20/20: La visión de Dios para mi vidaMuestra

Libre de ser

PorBob Hamp

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.2 Corintios 3: 17–18 

El niño nació... completamente inconsciente de que estaba en un campo de prisioneros. Sus padres habían sido conducidos aquí mientras él todavía estaba en el vientre de su madre. Como resultado, el único mundo que había conocido era un paisaje oscuro rodeado de alambre de púas y torres de vigilancia. A medida que crecía, vio a otros mirar con nostalgia hacia las áreas más allá de las cercas. Se dio cuenta de los deseos de sus compañeros residentes de estar del otro lado de la reja. Aunque nunca había conocido el otro lado, sabía que quería dejar el lugar donde estaba. Sabía que "ahí afuera" había algo llamado libertad.

El nunca había perseguido una pelota de fútbol en un campo verde. Nunca se había precipitado a las olas en una playa del océano. Nunca había salido de su casa para ir de picnic a un remoto valle montañoso. La imagen de libertad del niño era limitada, estaba compuesta exclusivamente de cosas que quería dejar atrás. En otras palabras, sabía lo quenoquería y dóndenoquería estar, pero no tenía idea de lo que realmente quería y dónde realmente quería estar.

Como ese niño, todos y cada uno de nosotros entramos al mundodespuésque Adán y Eva esclavizaron a la raza humana al pecado. Fuimos creados a la imagen de Dios y se nos dio dominio sobre Su creación; sin embargo, desde Adán y Eva, la creación nos ha dominado. No tenemos forma de recordar cómo fue en el Jardín del Edén. Nadie se ha subido a una montaña para ayudar a Dios a nombrar animales. Nunca nos sentamos junto a la Palabra Viviente y aprendimos cómo funciona el universo. Todavía tenemos que experimentar lo que realmente significa reinar y gobernar sobre la creación. No tenemos otra opción que pensar como prisioneros.

Cuando pensamos en la libertad, la mayoría de nosotros pensamos en los cambios que deseamos: "Quiero dejar de estar tan enojado". "Ojalá pudiera dejar de beber". "Necesito ser un mejor padre". Estamos detrás de las rejas de nuestra propia humanidad y soñamos con nostalgia sobre cómo sería si nuestras circunstancias fueran diferentes, si pudiéramos controlar nuestros pensamientos o alinear nuestros hábitos con Dios. Sabemos qué queremos libertadde, pero no tenemos idea de lo que realmente es vivir en libertad.

Irónicamente, la Biblia no describe la libertad en términos de liberarsedealgo. 2 Corintios 3:17 dice: "Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad". Según ese verso, la libertad no es laausencia de algo; es lapresencia de Alguien, el Espíritu del Señor.

La libertad es cuando puedes responder a tu Creador como el hombre o la mujer que Él creó y redimió para ser. La libertad es cuando puedes funcionar en tu corazón, mente y relaciones como unarepresentaciónviviente de Dios aquí en la tierra.

Para el hombre en la cárcel, la libertad no es cuando se abren las puertas; es cuando puede ser absolutamente el hombre para el que fue hecho, incluso cuando todavía está tras las rejas. Los Judíos en los campos de exterminio Nazi lo demostraron cuando se dijeron entre ellos: "Pueden hacernos marchar hacia nuestra muerte, pero no pueden hacernos odiar". Un hombre que lleva a Dios en su alma puede atravesar el valle de sombra de muerte y aún no temer ningún mal (Salmo 23: 4).

Cuando tu corazón está libre para adorar, es difícil seguir albergando el mal. Cuando tienes el poder de amar profundamente, el miedo pierde su control. Cuando bebes profundamente de agua viva, es poco probable que desees placeres menores. Las cosas que una vez te apresaron, los rejas de tu antigua prisión, desaparecen o pierden su control en la presencia real y viva de la Fuente de todo lo que nutre tu alma. Y en la presencia de Aquel que te hizo quien eres, puedes volver a ser el hombre o la mujer que Él te ha creado para ser.

La libertad no se trata de nuestra capacidad para superar obstáculos; la libertad se trata de convertirse en el cumplimiento del diseño de Dios. No eslo que hacemos; es lo que somos.Por esta razón, la libertad se ve diferente paracadapersona. Cuando te das cuenta de que no estás hecho para ser como nadie más que tú mismo, te liberas del dominio absoluto de intentar ser como los demás. Mientras que un músico puede encontrar la libertad solo con una guitarra, un médico puede encontrar la libertad en un país remoto rodeado de personas que necesitan curación.

Tratar de ser como cualquier otro es inútil... solo te dejará frustrado y desanimado, porqueno puedesser nadie más quetú. Y tratar de controlar tus actitudes y comportamiento es solo una distracción del objetivo más profundo y valioso de dejar que el Espíritu de Dios que está dentro de tí se desate. Recuerda, dondequiera que esté el Espíritu del Señor, haylibertad... ¡y el Espíritu del Señor está en tí!

Conviértete en ti mismo. Atrévete a descubrir la huella única de Dios que es quien eres. No tienes comparación y no tienes igual... no haynadiecomo tú.

Ser o no ser, esa es la pregunta.
~ William Shakespeare

Versículo para momorizar

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.2 Corintios 3:17