Vive tu llamado: ¿Para qué estoy aquí?Muestra

El objetivo de Dios para ti es tu carácter, no tu comodidad

Religiones y filosofías de la Nueva Era promueven la vieja mentira de que somos divinos o podemos convertirnos en dioses. Déjame ser absolutamente claro: nunca te convertirás en Dios ni en un dios.

Esa mentira orgullosa es la tentación más antigua de Satanás. Satanás prometió a Adán y Eva que si seguían su consejo, “llegarían a ser como Dios” (Génesis 3:5)

El deseo de ser un Dios se manifiesta al tratar de controlar las circunstancias, el futuro y a los que nos rodean. Como criaturas, nunca seremos el Creador. Dios no quiere que te conviertas en un dios; Él quiere que te vuelvas piadoso, asumiendo sus valores, actitudes y carácter. Estamos destinados a "asumir una forma de vida completamente nueva: una vida moldeada por Dios, renovada desde el interior, que cambie tu conducta mientras Dios reproduce fielmente su carácter en ti" (Efesios 4:22-24) .

El objetivo de Dios para tu vida en la Tierra no es la comodidad sino el desarrollo de tu carácter. Él quiere que crezcas espiritualmente y llegues a ser como Cristo. Ser como Cristo no significa perder tu personalidad o convertirte en un clon autómata.

Dios creó tu singularidad por lo que ciertamente no quiere destruirla. La semejanza a Cristo se trata de transformar tu carácter, no tu personalidad.

Al olvidar que tu carácter es un propósito de Dios para tu vida, te sentirás frustrado por tus circunstancias. Te preguntarás: “¿Por qué me sucede esto? ¿Por qué paso por algo tan difícil?” Una respuesta es, ¡se supone que la vida es difícil! Es lo que nos permite crecer. Recuerda, la Tierra no es el Cielo

Muchos cristianos malinterpretan la promesa de “vida abundante” de Jesús (Juan 10:10) como que significaría tener salud perfecta, comodidad, felicidad constante, plena realización de sus sueños y alivio instantáneo de sus problemas a través de la fe y la oración.

En resumen, esperan que la vida cristiana sea fácil. Esperan el Cielo en la Tierra.

Esta perspectiva ensimismada trata a Dios como un genio que simplemente existe para servirte en tu búsqueda egoísta de realización personal. Pero Dios no es tu sirviente, y si aceptas la idea de que la vida es fácil, te desilusionarás gravemente o vivirás negando la realidad.

¡Nunca olvides que la vida no se trata de ti! Tú existes para los propósitos de Dios, no al revés. ¿Por qué proveería Dios el Cielo en la Tierra cuando ha planeado lo real para ti en la eternidad? Dios nos da nuestro tiempo en la Tierra para construir y fortalecer nuestro carácter para el Cielo

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