Poniendo una 'X' en la ansiedadMuestra
Fija tu mirada
Ansiedad. Ese gigante que se avecina en un valle profundo amenaza, se burla, intimida, incapacita y paraliza. Ese gigante es real. Y puede ser mortal.
La ansiedad y sus primos (pánico, preocupación, miedo y pavor) es compleja. Hay factores espirituales, mentales, físicos, emocionales, genéticos y circunstanciales que pueden hacer que caigamos en las garras de la depresión, alejándonos de aquellos a quienes amamos y cerrando nuestra capacidad para lidiar con la vida cotidiana. Para subestimar el problema, o descartarlo con un, Oye, encogete de hombros, recuperar la mentalidad, es un error.
Lo sé porque he sufrido una derrota en este valle en los últimos años. Sin embargo, también sé que hay una forma de superar la ansiedad. Sé de primera mano que puedes salir del otro lado de la depresión y el pavor, y vivir para contar acerca de alguien que es más poderoso que todo lo que te domina. No estoy ofreciendo una solución rápida, ni una promesa de que escaparás de la pelea. Pero me gustaría hablarte de un campeón, un matagigantes, que está de tu lado en la batalla.
He escuchado historias de otras personas que luchan contra la ansiedad que suenan similares a la mía, pero la batalla de cada persona es diferente y cada experiencia es única. Un enfoque de "talla única" no será útil aquí.
Pero llegar a un acuerdo con el formidable tamaño de este gigante de ninguna manera disminuye la promesa de Dios: puedes vivir libre de las garras desmoralizadoras de la ansiedad.
Es imperativo que sepas que no te encuentras indefenso y solo en tu valle. Dios Todopoderoso está contigo y lucha por ti. De hecho, ¡ya se enfrentó a todos los "Goliat" y ganó!
Durante los próximos seis días, fijaremos nuestra mirada en él. No ignoraremos que un gigante llamado miedo o preocupación o pánico tiene su pie en nuestro cuello. Pero elegiremos levantar los ojos y ver a alguien más grande y poderoso, alguien que nos ama y planea llevarnos de regreso a la luz.
Escritura
Acerca de este Plan
La ansiedad puede ser el miedo sobre tu hombro, la preocupación que está a tu lado o el pavor que se cierne sobre tu vida. Para muchos, es un gigante poderoso al que le gustaría hacerles creer que su vida nunca volverá a ser normal. En el transcurso de siete días, fijaremos nuestra mirada en alguien más grande y más poderoso: Jesús, nuestro cazador de gigantes.
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