Estaciones de la Cruz - Plan de PascuaMuestra

JESÚS ES CONDENADO PARA SER CRUCIFICADO

«¡Crucifícale! ¡Crucifícale!» fueron las palabras gritadas por los principales sacerdotes y sus funcionarios una vez que los soldados romanos arrestaron a Jesús por afirmar ser el Rey de los judíos. Jesús, enjuiciado ante el gobernador romano Poncio Pilato, acusado de muchas cosas, permaneció en silencio. Aunque Pilato no encontró bases para un cargo contra Jesús, entregó a Jesús para ser golpeado, azotado y crucificado.

Jesús no abrió la boca para decir nada. Fue llevado como un cordero al matadero. Aunque Jesús era inocente, sufrió voluntariamente por los culpables. De hecho, Jesús es el cordero sin culpa que asumió el pecado del mundo.

Jesús te ama tanto que murió por ti. No hay mayor amor que eso. ¿Cómo respondes a ese amor? Tómate un tiempo para reflexionar sobre el amor de Jesús por ti y difunde ese amor a los demás.