Cultivando tu feMuestra
Cosechando y sembrando
Si no puedes volar, entonces corre. Si no puedes correr, entonces camina. Si no puedes caminar, entonces gatea. Pero, hagas lo que hagas, tienes que seguir adelante. —Martin Luther King, Jr.
A veces parece más fácil simplemente rendirse, ¿no? Cuando intentamos e intentamos e intentamos, y nos cansamos de intentar, especialmente cuando no vemos ningún resultado de nuestro trabajo. Y, si somos honestos, parece que es más fácil que la maleza eche raíces en nuestras vidas a que lo haga una planta que dé fruto, ¿cierto?
Gálatas 6:9 dice: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”.(NVI) Es duro hacer las cosas correctas, escoger perseverar cuando no vemos resultados. Pero si queremos “cosechar”, no podemos darnos por vencidos.
Escoger ir al gimnasio durante una semana no va a tener como resultado un cuerpo nuevo y saludable. Debemos seguir adelante, semana tras semana, para ver un resultado que muestre nuestro trabajo duro. No podemos esperar que nuestro deteriorado matrimonio mejore después de haber sido amables con nuestro cónyuge por un día. Debemos esforzarnos e invertir en nuestro matrimonio cada día, confiando completamente en que Dios va a traer un verdadero cambio.
Uno nunca cosecha inmediatamente después de sembrar. Los agricultores lo saben. Ellos plantan en una temporada y cosechan en otra. Así que, si quieres ver resultados maravillosos en tu vida, debes seguir adelante. No puedes rendirte y esperar una cosecha de todas formas. Es tan fácil para nosotros pensar de esa manera. Esperamos que Dios nos dé sus bendiciones y una vida fructífera; sin embargo, hace mucho que nos rendimos. No debemos desanimarnos en este camino porque cosecharemos lo que hayamos sembrado.
La pregunta es: ¿mantendrás el rumbo?
Reflexiona
¿Qué tipo de fruto quieres ver en tu vida? ¿Qué pasos estás siguiendo para asegurarte de que lo coseches algún día?
Acerca de este Plan
La Biblia tiene mucho que decir sobre cómo cultivar nuestra fe y ser completamente devotos a Jesús. A medida que Él nos transforma de dentro hacia fuera, nos invita a ser parte del proceso. En este plan bíblico de 4 días, nos adentraremos en lo que significa seguirlo todos los días y vivir una vida centrada en Cristo.
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