Tristeza y dueloMuestra

Día 4
A veces, nuestra tristeza proviene del arrepentimiento: algo que hemos hecho, algo que nos han hecho o algo de nuestro carácter que parece que no podemos cambiar.
Ora
Señor, tú eres el gran sanador. Por favor, cúrame.
Lee
Jesús pasó los tres años de su ministerio enseñando y sanando a la gente. Trabajó incansablemente para llevarles buenas noticias.
Mateo 9:35-36
Reflexiona
Todos hemos oído la frase: "Jesús te ama". Pero, ¿qué significa eso realmente? Una cosa que significa es que Jesús nos ve como realmente somos, y siente compasión por nosotros. Uno de los amigos más íntimos de Jesús observó que Jesús no necesitaba que nadie le enseñara lo que había en el corazón de la gente (Juan 2:24). Podía ver sus motivos y deseos más profundos, incluso más allá de lo que ellos sabían de sí mismos. Ese es parte del poder del pasaje de hoy—para ti.
Responde
¿Alguna vez has sentido que si Jesús te viera de verdad, no se preocuparía de ayudarte? En tu tristeza, puedes contar con el tierno cuidado de Jesús y con lo que la Biblia llama los «brazos eternos» de Dios (Deuteronomio 33:27).
Escritura
Acerca de este Plan

No hay que avergonzarse de estar triste. La vida que se nos ha dado nunca fue prometida ser libre de dolor o tristeza. Sin embargo, es fundamental que durante los momentos en que más nos duele, corramos a Dios y a su Palabra en busca de paz y consuelo.
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