Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De Dios

95 Tesis Para La Nueva Generación

La Comparación - El Enemigo Silencioso

Zaqueo: La Obediencia Inmediata

La Adoración Como Un Estilo De Vida

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Incluso Si ______.

Confiando en Dios Para Dar Forma a Tu Historia

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 <div class="chapter ch4" data-usfm="2CO.4">
 <div class="label">4</div><div class="s1">Proclamar, ante todo, la verdad</div><div class="p"> 1Por eso, conscientes de que Dios nos ha confiado, en su misericordia, este servicio, lejos de darnos por vencidos, 2renunciamos a actuar de forma oculta y avergonzada, as&#237; como a proceder con astucia o a falsear la palabra de Dios. Por el contrario, frente al juicio que puedan hacer de nosotros los dem&#225;s en la presencia de Dios, proclamamos abiertamente la verdad. 3Y si el evangelio que anunciamos est&#225; encubierto, lo est&#225; solamente para aquellos que van por el camino de la perdici&#243;n, 4para esos incr&#233;dulos cuya mente est&#225; de tal manera cegada por el dios de este mundo, que ya no son capaces de distinguir el resplandor del glorioso evangelio de Cristo, que es imagen de Dios.#Col 1,15; Heb 1,3. 5Porque no nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Se&#241;or, present&#225;ndonos como vuestros servidores por amor a Jes&#250;s. 6Pues el mismo Dios que dijo: Resplandezca la luz desde el seno de las tinieblas, para que irradiemos la luz del conocimiento glorioso de Dios reflejado en el rostro de Cristo.</div><div class="s1">Un tesoro en vasijas de barro</div><div class="p"> 7Pero este tesoro lo guardamos en vasijas de barro para que conste que su extraordinario valor procede de Dios y no de nosotros. 8Nos acosan por todas partes, pero no hasta el punto de abatirnos; estamos en apuros, pero sin llegar a ser presa de la desesperaci&#243;n;#6,4-5; 11,23-33; 12,7-10; Rm 8,36-37; 1 Co 15,31. 9nos persiguen, pero no quedamos abandonados; nos derriban, pero no consiguen rematarnos. 10Por todas partes vamos reproduciendo en el cuerpo la muerte dolorosa de Jes&#250;s, para que tambi&#233;n en nuestro cuerpo resplandezca la vida de Jes&#250;s. 11En efecto, mientras vivimos, estamos de continuo en trance de muerte por causa de Jes&#250;s para que, a trav&#233;s de nuestra naturaleza mortal, se haga manifiesta la vida de Jes&#250;s. 12De modo que en nosotros act&#250;a el poder de la muerte; en vosotros, en cambio, el poder de la vida.</div><div class="p"> 13Pero como tenemos aquel esp&#237;ritu de fe del que dice la Escritura: Cre&#237; y por eso habl&#233;, tambi&#233;n nosotros creemos y, en consecuencia, hablamos,#Sal 116,10. 14pues sabemos que quien resucit&#243; a Jes&#250;s, el Se&#241;or, tambi&#233;n nos resucitar&#225; a nosotros con Jes&#250;s y nos congregar&#225; con vosotros en su presencia.#Rm 8,11; 1 Co 6,14; 15,15.20. 15Todo esto es para vuestro bien. As&#237;, cuantos m&#225;s participen del favor de Dios, tanto m&#225;s crecer&#225; la acci&#243;n de gracias para gloria de Dios.</div><div class="s1">En espera de una vida mejor</div><div class="p"> 16Esta es la raz&#243;n por la que nunca nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desmoronando, nuestro ser interior va recibiendo d&#237;a tras d&#237;a nueva vida. 17Pues nuestras penalidades de hoy, que son leves y pasajeras, nos producir&#225;n para siempre una riqueza inmensa e incalculable de gloria.#Rm 8,17-18; 1 Pe 1,6-7. 18Y es que nuestro objetivo no son las cosas que ahora vemos, sino las que no vemos todav&#237;a. Esto que ahora vemos, pasa; lo que a&#250;n no se ve, permanece para siempre.#5,7; Heb 11,1-3.</div>
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 <div class="chapter ch5" data-usfm="2CO.5">
 <div class="label">5</div><div class="p"> 1Sabemos, adem&#225;s, que aunque se desmorone esta tienda corporal que nos sirve de morada terrestre, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas.#Jb 4,19. 2Y suspiramos anhelando ser sobrevestidos de esa nuestra morada celestial,#Rm 8,23. 3dando por supuesto que seremos revestidos y no despojados de ella. 4En verdad, a los que vivimos en esta morada corporal nos abruma la aflicci&#243;n, pues no queremos quedar desnudos, sino ser sobrevestidos de modo que lo mortal sea absorbido por la vida.#1 Co 15,53-54. 5A eso precisamente nos ha destinado Dios, y como garant&#237;a nos ha dado el Esp&#237;ritu.</div><div class="p"> 6As&#237; que en todo momento estamos llenos de confianza sabiendo que, mientras el cuerpo sea nuestra morada, nos hallamos lejos del Se&#241;or 7y caminamos guiados por la fe y no por lo que vemos.#1 Co 13,12; Heb 11,13. 8Rebosamos confianza, a pesar de todo, y preferir&#237;amos abandonar el cuerpo para ir a vivir junto al Se&#241;or.#Flp 1,21-23. 9Por eso, tanto si vivimos en este cuerpo como si lo abandonamos, lo que deseamos es agradar al Se&#241;or. 10Porque todos nosotros tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su vida mortal.#Rm 14,11; 1 Co 3,11-15.</div><div class="s1">Nuevas criaturas en Cristo Jes&#250;s</div><div class="p"> 11Conscientes del respeto que merece el Se&#241;or, nos esforzamos en convencer a los dem&#225;s, pues lo mismo que nuestra vida no tiene secretos para Dios, espero que tampoco los tenga para vosotros. 12Y no es que otra vez nos estemos haciendo la propaganda ante vosotros; tan solo queremos brindaros la ocasi&#243;n de que est&#233;is orgullosos de nosotros y as&#237; pod&#225;is responder a quienes presumen de apariencias y no de realidades.#3,1. 13Porque si dimos la impresi&#243;n de excedernos, por Dios lo hicimos; y si ahora parecemos m&#225;s serenos, por vosotros lo hacemos. 14En todo caso, es el amor de Cristo el que nos apremia, al pensar que, si uno muri&#243; por todos, todos en cierto modo han muerto.#Jn 11,50; Rm 5,18. 15Cristo, en efecto, muri&#243; por todos, para que quienes viven, ya no vivan m&#225;s para s&#237; mismos, sino para aquel que muri&#243; y resucit&#243; por ellos.#Rm 14,7-8. 16As&#237; que en adelante a nadie valoramos con criterios humanos. Y si en alg&#250;n tiempo valoramos a Cristo con esos criterios, ahora ya no. 17Quien vive en Cristo es una nueva criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad est&#225; presente.#Rm 6,4; Ga 6,15; Ef 2,10; 4,24; Ap 21,5.</div><div class="s1">Reconciliaci&#243;n con Dios</div><div class="p"> 18Todo se lo debemos a Dios, que nos ha reconciliado con &#233;l por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa reconciliaci&#243;n a los dem&#225;s.#Rm 5,10; Ef 2,16; Col 1,20-22. 19Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de reconciliaci&#243;n. 20Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios mismo os exhortara sirvi&#233;ndose de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconcili&#233;is con Dios. 21Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trat&#243; por nosotros como al propio pecado, para que, por medio de &#233;l, experimentemos nosotros el poder salvador de Dios.#Jn 8,46; Rm 8,3; Heb 4,15; 1 Pe 2,22.</div>
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 <div class="chapter ch6" data-usfm="2CO.6">
 <div class="label">6</div><div class="s1">La dif&#237;cil tarea apost&#243;lica</div><div class="p"> 1Puesto que somos colaboradores de Dios, os exhortamos a que no ech&#233;is a perder su gracia. 2Es Dios mismo quien dice:</div><div class="b"></div><div class="q"> Tengo un tiempo propicio para escucharte,</div><div class="q"> un d&#237;a en que acudir&#233; en tu ayuda para salvarte.</div><div class="b"></div><div class="p">Pues bien, este es el tiempo propicio, este es el d&#237;a de la salvaci&#243;n.#Is 49,8.</div><div class="p"> 3En cuanto a nosotros, procuramos no dar a nadie motivos para desacreditar nuestro ministerio. 4Al contrario, en todo momento nos hemos comportado como servidores de Dios. Es mucho lo que hemos debido soportar: sufrimientos, dificultades, estrecheces,#11,23-27. 5golpes, prisiones, tumultos, trabajos agotadores, noches sin dormir y d&#237;as sin comer. 6A&#241;&#225;dase nuestra limpieza de vida, nuestro conocimiento de Dios, nuestra entereza de &#225;nimo, nuestra bondad; y tambi&#233;n la acci&#243;n del Esp&#237;ritu, nuestro amor sin doblez, 7la verdad que anunciamos y el poder de Dios. Tanto para atacar como para defendernos, empu&#241;amos las armas que nos proporciona el poder salvador de Dios.#10,4; Rm 13,12; Ef 6,16-17. 8Unos nos ensalzan y otros nos desprecian; unos nos difaman y otros nos alaban: nos consideran impostores, siendo as&#237; que proclamamos la verdad. 9Nos tratan como a desconocidos, pese a que somos bien conocidos; nos ponen en trance de muerte, pero seguimos con vida; nos castigan, pero sin que la muerte nos alcance. 10Nos imaginan tristes, y estamos siempre alegres; parecemos pobres, y enriquecemos a muchos; damos la impresi&#243;n de no tener nada, y lo tenemos todo.#8,9.</div><div class="p"> 11Acabo de desahogarme con vosotros, corintios, y es como si el coraz&#243;n se me hubiera ensanchado. 12No ha sido mezquino mi amor; el vuestro, en cambio, s&#237; lo ha sido. 13Ensanchad tambi&#233;n vuestro coraz&#243;n &#8212;como a hijos os lo pido&#8212; y corresponded a mi amor.#1 Co 4,14; Ga 4,19; 1 Ts 2,11; Flm 10.</div><div class="s1">Los cristianos, templos de Dios vivo</div><div class="p"> 14No os asoci&#233;is con los incr&#233;dulos formando una pareja desigual. &#191;Acaso tiene algo que ver la rectitud con la maldad? &#191;Tienen algo en com&#250;n la luz y las tinieblas? 15&#191;Qu&#233; acuerdo puede haber entre Cristo y Satan&#225;s? &#191;Qu&#233; relaci&#243;n entre el creyente y el incr&#233;dulo? 16&#191;Puede haber algo en com&#250;n entre el templo de Dios y los &#237;dolos? Pues nosotros somos#6,16: nosotros somos: Varios importantes mss. dicen: vosotros sois. templos de Dios viviente. As&#237; lo ha dicho Dios mismo:</div><div class="b"></div><div class="q"> Habitar&#233; y caminar&#233; en medio de ellos;</div><div class="q"> yo ser&#233; su Dios y ellos ser&#225;n mi pueblo. # 
 Lv 26,12; Ez 37,27; 1 Co 3,16. </div><div class="b"></div><div class="m"> 17Por tanto:</div><div class="b"></div><div class="q"> Salid de entre esas gentes</div><div class="q"> y apartaos de ellas &#8212;dice el Se&#241;or.</div><div class="q"> No toqu&#233;is cosa impura, y yo os acoger&#233;. # Is 52,11 (ver Jr 51,45; Ap 18,4). </div><div class="q"> 18 Ser&#233; padre para vosotros</div><div class="q"> y vosotros ser&#233;is mis hijos e hijas,</div><div class="q"> &#8212;dice el Se&#241;or todopoderoso. # 
 2 Sm 7,14; Os 2,1; Jr 31,9 (ver Is 43,6). </div>
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 <div class="chapter ch7" data-usfm="2CO.7">
 <div class="label">7</div><div class="p"> 1Tales son, queridos m&#237;os, las promesas que tenemos. Purifiqu&#233;monos, pues, de todo cuanto contamine el cuerpo o el esp&#237;ritu y realicemos plenamente nuestra consagraci&#243;n viviendo en el respeto a Dios.</div><div class="p"> 2Hacednos un hueco en vuestro coraz&#243;n. A nadie agraviamos, a nadie arruinamos, a nadie explotamos.#1 Co 9,12-15. 3Y con esto no pretendo recriminaros, pues ya os he dicho que, en vida o en muerte, os llevo en el coraz&#243;n. 4Tengo puesta en vosotros toda mi confianza y es tanto el orgullo que siento por vosotros, que estoy rebosante de &#225;nimo y de alegr&#237;a a pesar de todas las penalidades.#7,14; 8,24 (ver 1 Ts 2,19-20; 2 Ts 1,4).</div><div class="s1">Alegr&#237;a de Pablo por la nueva actitud de los corintios</div><div class="p"> 5Cuando llegu&#233; a Macedonia tampoco pude disfrutar del m&#225;s m&#237;nimo sosiego; las tribulaciones me acosaban por doquier: por fuera los conflictos, por dentro el miedo.#4,8-12; 6,4-5; 11,23-27; 1 Co 4,11-12. 6Pero Dios, que conforta a los humildes, me reanim&#243; tambi&#233;n a m&#237; con la presencia de Tito.#1,3-4; Is 49,13. 7Y no fue solo su presencia, fue sobre todo el conocer c&#243;mo le hab&#237;ais animado y reconfortado. &#201;l me habl&#243; de vuestra a&#241;oranza por verme, de vuestro arrepentimiento, de vuestra preocupaci&#243;n por m&#237;. Esto me hizo todav&#237;a m&#225;s feliz.</div><div class="p"> 8No me pesa haberos causado tristeza con mi carta. Hubo, s&#237;, un momento en que lo sent&#237;, al darme cuenta de que aquella carta os entristeci&#243;, aunque solo fuera por breve tiempo. 9Pero ahora me alegro, no de haberos entristecido, sino de que esa tristeza haya servido para que cambi&#233;is de actitud. Como fue una tristeza querida por Dios, ning&#250;n da&#241;o hab&#233;is recibido de nosotros. 10Y es que si la tristeza est&#225; en conformidad con la voluntad de Dios, produce un saludable cambio de actitud del que no hay que lamentarse; en cambio, la tristeza producida por el mundo ocasiona la muerte. 11Fijaos, en efecto, en los frutos que esa tristeza conforme a la voluntad de Dios ha producido en vosotros: &#161;Qu&#233; forma de preocuparos, de presentar excusas, de sentiros indignados por lo sucedido, y al mismo tiempo, asustados! &#161;Qu&#233; a&#241;oranza por verme, qu&#233; inter&#233;s por resolver el asunto, qu&#233; impaciencia por hacer justicia! Hab&#233;is demostrado, hasta donde es posible, que no sois culpables de lo sucedido. 12Si, pues, os escrib&#237; aquella carta, no fue tanto por el que caus&#243; la ofensa o por el que la recibi&#243;, cuanto por brindaros la oportunidad de descubrir, por vosotros mismos y en presencia de Dios, hasta d&#243;nde llegaba vuestro inter&#233;s por m&#237;.</div><div class="p"> 13Esto es lo que me ha llenado de consuelo. Pero mucho m&#225;s que mi propio consuelo, lo que me hace rebosar de alegr&#237;a es ver a Tito &#237;ntimamente contento y reconfortado por el trato recibido de todos vosotros. 14Le dije que estaba orgulloso de vosotros y no me hab&#233;is dejado en mal lugar; al contrario, lo mismo que no me priv&#233; de deciros toda la verdad, tambi&#233;n los elogios que hice a Tito con respecto a vosotros, han resultado verdaderos. 15Cada vez que recuerda el profundo respeto con que lo acogisteis y la atenci&#243;n que todos le prestasteis, crece m&#225;s y m&#225;s el cari&#241;o que os tiene.#Ef 6,5; Flp 2,12. 16&#161;Qu&#233; alegr&#237;a para m&#237; poder contar siempre con vosotros!</div>
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