadero significado de la ley del sábado fue proclamado una y otra vez por los profetas de Dios que enfatizaron la relación de pacto, pero la gente no estaba dispuesta a escuchar.

Jesús no estaba en el legalismo, evidenciado en la forma en que “trabajó” en varios sábados (recogiendo trigo, sanando a personas desfiguradas) y también en la forma en la que descansó cuando la gente pensó que debía trabajar. Lo que siempre ha sido más notable sobre los retiros voluntarios de Jesús no es que descansó, sino cuándo eligió descansar. Él se retiraba a descansar cuando la gente aún lo necesitaba y también cuando su ego hubiera tenido la tentación de quedarse. Jesús no descansó simplemente cuando se esperaba el descanso; también descansó cuando estaba en la cima de su juego.